15 cosas que estresan a los perros

El estrés no es otra cosa que la tensión que el perro experimenta ante determinadas situaciones que resultan agobiantes para él. Al sentirse sometido a dicha circunstancia, su cuerpo emite una respuesta que en ocasiones se puede confundir con un problema de comportamiento, como morder objetos o ladrar en exceso. Encontramos dos grandes tipos de estrés en los perros:

• Estrés agudo: cuando la situación estresante es temporal y el animal acaba por adaptarse y resolverla.
• Estrés crónico: cuando la situación estresante es constante y se prolonga en el tiempo. Aquí el animal no se adapta y acaba por desarrollar problemas de salud y de conducta.

En cualquiera de los casos, las señales de estrés en perros más frecuentes son las siguientes:

• Estereotipias
• Salivación excesiva y relamido
• Jadeo constante
• Hiperactividad
• Pérdida de pelo
• Ladrido compulsivo
• Cambios de comportamiento como agresividad, depresión o miedos.

Pero, ¿qué situaciones estresan a los perros y provocan los síntomas anteriores? A continuación detallamos las más comunes y cotidianas.

Los perros son animales rutinarios, de costumbres y horarios fijos, muy susceptibles a los cambios tanto de su entorno como de sus hábitos diarios. De esta forma, cambiar de manera repentina sus horas de paseo o comida, por ejemplo, puede acabar por producir estrés en el perro al ver que no sale a la calle cuando considera que ha llegado el momento o que su compañero humano no lo alimenta como hacía antes. Lo mismo ocurre al realizar cambios en su entorno habitual, tales como una renovación del mobiliario. El can está acostumbrado a percibir un determinado olor y la presencia de muebles nuevos puede desestabilizar al animal, hacerle sentir que no se encuentra en casa, desarrollar estrés y, como consecuencia, provocar determinadas conductas indeseadas como el marcaje.

Todos los factores ambientales anteriores producen en el perro estrés agudo, de manera que el animal acabará por adaptarse a la nueva situación y aceptarla, volviendo a recuperar su estabilidad emocional. Para lograr que lo haga lo antes posible deberás realizar los cambios de forma progresiva y no repentina.

Por contra, la falta de rutinas y horarios también puede generar estrés en el perro por no controlar, precisamente, cuándo va a comer o salir a hacer sus necesidades.

Si un cambio como la renovación de los muebles del salón se considera una de las cosas que estresan a los perros imagina lo que puede llegar a provocar una mudanza. Como decíamos, los perros emplean el olfato para relacionarlo absolutamente todo, y es que su memoria olfativa les permite reconocer a las personas, otros animales, objetos y lugares por el olor que emiten. Para ellos su hogar desprende un olor determinado, por ello al realizar un cambio de domicilio podemos observar al can inquieto, recorriendo cada espacio y olisqueando cada rincón. Ha salido de su zona de confort y no reconoce la nueva casa como "suya", razón por la cual sufre estrés agudo y necesita cierto tiempo para adaptarse.

Tanto la falta de horas de sueño como el descanso inadecuado son factores que estresan a los perros y pueden desencadenar, además, problemas importantes de salud. Los perros adultos duermen una media de 13 horas al día, dedicando alrededor de 8 a la noche y repartiendo el resto durante el día. Los cachorros, por su parte, pueden llegar a dormir hasta 20 horas al día. Sin embargo, muchos son los que no se resisten a despertar al pequeño para pasar un rato con él, jugar o simplemente acariciarlo, errores que se traducen en estrés por no poder dormir. Así, de la misma forma a que nosotros nos afecta no dormir lo suficiente, a los animales también y, por ende, nuestro perro desarrollará estrés, cansancio, etc.

No obstante, dormir las horas mínimas no sirve de nada si el animal no dispone de una cama cómoda, puesto que el sueño no será de calidad y no podrá descansar todo lo que su cuerpo necesita. Así pues, si consideras que esta puede ser la situación que estresa a tu perro, no lo dudes y proporciónale una cama confortable.

