Abscesos dentales en caballos - Síntomas y tratamiento

Debido a que existen múltiplas piezas dentales que pueden estar implicadas en la formación de un absceso (cúmulo de pus), nos centraremos en los abscesos dentales de los premolares y molares superiores.

A los 4-5 años de edad, más o menos, los caballos tienen ya su dentadura definitiva completa. A partir de entonces, es cuando debemos prestar especial atención a la salud dental de nuestro caballo, si bien las revisiones previas para comprobar que la muda de dientes de leche a los definitivos está siendo correcta, son fundamentales. A partir de entonces, podemos encontrar, de forma resumida, los siguientes problemas :

• Infecciones periapicales (alrededor de la raíz de premolar o molar, zona que no se ve).
• Enfermedad periodontal (sarro), en edades más avanzadas.
• Fracturas de la corona y/o raíz.
• Caries.

¿Cómo distinguir entre unos y otros ?

Los síntomas pueden variar, y el más llamativo viene dado por las infecciones periapicales de los premolares o molares. Sus raíces se introducen en el seno maxilar, cavidad del cráneo llena de aire en la cara del caballo, y la infección puede originar la salida de material purulento por el ollar de la zona afectada (siempre es unilateral), el acúmulo del pus en una zona bajo el ojo, originando un bulto de consistencia variable, que más tarde puede evolucionar a una fístula (el pus se abre paso al exterior) en la cara, justo por debajo del ojo. Provoca lo que se llama una sinusitis secundaria a la infección de la raíz de un diente.

En el caso de la enfermedad periodontal grave, solemos notar un olor pestilente en la boca de nuestro caballo, cúmulo de placa en todas las piezas, sobre todo en las afectadas, y en ocasiones, salivación intensa. Por suerte las piezas afectadas por este problema suelen estar débilmente unidas al hueso y extraerlas es menos complicado.

Cuando hay fracturas de las piezas dentales, en corona o raíz, el dolor puede ser más que evidente, encontrando a nuestro caballo reticente a comer, a ponerse el bocado, agresivo... Si la fractura es coronaria, se ve a simple vista, y si es de raíz, podemos localizarla mediante una placa.

En el caso de la infección periapical, caries, o enfermedad periodontal grave, podríamos pensar que la aparición de un "flemón" bajo el ojo de nuestro caballo o la descarga de materia purulento por un ollar, es suficiente para diagnosticarlas. Pero existen muchas causas que pueden dar lugar a una sinusitis primaria, no relacionada con los dientes, y que provoca los mismos síntomas, así que es necesario confirmar la existencia de alguna de las anteriores causas citadas.

Realización de placas:

No es fácil obtener una buena resolución, pues el material purulento dificulta la realización de placas con buena definición y a veces en ellas no se ve la destrucción ósea asociada a estos procesos. Además, todos los procedimientos que tendremos que llevar a cabo, pueden requerir de sedación (placas, drenaje del absceso, y evaluar si extraer o no la pieza dental).

Como lo lo ideal suele ser enemigo de lo posible, una solución intermedia es drenar y limpiar correctamente el absceso, para eliminar todos los restos de pus, instaurar terapia antibiótica sistémica cada 12 o 24 horas (los antibióticos no llegarán si dejamos restos orgánicos en la zona), y antiinflamatorios si el caballo está muy molesto o hay gran inflamación. No siempre es una patología especialmente dolorosa, y por eso a veces, nos pasa desapercibida al principio. También debemos repetir las placas al cabo de una semana, en busca de líneas de osteolisis (destrucción del hueso maxilar por la infección).

Centesis del seno:

Si el estado general del caballo es bueno, y no hay descarga bilateral, podemos aislar en el cultivo del material purulento obtenido por centesis (punción del seno) bacterias tipo Bacteroides oralis y fragilis, las principales implicadas en abscesos de origen dental. Ante esto, determinar que estamos ante una sinusitis- absceso de origen dental es relativamente sencillo, junto con el resto de evidencias clínicas.

Endoscopia de los senos:

Es más complicada que las anteriores pruebas, requiere sedación y un gran equipo, pero permite visualizar mediante cámara flexible todas las estructuras, bien sea por vía oral, o por la fístula que ha dejado expuesto al exterior al seno maxilar afectado. A veces es la única forma de poner de manifiesto una infección periapical, y establecer qué diente está afectado.

