6 comportamientos instintivos de los perros

El instinto puede ser definido, aunque de forma muy resumida y limitada, como el motor natural e innato que lleva un ser vivo a reaccionar frente a diversos estímulos. Es inherente a la naturaleza de un animal y se transmite en sus genes, de generación a generación, como una capacidad adaptativa que permite su supervivencia.

Aunque sea un tema repleto de polémica y controversias, en la mayoría de los animales, podemos hablar del instinto como la fuerza que lleva al inicio y a la conclusión de toda y cualquier acción. De esta manera, los comportamientos instintivos se presentan de forma cíclica, siendo tanto la causa como la consecuencia de cada actitud.

No obstante, si consideramos los seres humanos (sin olvidar que también somos animales), debemos mencionar la capacidad racional bien desarrollada como un "mediador" del instinto. Para muchos autores, la racionalidad sería capaz de analizar, medir y juzgar el instinto natural, a fin de preservar acciones y expresiones socialmente aceptables. Es decir: el hombre se adaptó a la vida en sociedad a tal punto que su racionalidad cohíbe ciertos comportamientos instintivos de satisfacción personal en nombre de garantizar el bienestar social.

Los perros también adaptaron sus instintos a una vida en comunidad. Por ello, a diferencia de los gatos, que mantienen hábitos solitarios e independientes (como sus parientes felinos salvajes), los perros reconocen la autoridad de un líder en esa comunidad intraespecífica. Este instinto jerárquico permitió que los lobos y los perros se organizaran en manadas (o jaurías) para asegurar la supervivencia de su especie.

Como mencionamos anteriormente, los perros desarrollaron un instinto jerárquico, que engloba comportamientos que les permitieron vivir en comunidad y proteger a su manada.

Al contrario de lo que muchos pueden pensar, los perros (y los lobos) adoptan estructuras jerárquicas complejas, donde el líder no se consagra solamente por su fuerza o potencia física. El alfa o perro dominante debe probar ser el ejemplar mejor preparado para proteger y liderar sus compañeros, lo involucra también su potencia cognitiva, su auto confianza, y su capacidad adaptativa.

La caza fue, probablemente, una de las cualidades del perro más apreciadas por el hombre. El beagle, el weimaraner o el labrador retriever son algunos ejemplos de perros cazadores, no obstante existen muchos más y cada tipo puede destacar en unas u otras funciones, como el rastreo o el cobro de piezas, entre otros. Fue gracias a las habilidades instintivas y a los agudos sentidos caninos que muchos pueblos originarios lograron sobrevivir en ambientes realmente inhóspitos.

El instinto de caza es tan predominante en algunas razas que un perro doméstico que jamás fue entrenado o expuesto a situaciones de cacería, puede desarrollar de forma inanata una notable destreza para identificar, perseguir o atrapar sus presas. Si observamos con atención, podemos reconocer fácilmente a pequeños ejemplares de las familias spaniel o terrier muy atentos a los movimientos de aves o insectos en una plaza o mismo en las calles.

Elegimos poner el instinto de señalar justo a continuación del de caza por un motivo muy simple: ambos están estrechamente relacionados. Los perros desarrollaron diferentes roles junto al hombre en la actividad de caza. Mientras algunos se dedicaban realmente a perseguir y abatir los animales salvajes, otros tenían la atribución de recoger las presas abatidas o de simplemente señalarlas.

Ahora, los perros cuya función era señalar fueron preparados para levantar una de sus patas delanteras (normalmente, la derecha) para indicar dónde estaba la presa deseada. Y si tu perro empieza a desarrollar este comportamiento instintivo, debes prestar atención si te indica algo de tu interés o si se trata de un posible síntoma de estrés.

Es pastoreo, junto a la caza y a la guarda, está entre las funciones más antiguas y populares que desempeñaron los perros. Podemos reconocer este dato, entre otras cosas, por la cantidad de perros que llevan el término "pastor" en su nombre. Y algunas razas como el border collie son capaces de ejercer el pastoreo desde muy cachorros, sin necesitar ningún entrenamiento. De hecho, en los campos, es común ver a pequeños border, entre 4 y 6 semanas de vida, intentando reunir a los ganados ovinos o bovinos.

Este comportamiento instintivo es tan marcado es algunas razas que podemos observar, en muchas ocasiones, perros domésticos adultos tratando de pastorear a niños o pequeños insectos (como hormigas) en los parques de las grandes ciudades.

No obstante, cabe destacar que, aunque un perro tenga un comportamiento instintivo relacionado con el pastoreo, no por ello significa que debamos animarle a pastorear cualquier animal, e incluso niños, esta totalmente desaconsejado. Se debe educar a un perro para que pastoree correctamente, de no ser así podría actuar de forma desproporcionada, e incluso podría llegar a mostrar conductas relacionadas con la depredación.

Los perros pueden excavar por diferentes motivos, pero este comportamiento instintivo es más común en las razas que fueron utilizadas como levantadores de pequeñas presas (ratas, conejos, etc.). Podemos observar con mucha facilidad a un Terrier rascando a la tierra con gran perseverancia. Por ello, no te asombres si tu yorkshire hace de tu jardín un verdadero parque de diversión canino.

El instinto de supervivencia está presente en todas las especies. Si nos sentimos amenazados o atemorizados, nuestro organismo automáticamente se prepara para reaccionar frente a posibles estímulos negativos, peligrosos o desconocidos (ya sean personas, animales, ruidos, etc.).

Y al igual que nosotros, nuestros perros pueden reaccionar de diferentes formas al sentir que su integridad física, cognitiva o emocional está en riesgo. Pueden decidir huir o mostrar señales de apaciguamiento e incluso atacar. Por ello, si queremos prevenir posibles problemas de conducta, debemos prestar mucha atención no solo en su adiestramiento y socialización, sino también en el ambiente que le proporcionamos.

Muchas veces, la selección genética no se realiza solo para obtener el ejemplar más bello, sino aquel que posea ciertos comportamientos instintivos, como la caza, el pastoreo, o la guarda/protección, más marcados (o con mayor potencia de desarrollo) en su genética.

Si bien la educación, el adiestramiento y la socialización son indispensables para todo cachorro, estos ejemplares seleccionados a partir de su genética demuestran mayor facilidad de aprendizaje y predisposición natural para ciertos oficios, gracias a los comportamientos instintivos inherentes a su naturaleza.

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