Muchos son los perros que sufren estrés con la llegada de un bebé por todos los cambios que ello conlleva. Por ello, resulta fundamental preparar al perro para la llegada del pequeño durante los meses anteriores y saber cómo actuar una vez que ha nacido el bebé. Así mismo, la incorporación de nuevo animal a la familia, ya sea otro perro, un gato, un conejo o cualquier otro animal, también resulta una de las cosas que estresan a los perros si la presentación no se realiza correctamente. Para ellos puede ser como una invasión de su territorio, la llegada de nuevos olores y sonidos y, por ello, debemos seguir una serie de pasos previos a la instalación definitiva de su nuevo compañero.

En ExpertoAnimal te ayudamos con este punto y te animamos a consultar el artículo que se adapte a tu situación:

• Consejos para presentar un perro y un gato correctamente
• Cómo introducir un segundo perro en casa

Por otro lado, el fallecimiento de cualquier miembro de la familia también puede resultar una situación estresante para el animal, además de desarrollar una caída del ánimo, pérdida de apetito, etc. Como nosotros, el perro necesita pasar por un periodo de duelo.

El perro es un animal sociable por naturaleza, de manada, y necesita tener contacto social con otros animales y personas para ser feliz. Una mala socialización, o una socialización inexistente, no solo se verá reflejada en problemas de comportamiento cuando se cruce con otros animales o personas desconocidas, sino que generará en el perro un estado de estrés y ansiedad por no saber cómo actuar. Así mismo, no recibir ningún tipo de contacto por parte de sus compañeros humanos también producirá estrés en el can, aburrimiento, tristeza...

Consulta nuestro artículo sobre cómo socializar a un perro adulto correctamente y evita que tu can siga estresándose.

Los perros necesitan canalizar toda la energía que acumulan y liberarla mediante paseos y actividades. Con salir a caminar 20 minutos al día no es suficiente, el animal seguirá acumulando tensión y tendremos como resultado un perro estresado e infeliz, que probablemente desarrollará problemas de conducta en el hogar, como un comportamiento destructivo.

En función del tamaño y la raza, el perro necesita recibir una media de paseos y ejercicio al día, actividades completamente distintas e igual de importantes. De esta forma, el animal necesita caminar relajadamente, pero también necesita correr, cansarse y jugar. Consulta nuestro artículo sobre ejercicios para perros adultos y empieza a practicarlos.

Por otro lado, y pese a que pueda parecer increíble, un exceso de ejercicio también está considerada como una de las cosas que estresan a los perros. Además, hacer trabajar al perro de forma excesiva también puede producir graves problemas en sus articulaciones, de manera que lo ideal es ofrecerle el tiempo y la intensidad justa que necesita, ni más ni menos.

Independientemente de si el perro sufre ansiedad por separación o no, pasar muchas horas solo en casa desarrolla aburrimiento y estrés en cualquier animal, y más aún en uno tan sociable como es el perro. Como decíamos, el can necesita contacto social y privarle de ello está totalmente contraindicado. No obstante, si no tienes más remedio que dejar a tu perro solo durante varias horas seguidas un día puntual, te recomendamos consultar el siguiente artículo: "Cómo entretener a un perro solo en casa".

Muchas son las personas que piensan que la mejor forma de educar a un perro es mediante el castigo, y nada más lejos de la realidad. Se ha demostrado que el can es un animal que responde mucho mejor a las técnicas basadas en el refuerzo positivo, en las que se premia la buena conducta y se corrige la inadecuada con un contundente "No", sin gritos y sin excesivos castigos.

Tanto la violencia física como los gritos pueden llevar a desarrollar en el perro una conducta agresiva, justo lo contrario de lo que se pretende, además de miedo hacia a la persona e, incluso, traumas. Por otro lado, corregir un comportamiento inadecuado fuera de tiempo no tienen ningún tipo de sentido para el animal y solo se incrementará el estrés del perro por no saber el motivo del enfado de su humano. Así, las malas conductas se deben corregir y guiar en el acto, al momento de producirse, y no minutos ni horas después.

