Otitis en gatos - Causas, síntomas y tratamiento

La otitis es la inflamación del epitelio que recubre el conducto auditivo y el pabellón auricular. Esta inflamación suele causar dolor y pérdida de audición temporal y, además, está acompañada de muchos otros síntomas que la hacen más fácilmente identificable y que explicaremos más adelante.

Este problema ótico suele darse mucho cuando los felinos están con las defensas bajas por algún motivo y está comprobado que las épocas del año en las que más se da son primavera y verano, debido al aumento de la temperatura y de la humedad del ambiente.

¿Existe predisposición en algún tipo de gato?

Primeramente decir que, en general, existe menos predisposición a la otitis en los gatos que en los perros. Pero, en realidad, cualquier individuo puede padecer otitis y, dentro de los felinos domésticos, encontramos que los que tienen mayor predisposición son los de uno y dos años.

Además, los ejemplares de pelo largo, como suelen tener bastante pelo en las orejas, también tienen más facilidad para padecer otitis, puesto que los pelos en los oídos retienen más la suciedad y la humedad.

Los felinos que están mucho tiempo al aire libre también tienen más riesgo de padecer enfermedades auriculares, entre ellas la otitis, por lo que es muy importante la revisión periódica de sus conductos auditivos. Son también muy propensos a este problema de oídos, pero de forma secundaria, los individuos que presentan las defensas muy bajas por algún otro problema principal.

Existen diversos tipos de otitis según su causa y la zona del oído que afectan. Según este último criterio podemos clasificarlas en:

• Otitis externa: se trata de la otitis más común, pero es la menos grave y la más fácil de tratar. Afecta al oído externo, es decir, al conducto auditivo desde el pabellón auricular hasta el tímpano. Si esta otitis es muy severa se ve muy afectado el pabellón auricular y puede llegar a romperse el tímpano y extenderse la inflamación y la afección hacia el oído medio, provocando una otitis media secundaria.
• Otitis media: esta otitis suele producirse más comúnmente cuando una otitis externa ha sido tratada ineficazmente. Se da en el área del oído medio, donde encontramos el tímpano, que se ha inflamado e incluso roto.
• Otitis interna: es la inflamación del oído interno y, generalmente, se produce por un traumatismo o por una otitis media o externa mal curadas. Por su profundidad en el oído se trata de la otitis más compleja de curar.

La otitis puede estar provocada por diversas causas, por ejemplo, cuerpos extraños alojados en el conducto auditivo, bacterias, hongos (levaduras), parásitos externos como los ácaros y traumatismos en la zona. A continuación las explicamos con más detalle:

• Ectoparásitos: los ectoparásitos que producen otitis más frecuentes en felinos son los ácaros, unos parásitos externos microscópicos, que, cuando se dan en gran número en una zona, se pueden llegar a ver directamente. Estos ácaros se llaman Otodectes cynotis y no solo se alojan en el oído, sino que, también, se hallan en la piel de la cabeza y el cuello.
• Bacterias y hongos (levaduras): se trata de microorganismos patógenos oportunistas que causan una infección de oído en gatos. Se aprovechan de situaciones como el exceso de humedad, el agua residual que pueda haber quedado en el oído tras un baño, la presencia de cuerpos extraños, traumatismos, alergias e irritaciones producidas por productos limpiadores para los oídos inadecuados. Las bacterias más comunes son Pasteurella multocida, Pseudomona aeruginosa, Proteus y E. coli. En el caso de los hongos, el más común es Malassezia.
• Cuerpos extraños: a veces, sobre todo en el caso de los gatos que están mucho en el exterior, pueden introducirse en el conducto auditivo algunos objetos como hojas, ramitas y espigas que pasan a ser un cuerpo extraño alojado en el oído. Este molestará mucho al animal, que intentará quitárselo, generalmente sin éxito, y al final, acabará dañando e inflamando el oído y produciendo otitis secundaria por bacterias o por hongos oportunistas. Debemos evitar extraer nosotros mismos el cuerpo extraño. Mejor dejar que lo haga un veterinario con material adecuado. En gatos este caso de otitis es menos frecuente que en perros.
• Traumatismos: como hemos comentado antes, otro motivo que puede causar otitis secundaria en los oídos de nuestros compañeros son los traumatismos, es decir, algún golpe que haya producido daños internamente y a partir de esta inflamación y heridas se aprovechen bacterias y hongos para provocar una otitis.

