Skye terrier

Esta raza parece ser una de las más antiguas de todas las razas de terrier y ya se describieron perros de este tipo en el siglo XVI. Criado para cazar animales de madriguera, el Skye terrier está junto con el lebrel afgano entre los perros de caza más atractivos y elegantes de todos. El nombre de esta raza deriva de su lugar de origen, la isla de Skye cerca de la costa escocesa.

En 1840 la raza ganó popularidad entre la aristocracia del Reino Unido, debido a la afición de la reina Victoria por estos perros. Dicha popularidad, sin embargo, no superó el paso del tiempo y esta raza es una de las menos difundidas hoy en día.

La altura ideal a la cruz para los machos es de 25 a 26 centímetros. La longitud ideal para los machos, desde la punta de la nariz hasta la punta de la cola, es de 103 centímetros. Las hembras son un poco más pequeñas, pero mantienen las mismas proporciones.

El estándar FCI de la raza no indica un peso ideal, pero los Skye terrier suelen rondar lo 11 kilogramos, siendo los machos un poco más pesados que las hembras. El cuerpo de este perro es bajo y alargado. De acuerdo con el estándar de la raza, debe ser dos veces más largo que alto, lo que le da una morfología particular. El pecho profundo y la longitud del cuerpo podrían corresponder a un perro de gran alzada, y contrastan agradablemente con las cortas pero musculosas patas del Skye terrier.

La cabeza es poderosa, larga y moderadamente ancha. El hocico fuerte y simétrico termina en una nariz negra. Los ojos medianos son marrones, de preferencia oscuros, y muy expresivos. Las orejas pueden ser erectas o colgantes, pero en cualquier caso están cubiertas del abundante pelo largo característico de la raza.

La cola del Skye terrier está cubierta de abundantes flecos, lo que le da una apariencia elegante que armoniza con el resto del cuerpo. Cuando el perro está activo levanta la cola, pero nunca más arriba de la horizontal.

El pelo del Skye terrier es quizás una de sus características más notable y la que le da mayor elegancia a la raza. Es un manto doble formado por una capa interna de pelo corto, tupido, suave y lanoso, y una capa externa de pelo largo, duro, recto, aplanado y sin rizos. Puede ser de color negro, gris, leonado o crema, con marcas oscuras. También puede ser de cualquier color sólido, siempre que tenga tonalidades del mismo color, que la capa interna sea más clara y que las orejas y la nariz sean negras.

La apariencia elegante y agraciada de estos perros esconde su verdadero carácter tenaz y valiente. Los Skye son perros muy leales y afectuosos con los suyos, pero tienden a ser más afectuosos con una sola persona, por lo que se los considera "perros de un solo dueño".

Es muy importante iniciar pronto la socialización de estos perros porque de adultos tienden a ser reservados con los extraños e incluso pueden ser agresivos. Con otros perros y con otras mascotas tienden a ser agresivos, ya sea por territorialidad, jerarquía social, competencia o depredación. De todos modos, cuando están bien socializados, los Skye terrier pueden aceptar de buena gana a las personas y a perros conocidos, aunque nunca serán los perros más amigables que puedan existir.

Por otra parte, aunque tienden a ser reservados con los extraños, estos perros necesitan mucha compañía y no basta con verlos de cuando en cuando. No soportan bien los largos períodos de soledad y necesitan estar con su familia el mayor tiempo posible.

Estos perros pueden ser excelentes mascotas para personas mayores o para jóvenes que no tienen hijos. Eso sí, los propietarios deben disponer de mucho tiempo para estar junto a sus mascotas o, en su defecto, poder llevar a sus Skye terrier al trabajo para que no se queden solos. Estos perros no son buenas mascotas para familias con niños, porque tienden a morder cuando son molestados o cuando se sienten amenazados.

El pelo de estos terrier no requiere cuidados especiales, pero demanda más tiempo que para otras razas. Es necesario cepillar el pelo tres o cuatro veces por semana para que no se enrede. Además, es una práctica útil para reducir la cantidad de pelo sobre los muebles y la ropa, ya que los Skye pierden pelo regularmente. No es necesario bañar a estos perros con mucha frecuencia, sino solamente cuando están sucios.

Los Skye terrier no demandan mucho ejercicio y puede ser suficiente con uno o dos paseos moderados cada día para mantenerlos en forma. Lo que sí demandan en gran cantidad es compañía, por lo que no es bueno dejarlos solos por mucho tiempo.

Por su pequeño tamaño y reducida demanda de ejercicio, estos perros pueden vivir bien en un departamento pequeño. Además, a diferencia de otros terrier, su carácter tranquilo los hace ideales para la vida en ciudad. También pueden beneficiarse de un jardín donde jugar y correr libremente, pero deberán vivir dentro de la casa junto al resto de la familia.

Además de una correcta socialización, es importante seguir un buen programa de adiestramiento para poder controlar a los perros y mantener una convivencia armónica. Lo ideal es un programa de obediencia canina que se concentre en aspectos esenciales para una mascota y no solamente en ejercicios de competencia. El adiestramiento debe realizarse con métodos positivos, ya que estos perros son muy sensibles al castigo y no soportan bien los métodos tradicionales basados en la corrección de las malas conductas mediante los castigos, como ningún animal.

Entre los problemas de comportamiento canino que suele presentar esta raza, se encuentran la agresividad (cuando los perros no son socializados correctamente) y la ansiedad por separación. Ambos problemas están relacionados con un trato inadecuado por parte del criador y del propietario, y tienen solución en base al adiestramiento canino, la socialización y el manejo conductual adecuado.

Esta raza, aunque tiende a ser saludable, presenta algunos problemas de salud característicos. Algunos de estos problemas tienen que ver con la morfología particular de los Skye terrier, mientras que otros son comunes a varias razas de perros. Entre los problemas comunes a la raza se encuentran:

• Problemas de la columna vertebral.
• Deformaciones óseas en extremidades y artritis.
• Cáncer.
• Enfermedades autoinmunes.
• Alergias.
• Disfunciones de la glándula tiroides.

Aún si no padece ninguna enfermedad, es recomendable acudir al veterinario cada 6 meses para prevenir y detectar cualquier problema de salud, y seguir el calendario de vacunación del Skye terrier.