Los 10 animales más fieles a su pareja

El periquito es un animal social que se siente solo y triste cuando no tiene compañía. Es uno de los animales más fieles que existe con su pareja. Necesitará una compañera para ser feliz dentro de la jaula y una vez esté con ella no querrá separarse de su lado. La muerte de un compañero o de su pareja será terrible para el periquito pues podrá sufrir una ansiedad grave.

Los castores son animales monógamos que solo dejarán de ser fieles en caso de que su pareja muera. Ambos padres colaboran para la manutención del nido creando juntos grandes madrigueras y se mantendrán unidos para la supervivencia de todos.

Es común que al llegar a la edad adulta, los hijos abandonen la colonia para formar una nueva aunque en períodos de escasez de alimentos se quedan con su familia a la espera de la abundancia. Además por comportamiento que han observado de sus padres no se alejan mucho de la antigua colonia en el momento de establecer una nueva.

En verano, los pingüinos penacho amarillo vuelven al lugar donde nacieron para conocer a una hembra adecuada y formar una pareja a la que le serán fieles de por vida. Los que ya tienen pareja vuelven a la Antártida al punto exacto donde anidaron por última vez. Pueden ser tremendamente agresivos si ven a otro penacho seduciendo a su pareja. Tienen un ritual muy peculiar y juntos, después del apareamiento, cuidan de los huevos.

¡Descubre los distintos tipos de pingüinos que existen!

Los cisnes son animales que viven en pareja. Se conocen en los meses invernales, ya en celo. Al verse, nadan uno cerca del otro y realizan unos movimientos de cuello característicos. Una vez puestos los huevos, es la hembra quien los cuida, aunque el macho suele reemplazarla en ciertas ocasiones. Son muy fieles al territorio de cría, pudiendo mostrar agresividad con otros cisnes e incluso con el ser humano si fuesen domésticos. Forma vínculos a largo plazo con su pareja e incluso después de la muerte de esta, jamás volverán a buscar otra pareja.

Los gibones son un tipo de primate monógamo que asume vínculos que perduran de por vida. Para ellos, supone una ventaja en la optimización de recursos, menor coste energético en la protección del territorio, entre otras. Pasan el día juntos, compartiendo recursos y cuidando de las crías.

Los lobos grises forman una manada compuesta por un macho, una hembra y sus crías. Son tremendamente fieles a su pareja y protectores hasta la muerte con sus pequeños cachorros.

Su nombre en latín es Pomacanthus paru. Este pez marino destaca por la fidelidad que mantiene la pareja entre sí. Aunque no cuidan de sus pequeños alevines una vez salen del huevo viven para siempre juntos y se defienden mutuamente de ataques de otros peces. Incluso dentro de una pecera siendo ellos los únicos habitantes siguen manteniendo el rol territorial.

Las lechuzas son aves fieles no solo en época de cría, durante todo el año se mantienen monógamas a la pareja. Ambos colaboran en la cuida y alimentación de las crías. Además son muy protectoras, es frecuente que las madres pierdan la vida en un intento de proteger a sus jóvenes progenitores incluso contra depredadores que doblen o tripliquen su tamaño.

El símbolo nacional de EEUU, las aguilas calvas se aparean toda la vida con la pareja elegida siendo fieles hasta el día de la muerte o en casos de impotencia. Construyen y cuidan al nido juntos aportando calor o buscando alimentos por turnos. Las crías permanecen en el nido un tiempo hasta que se valen por sí mismas, alargando este proceso si hubiera condiciones medioambientales muy malas.

Suena extraño, pero algunos tipos de termitas también forman parte de las especies que entran en esta lista de monogamia. Después de entrar en cortejo buscan un lugar donde reproducirse y prosperar, si tienen éxito crearán una nueva colonia de la que serán rey y reina, en caso contrario morirán.

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