¿Cómo enseñar a un perro a dar la pata?

Antes de iniciar una sesión de entrenamiento es importante tenerlo todo preparado previamente, de esta forma no pierdes tiempo y te resultará más sencillo mantener la atención de tu perro. Una de las claves para que tu peludo aprenda fácilmente nuevos trucos es disponer de un lugar adecuado para entrenar con él. Si intentas enseñarle a dar la pata en un sitio con muchos estímulos, como puede ser un parque muy transitado, lo normal es que tu perro se distraiga con facilidad, pierda el foco de atención y prefiera irse a explorar el entorno. Para evitar esto, la mejor opción es comenzar el entrenamiento en casa, en una estancia tranquila y que el animal conozca bien y, poco a poco, ir añadiendo más estímulos.

Por otra parte, necesitarás algo con lo que reforzar el comportamiento de tu perro. Puedes utilizar trocitos de comida sabrosa (pollo, pavo, etc.) o algún juguete que a tu peludo le guste mucho. Este reforzador se lo ofrecerás cada vez que levante su pata o que haga amago de ello, ¡y no olvides felicitarlo verbalmente con un efusivo "muy bien"!

Por último, pero no menos importante, tendrás que tener paciencia y mostrar empatía con tu compañero de cuatro patas. Ten en cuenta que cada perro tiene su propio ritmo de aprendizaje y es imprescindible dejarle descansar y evitar que se frustre. Para ello, las sesiones de entrenamiento deben ser cortas (basta con cinco minutos al día) y divertidas, para que el animal las vea como un juego y disfrute con ellas.

Los cachorros tienen mucha energía y una gran predisposición para aprender, especialmente si se les enseña trucos a través del juego, lo que hace relativamente sencilla la tarea de enseñarles a dar la pata. Eso sí, debes saber que los perros jóvenes no tienen la misma capacidad que un adulto para mantener la concentración de manera prolongada y es fácil que se aburran, por lo que las sesiones de entrenamiento con ellos solo deben durar unos pocos minutos al día.

Para lograr que tu cachorro te dé la pata, sigue estos pasos:

1. Colócate frente a él sosteniendo en tu mano un trocito de comida o un juguete que le guste y asegúrate de que lo vea.
2. Si el cachorro ya sabe sentarse, pídele que lo haga. En caso contrario, acerca tu mano hacia su cabeza y pásala por encima de ella sosteniendo el reforzador, de esta forma obligas al animal a mirar hacia arriba siguiendo el movimiento de tu mano y se terminará sentando. En este otro post te explicamos Cómo enseñar a tu perro a sentarse.
3. Desde la posición de sentado, coloca tu puño cerrado (con el reforzador en el interior) frente a su nariz y espera a que el cachorro intente conseguir el premio. Probablemente te lama o te mordisquee la mano, pero debes ignorar estos movimientos.
4. En el momento en que el perro levante alguna de sus patas para tratar de obtener el reforzador, felicítale y abre la mano, ofreciéndole la comida o el juguete.
5. Repite este mismo ejercicio varias veces al día y, solo cuando el perro ya te dé la pata de manera automática, puedes asociar el movimiento a una orden o comando verbal.

Mediante este tipo de entrenamiento no estamos forzando al perro a realizar el movimiento deseado (no le cogemos la pata y se la levantamos), sino que esperamos a que sea él mismo quien "adivine" lo que tiene que hacer para conseguir el premio, lo que garantiza un aprendizaje mucho más eficaz y duradero en el tiempo.

El mecanismo para enseñar a un perro adulto a dar la pata es exactamente el mismo que para un cachorro, aunque el ritmo de aprendizaje puede variar ligeramente según la edad. Si la relación con su tutor es buena, los perros adultos son capaces de mantener la atención durante más tiempo, lo que significa que podemos realizar sesiones de entrenamiento algo más largas con ellos, aunque igualmente no deberían superar los diez o quince minutos diarios. En el caso de animales ancianos, debemos asegurarnos previamente de que no padezcan ningún dolor articular que les dificulte el movimiento.

Algunos perros presentan, de manera natural, una mayor tendencia a utilizar sus patas y por ello a estos canes les resulta mucho más sencillo aprender el ejercicio. No obstante, si ves que a tu peludo le cuesta despegar sus patas del suelo, puedes ayudarle tocándoselas ligeramente mientras le muestras la comida o el juguete. Si el animal retira la pata ante el contacto, aprovecha para reforzarle. De esta manera, el perro irá comprendiendo poco a poco que el movimiento de sus patas está asociado con el premio y, con un poco de paciencia, podrás ir puliendo el movimiento hasta conseguir la acción deseada.

Para entender mejor cómo enseñar a tu perro a dar la pata, no te pierdas este vídeo con todos los pasos:

El tiempo que tarda un perro en aprender un truco nuevo depende de varios factores, entre los que destacan su edad, el método de entrenamiento utilizado, la relación que tenga con su tutor e incluso el propio carácter del animal, lo que explica que no haya una respuesta certera para esta pregunta, pues dependerá de cada caso.

No obstante, enseñar a un perro a dar la pata es una habilidad que suele ser bastante sencilla para cualquier can, ya que no supone un gran esfuerzo físico y, por lo general, a los perros les resulta fácil asociar este movimiento con la llegada de un reforzador, de manera que tienden a aprenderlo muy rápido.

Lo más probable es que en solo tres o cuatro sesiones cortas de entrenamiento tu perro ya comience a levantar su pata y, con un poco más de práctica, será capaz de hacerlo en diferentes entornos cada vez que se lo pidas.

Ahora que sabes cómo enseñar a tu perro a dar la pata, descubre nuevos trucos que puedes practicar con él:

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