Sea cual sea el origen del absceso dental en caballos (infección, sarro, caries, rotura), la única solución definitiva consiste en extraer la pieza dental afectada. Ahora bien, no siempre es posible determinar exactamente cuál es la pieza implicada (puede ser el último premolar, el primer molar... Y no siempre podemos establecer cuál es).

En el caso de enfermedad periodontal avanzada, puede que tengamos suerte y la pieza pueda ser extraída eliminando la placa, sin mayor complicación (quedan flojas al dejar de estar unidas a la arcada dentaria por el sarro), pero en el resto de situaciones, no es tan sencillo. Es fundamental sedar al caballo, y planificar cuidadosamente la cirugía.

Se pueden extraer a través de la cavidad oral, o mediante una ventana abierta en el seno afectado. Pero existen riesgos además de la sedación necesaria: afectar raíces de otros dientes adyacentes, afectar nervios faciales, dejar retenidos fragmentos de raíz por rotura durante la extracción...

¿Existe otra posibilidad de tratamiento de los abscesos dentales?

Como medida opcional, está el drenaje del absceso (abrir, remover todo el contenido purulento, y dejar abierto un tiempo para realizar curas con suero fisiológico templado y productos desinfectantes no irritantes). Los lavados deben realizarse cada 12 horas y debe instaurarse una terapia con antibióticos inyectables de amplio espectro contra bacterias anaerobias, de larga duración.

Es lo que se realiza en zonas con pocos recursos, donde no hay posibilidad de sedar a los caballos, ni equipos para extracciones,pero es una solución temporal. Puede que mejore unos meses, pero recaerá al no eliminar el problema. No obstante, a veces, en pacientes muy debilitados y/o viejos para someterlos a sedaciones, o cuando los riesgos superan a los beneficios que esperamos obtener, puede ser la medida más aconsejable.

Es complicado evitar que un premolar o molar superior de un caballo sufra a lo largo de su vida alguno de estos problemas y origine un absceso, pero algunos consejos pueden retrasar su aparición.

• Establecer un plan sanitario dental desde los 2 años de edad. El caballo se acostumbrará a la manipulación de las revisiones dentales y podremos ver cómo muda los dientes, detectar coronas retenidas, observar sobrecrecimientos dentales, fracturas... Existen odontólogos veterinarios equinos, totalmente especializados.
• Prestar mucha atención a la alimentación. Los caballos se pasan entre 14 y 16 horas alimentándose y no siempre les dejamos hacerlo como debieran. Ofrecer heno de calidad, fibroso, pero sin recurrir a la paja y sin abusar de piensos, repartido en diferentes tomas al día si está confinado, le ayudará a prevenir alteraciones debidas a la masticación, que además pueden originar el cólico equino.
• Evitar el estrés y/o aburrimiento que puede provocar desgaste excesivo de los dientes ("tiro"), o necesidad de roer maderas y otros materiales por frustración. Esto provoca desplazamientos de los incisivos o roturas que alteran toda la arcada dentaria del caballo. Y de nuevo puede llevarnos de forma indirecta a la aerofagia y cólico equino asociado.
• Observar la aparición de comportamientos extraños, como la caída de saliva al masticar, movimientos masticatorios anormales, rechazo a ponerse el bocado o la cabezada, o tendencia a escoger solamente el alimento blando (harinas), así como pérdida de peso gradual, si no lo vemos a menudo (ej: caballos en boxes que visitamos los fines de semana para montar). Si no conocemos su comportamiento normal, será difícil decir qué signos son extraños en nuestro caballo.
• Incluir la limpieza de dientes en nuestra revisión veterinaria periódica ayuda a combatir el sarro, detecta además crecimientos anómalos en dientes que deben ser limados y nos permite atajar a tiempo movimientos masticatorios anormales que pueden desencadenar múltiples problemas.

Esperamos que este artículo de ExpertoAnimal os haya ayudado a comprender la importancia de una adecuada higiene dental en caballos para evitar la aparición de abscesos dentales y lo relacionado, que puede estar algo tan aparentemente inofensivo como una infección dental con, por ejemplo, la pérdida de un ojo si la infección del seno maxilar se extiende sin control y afecta a la órbita. Vuestro veterinario os puede dar las pautas para comenzar a manejar a vuestro caballo en las limpiezas dentales, y os podrá orientar sobre cuándo ese necesario realizar un examen profundo de la cavidad oral.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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