Hay otras enfermedades o problemas que dan lugar a otitis secundarias, aunque con menos frecuencia. Así, la otitis también puede derivarse de patologías que padezca el felino y, por lo tanto, ser un síntoma de estas. Por ejemplo:

• Problema hereditario de queratización: se trata de un defecto en la queratización que se da de forma hereditaria y con más frecuencia en los gatos persas. Este problema causa inflamaciones y seborrea y fácilmente da lugar a otitis secundarias eritematosa y ceruminosa. En caso de complicarse puede derivar en otitis purulenta secundaria.
• Atopia y alergia alimentaria: este tipo de alergias son más frecuentes en canes, pero también se ven en felinos domésticos. Pueden producir otitis secundaria, sobre todo cuando han provocado previamente dermatosis faciales. En este caso suelen ser organismos oportunistas varios tipos de bacterias, pero, sobre todo, la levadura (hongo) Malassezia pachydermis.
• Hipersensibilidad por contacto y reacción irritante: los gatos, en general, son muy sensibles a medicamentos, pero, sobre todo, a productos limpiadores para los oídos, como las gotas óticas. Estos muchas veces les producen irritaciones graves en el conducto auditivo, dando paso a otitis secundarias. Nunca debemos utilizar estos productos si no están indicados para su uso en gatos y, preferiblemente, emplearemos uno que nos recomiende nuestro veterinario.
• Enfermedades inmunitarias: este tipo de enfermedades se asocian a lesiones auriculares y a otitis externa. Debido a las defensas excesivamente bajas que causan en nuestras mascotas, las bacterias y los hongos encuentran la oportunidad de proliferar y se dan otitis externas secundarias con gran facilidad. Debemos tener muy presente el VIF o virus de inmunodeficiencia felina.
• Tumores: hay casos en gatos mayores en los que la otitis es recurrente e incluso crónica, debiendo sospechar de un tumor, ya sea benigno o maligno, en las estructuras anexas del oído. Por ejemplo, son comunes los carcinomas de células escamosas en los oídos.
• Pólipos nasofaríngeos: son proliferaciones no neoplásicas. Es corriente que en gatos jóvenes se detecten estos pólipos en la zona del oído medio, el conducto auditivo y la mucosa nasofaríngea. Junto con los cuerpos extraños, estos pólipos son la causa más común de la otitis externa unilateral en gatos. En este caso, la otitis suele ser resistente a la medicación y puede llegar a provocar una otitis media con signos respiratorios.
• Más enfermedades y problemas que pueden causar otitis: destacamos la sarna, los trastornos seborreicos y las enfermedades metabólicas, endocrinas y nutricionales.

Depende de la causa. El contagio de algunos posibles responsables de la otitis, como los ácaros del oído, se da por contacto directo con una zona o animal infestado. En los refugios, en criaderos, en las zonas en las que hay colonias de gatos controladas y, en general, en cualquier área en la que convivan gran número de gatos se da con mucha frecuencia este contagio por contacto directo, pues el control constante de todos y en todos los aspectos de su salud siempre es muy difícil.

Pero la otitis puede darse sin haber contagio, es decir, también se da de forma secundaria a un traumatismo o a una infección bacteriana o fúngica debido a un cuerpo extraño, entre otras causas.

Los signos clínicos que presentará nuestro felino en caso de otitis dependerán y variarán, sobre todo en su intensidad, según el origen de la otitis. Los síntomas que reconoceremos son:

• Frecuentes sacudidas de la cabeza.
• Inclinación de la cabeza. Si se da solo hacia un lado indica otitis unilateral, que suele ser producida por la presencia de un cuerpo extraño en ese oído. En caso de molestarles los dos oídos, los gatos irán alternando el lado según les moleste más uno u otro.
• Dolor en la zona cuando los acariciamos. Suelen quejarse, maullar mucho e incluso gritar debido al dolor.
• Prurito que puede ir de moderado a severo.
• Debido al picor se rascan y se frotan las orejas y el cuello muy frecuentemente hasta llegar a producirse heridas en la zona.
• Zona de las orejas enrojecida e hinchada.
• Irritación, exudación y pioderma de toda la zona afectada.
• Mal humor e incluso agresividad, nulas ganas de jugar y pueden dejar de comer debido al dolor.
• Abundante cerumen oscuro en los oídos.
• Pérdida de audición.
• Mal olor en los oídos.
• Pérdida de pelo en las zonas afectadas por excesivo rascado.
• Presencia de ácaros en los oídos. En las infestaciones muy severas, se debe tener en cuenta que puede tratarse de un caso de defensas demasiado bajas debido al VIF (virus de inmunodeficiencia felina).
• Otohematoma: problema derivado del excesivo rascado y la continua agitación de la cabeza. Los otohematomas son acumulación de sangre en el pabellón auricular y aparecen en la superficie cóncava de este, entre el cartílago y la piel o dentro del cartílago, cuando se rompen los capilares sanguíneos. Externamente se observa como una bola en la oreja que molesta mucho al animal y que está muy caliente. La única solución es la cirugía.

Es de vital importancia para la salud de nuestro compañero que nada más detectemos uno solo de estos síntomas acudamos a nuestro veterinario de confianza para que lo revise y nos aconseje.

