¿Por qué a mi perro no le gusta que le toque la cola?

Tu perro puede ser del tipo hiper sensible y esto es totalmente normal en el mundo canino. Así como a ti no te gustan ciertas cosas porque te producen sensaciones diversas y poco agradables, pues a él lo mismo.

La zona de la cola es una de las partes de los perros más polémicas. Al estar muy cerca del ano, muchos pueden sentir que al estar tocando su cola te estás acercando mucho a sus partes privadas, por lo que no lo apreciarán ni lo verán como una caricia sino como un asalto.

Según diversos estudios animalistas, por ninguna razón aparente, al 90% de los perros no les gusta que le toques la cola.

Si antes lo hacías y todo marchaba bien, pero de un momento a otro, tu perro reacciona de forma negativa ante este tipo de contacto y tu estás siendo lo más delicado posible, lo primero será llevarlo al veterinario para una exploración. No esperes mucho tiempo, tu perro podría tener alguna herida o sentir dolor.

Tal vez en el último paseo al parque algún perro le ha mordido o algún insecto le ha picado mientras descansaba en el césped. No siempre tiene que sangrar demasiado la herida o el perro dar señales extremas de dolor, por lo que es bueno que a la primera reacción negativa cuando le tocas, visites al veterinario. De hecho, si la cola de tu perro es muy peluda y esponjosa será difícil ver a simple vista si tiene alguna herida.

Por otro lado, ¿sabías que los perros pueden romperse la cola? Las colas de los perros se rompen con bastante facilidad, en especial las colas más largas. La cola de un perro se compone de pequeños huesos que se mantienen unidos por las articulaciones. Los huesos mismos pueden romperse o fracturarse, mientras que las articulaciones pueden dislocarse.

Si ves que tu perro se cae de alguna altura, has pisado su cola sin querer, se la ha golpeado con algo o es mordido por un perro, acércate a y realízale una exploración física completa, para localizar posibles dolores que deriven en lesiones. Algunos síntomas de un cola rota incluyen incapacidad para flexionar, cola torcida, dolor y dificultad para menearla o moverla.

¿Esta es una reacción habitual? Si a tu perro nunca le ha gustado que le toques la cola, puede deberse a algo que le sucedió en su primera etapa de vida cuando tan sólo era un cachorro. Recuerda que muchos temores, fobias y hasta dolores vienen dados por algún suceso o evento traumático ocurrido en el pasado cercano y lejano.

¿Has tenido el perro desde que era un cachorro? ¿Sabes cuál es su historia? Puede que tu perro haya sido mordido en la cola por otro perro u animal o golpeado por algún previo cuidador. Si tiene la cola amputada, también puede haber ocurrido en su etapa adulta o de cachorro, produciéndole un inmenso terror al recordarlo.

Conocer a las historia pasada de nuestras mascotas, nos ayuda a entender ciertos comportamientos, personalidades y formas de reaccionar ante circunstancias. Investiga un poco y si llegas a la conclusión que tu perro puede estar pasando por un trauma, consulta con un etólogo o educador canino, profesionales que te ayudarán a reconducir esta situación.

Ya habiendo explorado las razones por las cuales a tu perro no le gusta que le toquen la cola, lo más importante que deberás hacer es evitar invadir su privacidad. Si invades su espacio que el no aprecia que te acerques, podrías provocar en él una reacción que luego tú lamentarás. Podría morderte o tener cualquier actitud agresiva hacia tu persona.

Debemos usar el sentido común. Si tu perro no se siente cómodo con este tipo de contacto, no intentes obligarlo o entrenarlo a que cambie de parecer y comportamiento. Lo más sensato como cuidador sería dejarlo y hacer las paces con la idea que a tu perro no le gusta que le toques la cola por más peluda y suave que sea y por mucho que te guste a ti. Lo máximo será intentar tocarlo de otra forma. Es posible que tu perro siente que lo estás tocando muy fuerte; prueba hacerlo con mayor suavidad mientras le haces un masaje relajante que vaya desde la cabeza a la cola.

¿Cómo tratar este problema?

Si deseamos poder tocar al perro, es habitual que a priori intentemos solucionar estos problemas en el hogar, lo cierto es que dependiendo de la reacción del perro puede ser la decisión apropiada o no. Si tu perro gruñe para comunicarte que te detengas, es una situación positiva, ya que indica que "te avisa" de que eso no le gusta. En estos casos debemos respetar que no le agrade y evitaremos tocar su cola. Quizás con el tiempo, el cariño, el uso del refuerzo positivo y la confianza necesaria, permita en algún momento que le toquemos o cepillemos esa zona.

No obstante, si marca o muerde tu mano al tocarle la cola de forma casual, hablamos de una situación más grave y que puede suponer un problema, especialmente cuando personas desconocidas quieran interactuar con él.

Si el origen de este miedo es debido a que un niño tocó o tiró de su cola, entonces la situación puede dar vuelta para ser un problema más grande, especialmente si muerde a un niño pequeño. Entonces es el momento de acudir al profesional. La modificación de la conducta canina siempre debe llevarla a cabo un etólogo (veterinario especializado en conducta canina) o bien un educador canino o adiestrador con experiencia.

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