Muchas personas les demuestran cariño a sus perros mediante abrazos y, especialmente, besos. Algunos canes reaccionan de una forma que parece recíproca, con lengüetazos a la cara de sus compañeros humanos, mientras que otros pueden gruñir e incluso llegar a marcar. Ante situaciones como estas, cabe preguntarse... ¿A los perros les gustan los besos?
Si quieres saber la respuesta y otras curiosidades importantes sobre esta demostración de afecto hacia los perros, entonces no te puedes perder el siguiente artículo. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué besamos a los perros?
Para el ser humano, demostrar afecto es sumamente importante. Los besos, las caricias y los abrazos son solo algunas formas que tenemos de hacerlo, pero también mediante acciones como cuidar a los otros y velar por su bienestar.
Estos comportamientos pueden manifestarse hacia otros humanos, como amigos y familiares, pero también hacia las queridas mascotas. No obstante, muchas veces no entendemos que los perros son una especie diferente y, por lo tanto, tienen códigos y maneras de expresarse distintas a las nuestras.
Es por eso que, ante los besos, los canes pueden reaccionar de forma distinta. Algunos perros responden con lamidas y enérgicos movimientos de cola, e incluso se acercan a sus compañeros humanos para darles estos lametones de forma voluntaria. Otros, por el contrario, permanecen quietos cuando reciben besos, mientras que unos terceros pueden reaccionar de forma violenta, con gruñidos y hasta marcaje.
¿A qué se debe esto? A continuación te explicamos si a los perros les gustan o no los besos.
¿Los perros entienden los besos?
En el lenguaje corporal de los perros, los besos son algo que no existe. Tal vez pienses que los lametones que se dan entre ellos son el equivalente, pero lo cierto es que se trata de una expresión completamente distinta, y ellos reconocen esta diferencia.
En principio, si acabas de adoptar a un perro y lo besas como demostración de cariño, no entenderá cuál es tu propósito con esta conducta y es muy probable que trate de zafarse o que se sienta intimidado. Ante esta intimidación, el perro puede responder quedándose muy quieto, lo que se conoce como "inhibición", e incluso gruñendo un poco o llegando a marcar si es ignorado.
Esto significa que, de forma natural, el perro va a rechazar el hecho de que lo beses, pues para él se trata de un comportamiento incomprensible. Con el paso del tiempo, sin embargo, será capaz de asociar que se trata de una de tus formas de mostrarle cariño, sobre todo porque los besos vienen acompañados de caricias, expresiones de alegría o se los das cuando hace algo bueno.
Solo cuando el perro ha logrado conocerte y aprender otras de tus conductas y rutinas será capaz de asociar qué tratas de trasmitir cuando lo besas y podrá sentirse cómodo al respecto. A pesar de ello, algunos perros prefieren no recibir estas muestras de afecto y debes respectar esa decisión; no se trata de que sea menos afectuoso, simplemente no se siente cómodo con esto, así que solo debes buscar otras formas para demostrarle tu cariño.
¿Qué siente tu perro cuando lo besas?
Como ya te hemos explicado, si se trata de un perro recién adoptado, lo más común es que experimente confusión y hasta rechazo. No querrá tener tu cara cerca de su hocico y es posible que trate de alejarse. Estando en este punto, es tu decisión si enseñar al perro a comprender lo que significan los besos, como premio en las conductas positivas, o decantar tu cariño hacia comportamientos que le resulten más cómodos y predecibles.
Cuando el perro ha comprendido lo que significa, es posible que reconozca tus intenciones y trate de buscar tus besos para recibir afecto e incluso que los corresponda con lamidas. Si, por el contrario, notas que ni siquiera estando adulto muestra una actitud entusiasta frente a los besos, lo mejor es que desistas.
¿Por qué tu perro te lame?
Lamer sí se trata de un comportamiento habitual en los perros que además es instintivo y que realizan desde que son cachorros. Ahora bien, ¿qué significa? Lo motivan varias razones.
Desde cachorros, los perros lamen a sus padres para recibir calor de ellos, pero también a la espera de que regurgiten algo de comida. Aunque es obvio que tu perro no espera que lo alimentes de esa manera, pues ya reconoce tus formas de darle de comer, al lamer tu cara puede saber qué has comido e incluso en qué lugares has estado, pues detecta decenas de olores que para nosotros son imperceptibles.
En el caso de los perros adultos que han asociado los besos como una de tus formas de cariño, los lametones representan una respuesta ante las demostraciones de afecto. Por eso es común que, cuando llegas a casa, el perro te reciba tratando de lamer tu rostro, o puede tener el mismo comportamiento con tus amigos cuando estos lo acarician. Es decir, se trata de una forma de saludar y también de dar afecto.
Un caso curioso se dan en los bebés. Tu perro puede querer a tu bebé y reconocerlo como un divertido amigo, pero muchas veces los pequeños humanos le resultan molestos, sobre todo si permites que le tiren de la cola o de las orejas, cosa que, de paso, nunca deberías permitir.
Cuando esto ocurre, es posible que el perro responda lamiendo la cara del pequeño. Contrario a lo que seguramente creerás, no se trata de una demostración de cariño, sino que el perro ya ha aprendido que, al lamer al bebé, es muy probable que lo alejes de él.
¿Es malo besar a los perros?
Existe una discusión muy polémica sobre si es bueno o malo besar a un perro. Mientras hay quienes afirman que los perros pueden trasmitir al ser humano bacterias peligrosas mediante de la saliva, hay quienes sostienen que estas solo enriquecen la flora bacteriana propia y refuerzan el sistema inmunológico.
Lo cierto es que ambas posiciones son correctas. Neilanjan Nandi, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel (Filadelfia), asegura que el organismo de los perros contiene gran cantidad de virus y bacterias que el ser humano es incapaz de combatir, pero no solo porque son una especie distinta a la nuestra, sino también porque los canes tienden a morder toda clase de cosas durante sus paseos e incluso a consumir las heces de otros perros.
Muchas de estas bacterias son zoonóticas, es decir, que pueden contagiarse del perro a las personas y viceversa. Sin embargo, Leni Kaplan, de la Universidad de Cornell, también acota que el efecto negativo de dichas bacterias puede reducirse e incluso anularse en personas sanas con un sistema inmunológico fuerte.
En conclusión, lo mejor es evitar que tu perro te lama la boca. Además, no olvides mantener sus vacunas al día, desparasitarlo de forma regular y evitar que consuma desechos durante sus paseos.
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