Las sesiones de adiestramiento deben ser cortas, de no más de cinco minutos cada una, y hacer de tres a cinco repeticiones al día. Llevar a cabo una única sesión diaria de 15 minutos o más solo logrará aburrir al perro, cansarlo, desmotivarlo y, sobre todo, estresarlo. Para más información, no te pierdas el siguiente artículo en el que te explicamos cómo debe ser una sesión de adiestramiento canino.

De la misma forma que excedernos en el adiestramiento es contraproducente, no ofrecer al perro ningún tipo de educación también. Recuerda que el can es un animal rutinario, de costumbres y que en estado salvaje viviría en manada. Por ello, se recomienda iniciar al perro al adiestramiento siempre siguiendo las pautas adecuadas. En este sentido, una educación incorrecta, como la que comentábamos mediante el refuerzo negativo, también es otra de las cosas que estresan a los perros y producen problemas de comportamiento.

A todos los amantes de los perros nos encanta pasar con ellos el máximo tiempo posible, jugar, acariciarlos y abrazarlos, ¿pero sienten ellos lo mismo? Aunque nos cueste aceptarlo, los perros necesitan disponer de su propio espacio y tiempo para ellos, sin que nosotros les estemos molestando. Un exceso de atención por nuestra parte, abrazos constantes, besos, caricias, llamadas, etc., acaban por estresar al animal y observar que lo único que quiere es huir de nosotros, llevándonos a preguntarnos si realmente nos quiere. Al huir el animal no nos indica que no nos aprecia, puesto que probablemente nos querrá más que a sí mismo, nos indica que necesita estar solo.

Por otro lado, el rechazo de nuestros abrazos tiene una explicación concreta, consulta el siguiente artículo y descúbrela: "¿Por qué a mi perro no le gusta que lo abrace?".

Además de pasear y ejercitarse físicamente, el perro necesita mantener su mente activa para sentirse feliz. Los perros son animales inteligentes que adoran aprender cosas nuevas constantemente, por ello realizar juegos que estimulen su mente es prácticamente obligatorio. Para ello, puedes realizar con tu peludo compañero juegos de inteligencia o juegos de olfato, tanto en casa como en el exterior.

Hazte la siguiente pregunta: ¿cómo te sentirías si te privaran de tu libertad? El perro experimenta la misma sensación y, por ende, desarrolla un estado de estrés, ansiedad, miedo y frustración cuando pasa muchas horas atado, sin libertad de movimiento y siempre en el mismo espacio. Y si a esto sumamos la presencia del bozal, tendremos con nosotros a un perro infeliz e inestable.

Si convives con un perro que lo destruye todo cuando se queda solo y consideras que la única opción es dejarlo atado, por ejemplo, no lo dudes y acude a un especialista para que te oriente y te indique las técnicas a seguir. Sin duda, esta es una de las cosas que más estresan a los perros y desencadenan en problemas de comportamiento graves.

Los perros tienen la capacidad de percibir nuestras emociones y adoptarlas, de manera que convivir con una persona hiperactiva acabará por estresar al perro y tornarlo igualmente hiperactivo. Por ello, antes de adoptar al animal resulta fundamental buscar al que mejor se adapte a nosotros y nuestro estilo de vida, que en este caso sería un can tranquilo, dócil y que no se vea afectado por la hiperactividad de su humano.

El perro es un animal con sentido del oído mucho más desarrollado que el nuestro, pudiendo percibir frecuencias inaudibles para nosotros que se emitan incluso a 20-30 metros de distancia. De esta forma, no es de extrañar que muchos canes sientan fobia a los truenos, detesten el sonido de las sirenas o se asusten al cerrar una puerta de golpe. Todos estos sonidos demasiado fuertes para ellos no solo desarrollan una sensación de pavor, sino que generan en él estrés y ansiedad. Por ello, se recomienda no gritar en el hogar, tener la música excesivamente elevada o producir ruidos que puedan estresar al animal.

Recuerda que todas estas cosas que estresan a los perros no son aplicables a todos ellos, puesto que cada can es distinto y alguno puede no alterarse ante alguna de las situaciones mencionadas mientras que otro sí. Lo importante es aprender a entender a nuestro perro, su lenguaje, las señales de calma y evitar todo aquello que pueda perturbar su estabilidad emocional.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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