Si te preguntas cómo tratar la otitis en gatos, tienes que saber que el tratamiento va a depender de su causa y es muy importante seguirlo concienzudamente y hasta el final. En otras palabras, no dejes de dar los medicamentos para otitis en gatos aunque parezca que el problema se ha solucionado. Así evitas recaídas por dejarlos antes de tiempo. El tratamiento principalmente consiste en:

1. Primero retirar el cuerpo extraño si lo hay.
2. Realizar una limpieza y secado del oído.
3. Cerciorarse de cuál es la causa para aplicar el tratamiento adecuado. Veamos los ejemplos más comunes:

• Cuerpo extraño: el veterinario deberá retirar el cuerpo extraño para poder realizar las curas de la otitis con los medicamentos óticos y tópicos que nos prescriba, aplicados como nos haya explicado.
• Bacterias: se deberá realizar una limpieza para que el especialista pueda revisar mejor todo el conducto auditivo. En caso de tratarse de una otitis bacteriana nos recetará gotas para otitis en gatos, con componentes antibacterianos.
• Hongos (levaduras): una vez el veterinario haya podido determinar que los hongos son la causa, nos recetará el producto fungicida adecuado.
• Ectoparásitos: el veterinario nos recetará un antiparasitario, por ejemplo una pipeta para repartir en la zona de la cruz del animal, y un producto ótico acaricida, además de antiinflamatorios para reducir la inflamación y el dolor.

En caso de que todo lo anterior no surta efecto o desde el principio el veterinario considere que es la única solución, se realizará tratamiento quirúrgico.

Debemos saber que cuando se le aplican a un animal gotas óticas de cualquier tipo en el oído, este seguidamente sacudirá la cabeza para expulsarlas porque le molestan. Pero es muy importante seguir con el tratamiento y dejar que sacuda la cabeza para expulsar también la suciedad. Seguramente, el veterinario nos ofrecerá un collar isabelino para nuestro gato. Puede parecernos un incordio para él, pero debe acostumbrarse y llevarlo, ya que evitará que se siga rascando y se haga más heridas o los indeseables otohematomas.

No hay remedios caseros para la otitis en nuestros gatos. Siempre que detectemos alguna molestia en la zona de las orejas debemos acudir al veterinario. Es fundamental conocer la causa, ya que de ella va a depender el tratamiento. Retrasar la visita, además de provocarle más dolor al gato, solo puede complicar la situación, empeorado el cuadro y dificultando la curación.

Además, no debemos arriesgarnos a echar nada dentro del oído de nuestro gato si no sabemos cuál es el estado de su tímpano. En casa sí podemos, de forma preventiva, mantener sanos los oídos del gato, como veremos en el siguiente apartado. Si ya tenemos diagnóstico y deseamos probar algún remedio natural, nunca sustituyendo al tratamiento prescrito por el veterinario, debemos consultar con este profesional para que nos confirme que no va a resultar perjudicial para la evolución del gato.

A continuación vamos a daros unos cuantos consejos para prevenir la otitis en los gatos:

• Mantener un seguimiento de su salud desde casa: es de vital importancia que, de forma periódica, siempre que cepillemos y bañemos a nuestras mascotas nos fijemos en el estado de sus oídos. Si detectamos cualquier síntoma de los anteriormente descritos no debemos dudar en acudir al veterinario cuanto antes y así evitar dolores, molestias y complicaciones a nuestros amigos.
• Evitar que los oídos queden sucios: cuando acicalamos a nuestros gatos debemos fijarnos en la suciedad que puedan tener en los oídos. En caso de ver que se necesita limpiar algo de cerumen acumulado, lo que suele ser cada dos o tres semanas, no utilizaremos nunca los bastoncillos de algodón que habitualmente usamos nosotros, pues podemos hacerles mucho daño en el oído interno en caso de un movimiento brusco e incluso romper el tímpano. Por eso, la mejor forma de limpiar el oído es con nuestro dedo envuelto en una gasa estéril mojada con suero fisiológico para, suavemente, ir retirando la suciedad solo de la zona del pabellón auricular, es decir, solo del área que vemos, sin profundizar.
• Evitar que los oídos queden húmedos: durante el baño debemos evitar que entre agua y jabón en los oídos. Una forma sencilla es taponar los oídos con algodones, de forma que luego los podamos retirar con facilidad. Es muy importante que no entre agua abundante ni a presión para evitar la rotura del tímpano, pero si el oído se humedece igualmente debemos cerciorarnos de que lo dejamos seco y limpio.
• Revisión veterinaria periódica: cada vez que acudamos al veterinario deberá revisar el estado de los oídos de forma más exhaustiva de lo que podemos hacer en casa. Así evitaremos que, si se produce una otitis, tardemos demasiado en darnos cuenta y las consecuencias sean más graves.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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