¿Por qué adoptar un perro anciano?

Si estas buscando adoptar a una nueva mascota y no tienes un ritmo de vida muy activo los perros ancianos son la mejor opción. Aunque muchas razas como el bóxer conservan una vitalidad y energía envidiables, la mayoría de perros ancianos destacan por su tranquilidad y serenidad.

Sus necesidades de ejercicio son más reducidas y al contrario que los perros cachorros disfrutan de la calidez que les proporciona el hogar junto a ti. Generalmente sus necesidades bastarán con comer, pasear y dormir. Por ese motivo no necesitarás estar pendiente de él las 24 horas. Las personas mayores o personas con movilidad reducida pueden disfrutar mejor del ritmo de vida de un perro anciano.

A la vez que nuestro perro envejece nuestro corazón se vuelve más tierno. Y es que adoptar a un perro anciano cambia la vida de muchas personas. Sus movimientos se vuelven lentos y costosos pero este hecho nos va a importar bien poco pues observaremos que respetan perfectamente su espacio, hacen sus necesidades donde deben y no muerden aquello que no deberían.

En resumen, un perro anciano sabe como comportarse dentro del hogar. Adoptar a un perro anciano y cuidarle como merece es un honor y genera una satisfacción en el corazón que muchas personas desconocen.

Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, y así es, por lo que podemos deducir que cualquier perro está dispuesto y además encantado de recibir nuestras muestras de afecto. Pero esto se hace aún más notorio en los perros ancianos.

Los perros ancianos prácticamente no oponen ninguna resistencia a todo lo que sucede en el entorno y tampoco a lo que sucede en la relación con su familia humana. Esto quiere decir, que si bien un perro mayor puede parecer en muchas ocasiones ausente, también se torna más dócil y con una mayor disposición a recibir cariño.

Si te gustan los perros falderos, un perro anciano es una excelente opción.

Cuando adoptamos a un perro cachorro realmente no sabemos que carácter tendrá en su etapa adulta. Por el contrario, un perro anciano tiene un carácter marcado y definido, por lo que sabremos si encaja o no con nuestro estilo de vida y nuestra propia personalidad.

Este factor puede ser muy interesante también si tenemos a otros perros en el hogar, ya que sabremos si encaja o no con la personalidad de nuestros otros perros, que debe ser siempre más o menos parecida.

Los perros ancianos son, con diferencia, los que más padecen al encontrarse en un refugio o perrera. También son los que sacrifican primero, junto a los perros enfermos. Ellos perciben y sufren la falta de socialización con las personas, la falta de atención personalizada o el frío y el calor, que en muchas ocasiones no se controlan igual de bien que en un hogar.

Adoptar a un perro en su última etapa de vida es un acto de bondad que no tiene precio, ya que estaremos ofreciendo a este perro una última etapa digna y repleta de amor, algo indispensable

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