¿Cómo afecta a los perros el cambio de domicilio?

Los perros no solo son animales de costumbres, sino que también son territoriales, por lo que un cambio de casa implica para ellos abandonar el que ya han marcado como su territorio, para adentrarse en otro completamente nuevo.

Es perfectamente normal que este nuevo territorio le provoque estrés y nerviosismo, pues estará lleno de olores y sonidos que le son completamente desconocidos, y frente a los cuales no tendrá nada que le brinde una sensación de seguridad. Esta sensación puede aumentar si hay otros perros en el vecindario, pues sentirá que se encuentra en el territorio de ellos. También puede que trate de responder a la presencia de esos otros perros con ladridos o visitas constantes a las ventanas para ver qué ocurre fuera.

Sin embargo, la adaptación de tu perro a la nueva casa puede ser bastante sencilla, si sigues unos sencillos pasos antes y durante la mudanza, y los refuerzas cuando ya se hayan instalado en el nuevo hogar.

Recuerda que una mudanza es un gran paso no solo para ti, sino también para tu perro, y juntos será más sencillo superar los nuevos retos que se les presentan.

Previamente al cambio de domicilio, es recomendable que vayas preparando a tu perro para esta gran paso que darán juntos. Para atenuar el estrés y el nerviosismo y ayudarlo a adaptarse con más facilidad, te recomendamos que:

• Prepara con anticipación el medio de transporte en el cual será trasladado el animal. Debe ser cómodo, ventilado e ir acompañado de ti o de alguna persona en la que el perro confie. Si no está acostumbrado a viajar en un kennel, práctica una días antes para que se sienta seguro en él. Recuerda que también existen cinturones de seguridad para perros. Especialmente indicados para perros de tamaño grande u aquellos que detestan estar encerrados.

• Adquiere una placa identificativa con la nueva dirección y realiza un chequeo de salud general al perro.

• Si te es posible, llévalo a pasear por la nueva casa días antes de la mudanza definitiva. Podrá familiarizarse un poco con el nuevo espacio y los olores y sonidos característicos del sitio.

• No laves ni cambies su casa, cama o cobija, pues los olores viejos le harán sentir más seguro cuando se encuentre solo en el nuevo entorno.

• Aunque te encuentras atareado los días previos a la mudanza, trata de mantener sus horarios de salidas y paseos, pues un cambio repentino irá generando ansiedad en el perro.

• Trata de mantenerte calmado con respecto a la idea la mudanza, pues tu nerviosismo puede afectar el estado de ánimo del animal, haciéndole creer que ocurre algo malo.

• Si la mudanza es lejos del antiguo lugar de residencia, es probable que implique un cambio de medico veterinario. Si un amigo puede recomendarte un veterinario, mucho mejor; de resto, te tocará buscar por tu cuenta. Reúne toda la historia clínica de tu mascota, vacunas, enfermedades que ha tenido, etcétera.

Ha llegado el gran día, y será atareado no solo para ti, sino también para tu perro. Es por eso que te recomendamos:

• Mantener al animal alejado de todo el caos que implica la mudanza. Ese día, puedes llevarlo a casa de unos amigos con los que el animal se sienta cómodo, para que no se ponga nervioso con los camiones de la mudanza ni con la presencia de personas extrañas en su casa llevándose sus cosas.

• Asegúrate de llevarle a la casa de tus amigos su juguete favorito o una prenda de ropa que hayas estado usando, para que no se sienta abandonado.

• Cuando hayas trasladado todas tus pertenencias y antes de ir a recoger a tu perro, esconde para él premios y golosinas en distintos sitios de la casa, para que se divierta buscándolos y explorando al llegar. Recuerda que el searching o sembrado es una de las actividades más recomendables para relajar a un perro.

• Al llegar no lo dejes solo, por ejemplo para ir a comprar algo, pues esto solo lo pondrá muy nervioso y no sabrá cómo actuar en ese ambiente nuevo.

• Puede ocurrir que el perro empiece a marcar con orines la nueva casa. Intenta evitarlo pero sin regañarle, es una actitud totalmente normal en perros.

Una vez que tú y tu perro se han instalado, comienza el proceso de adaptación. Aunque hayas cumplido al pie de la letra todas las recomendaciones anteriores, todavía te quedan unas cuantas cosas por hacer:

• Al llegar a casa, deja que el perro olfatee todas las cajas y todos los espacios, incluyendo el jardín si lo hubiera.

• Si tu nueva casa tiene jardín y tu perro tiene tendencia a escaparse, o si te estás mudando de la ciudad al campo, considera seriamente instalar una vaya alta y resistente que le impida salir a la calle. De igual forma, refuerza la parte de abajo, pues muchos perros suelen escarbar cuando les es imposible saltar.

• Desde el principio, asigna las reglas sobre los sitios en los que puede estar y en los que no. Debes seguir siempre la misma lógica para no confundir a tu perro.

• Coloca su cama o cobija en un lugar cómodo y limpio de la casa, preferiblemente con poco tráfico de personas aunque sin que el animal se sienta aislado de la familia. Haz lo mismo con el agua y la comida, ubicándolos en sitios de fácil acceso para el perro.

• Poco a poco, pasea con él por el vecindario nuevo. Al principio, deberás mantener en lo posible el mismo horario de paseo, para que pueda acostumbrarse lentamente a los cambios que necesites realizar en esta rutina. Si no te es posible mantener el mismo horario de paseos, por cuestiones de trabajo, por ejemplo, deberás ir modificándolo poco a poco antes de la mudanza, sin que esto afecte el mecanismo de evacuación del animal.

• Durante los paseos, deja que el perro se detenga en todas las esquinas y rincones que quiera. Necesita olfatear esos nuevos lugares, y es probable que orine más de lo habitual para marcar su territorio.

• Si quiere acercarse a otros perros que podrían ser sus nuevos amigos caninos, deja que lo haga, por supuesto bajo tu supervisión para evitar momentos desagradables.

• Conoce los parques y lugares seguros a los que pueden ir a pasear juntos y jugar con otros perros.

• Los juegos lo ayudarán a distraerse y a comprender que el nuevo hogar es bueno para él.

• Es recomendable que la primera visita al veterinario nuevo se realice antes de que el animal presente alguna enfermedad, solo para que se familiarice con el consultorio y con la nueva persona que lo atenderá. Deberás hacer lo mismo con la nueva peluquería canina.

El estrés será normal durante unos días, pero si se prolonga y se transforma en una conducta problemática, por ejemplo ladrando o mordiendo, o si se manifiesta de forma física, mediante vómitos y diarrea, entonces es momento de acudir al veterinario.

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