4 problemas en el parto de una gata

4 problemas en el parto de una gata

El parto de una gata es un momento de alegría y emoción, ya que pronto vendrán al mundo unos animalitos juguetones que se convertirán en unas mascotas excelentes. Esto, teniendo en cuenta que el parto haya sido buscado, y no a causa de un accidente. Para evitar partos indeseados, conviene esterilizar tu gata.

De todos modos, aunque la intención sea hacer que la gata sea madre y, a pesar de que los alumbramientos en estos animales no suelen ser problemáticos, puede haber algunos problemas en el parto de una gata como los que repasamos en este artículo de ExpertoAnimal.

La reproducción de las gatas

Las gatas, que alcanzan la madurez sexual al medio año de vida aproximadamente, son animales poliéstricos estacionales, es decir, que tienen varios celos de algo menos de una semana, que se repiten cada 2-3 semanas. En principio estos celos se dan en primavera, aunque depende de las condiciones de vida del animal, ya que los que viven en piso tienen unas condiciones de luz y temperatura más constantes y es más complicado para el organismo del gato reconocer el cambio de estación.

La gestación dura, generalmente, 65 días, aunque como suele decirse, la biología no es una ciencia exacta, con lo que esto puede variar ligeramente en algunos casos.

Consejos previos al parto de la gata

Si crees que tu gata va a tener cachorros, se aconseja visitar a un veterinario por varios motivos.

  • En primer lugar, para asegurarse de que realmente existe una gestación, esto se puede conocer con una ecografía, que es un método rápido, sencillo y sin efectos secundarios, aunque en función del carácter del animal puede resultar algo complicado.
  • En segundo lugar, para realizar un examen físico a la futura madre y comprobar que está en unas buenas condiciones de salud y puede parir sin problemas.
  • En tercer lugar, es interesante saber cuántos cachorros alberga en su interior y si estos están vivos. Una ecografía es de gran ayuda en estos casos.

Si no sabes exactamente cuándo se quedó preñada tu gata para calcular la fecha del parto, mediante una ecografía, realizando algunas mediciones, se puede predecir de una forma bastante aproximada la fecha en la que dará a luz.

Además de la fecha, existen otros signos de que el parto está próximo que se pueden detectar fijándose en el comportamiento del animal. Por ejemplo, cuando la fecha se aproxima, la gata puede mostrarse más afectiva, maullar constantemente o buscar un lugar apartado para hacer un nido. Otro signo bastante específico es la bajada de la temperatura: la temperatura rectal, que se obtiene introduciendo un termómetro en el ano, de la gata se reduce al menos en un grado cuando el parto se aproxima. Como la temperatura rectal de cada animal puede variar ligeramente, se aconseja medirla regularmente varios días antes para saber cuál es la de tu gata en concreto.

La expulsión del tapón mucoso, que se detecta como un flujo blanquecino o amarillento que sale por la vulva, es un signo de que el parto es inminente. Por otra parte, es positivo tener a mano el teléfono de un veterinario de urgencia por si necesitas de sus servicios para elparto en el caso de que algo no vaya del todo bien.

Mi gata no puede parir, ¿por qué?

Cuando una gata presenta dificultades para parir e, incluso, no puede expulsar alguno de los cachorros, en general suele deberse a alguno de los siguientes problemas más comunes en el parto de una gata, los cuales deben resolverse con ayuda de un veterinario.

Cachorros sin vida

Para poder desencadenarse el parto, los cachorros deben estar vivos. De no estarlo, el parto no se produce y es necesario recurrir a fármacos y, si no funcionan (algo bastante probable), a una cesárea. Revisa nuestro artículo sobre "Cómo saber si tu gata necesita una cesárea" para aprender a identificar los síntomas y actuar con rapidez.

Distocias

Se conoce con el nombre de distocias a las complicaciones que hacen que el parto sea costoso. En los gatos, que paren varias crías de pequeño tamaño, son menos frecuentes que en otros animales, que suelen alumbrar una única cría más grande como las vacas o las ovejas. De todos modos, sí pueden aparecer, por lo que, si tras los signos que hemos visto, que demuestran que el parto es inminente, ha pasado un cierto tiempo sin que ningún gatito salga al exterior, deberemos visitar a un veterinario, que tratará de recolocarlos y si no es posible, llevará a cabo una cesárea. No se recomienda administrar oxitocina, una hormona que favorece la expulsión del contenido del útero en la gata, sin haberse cerciorado de que la posición de los cachorros es correcta. Si no, el útero se contraerá intentando expulsar los cachorros y, si esto no es posible porque alguno está atascado, puede desgarrarse el órgano al hacer fuerza. La administración indiscriminada de oxitocina es algo que realizan algunos criadores y es un gravísimo error que puede acarrear consecuencias muy graves para la madre.

Pérdida de fuerza del útero

En partos muy largos, en los que al principio haya sido costoso expulsar algún cachorro o en partos con una gran multitud de ellos, el útero puede ir perdiendo fuerza a medida que el proceso avanza. Ahí si que podría ser aconsejable administrar oxitocina, pero tras haberse asegurado de que están colocados de una forma en la que puedan salir fácilmente. Si esto no funciona, la cesárea es la solución definitiva.

Restos de placenta no expulsados

Otros problemas que pueden surgir son que, tras el parto, quede algún cachorro muerto en el interior de la gata o restos de alguna placenta. Por lo tanto, si detectas que, después del alumbramiento, a tu gata le cuesta recuperarse del mismo, y muestra fiebre, signos de debilidad u otros síntomas de enfermedad, se aconseja acudir a un veterinario para descartar estos problemas (mediante un examen físico y una ecografía) o darles tratamiento, según sea el caso.

Cómo saber si mi gata parió a todos sus gatitos

Por lo general, el intervalo de alumbramiento entre gatito y gatito no suele ser mayor de una hora, con lo que, si pasadas un par de horas no aparece una nueva cría, es probable que el parto haya concluido. Además, al acabar de parir, la madre tiende a incorporarse y dedicarse a lamer y cuidar a sus crías.

Aunque en algunos casos las gatas pueden interrumpir el parto y continuar pasadas muchas horas, estos se distinguen de un parto que no ha acabado, ya que, cuando interrumpen el alumbramiento, se levantan, cuidan de sus cachorros, pueden ir a beber, etc., mientras que si el parto de una cría no ha finalizado todavía, la madre seguirá tumbada en el mismo lugar. Si este es el caso de tu felina y sospechas que tiene dificultades para parir a una de las crías, recuerda que debes acudir al veterinario lo antes posible para confirmar o descartar alguno de los problemas en el parto de la gata anteriores.

Si finalmente el parto se produce con normalidad, te recomendamos consultar nuestro artículo sobre cuidados para la madre y sus crías.

Si deseas leer más artículos parecidos a 4 problemas en el parto de una gata, te recomendamos que entres en nuestra sección de Gestación.

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