Ácaros en gatos - Síntomas, tratamiento y contagio

Ácaros en gatos - Síntomas, tratamiento y contagio

Los parásitos, tanto externos como internos, son uno de los principales enemigos del bienestar y la salud de nuestros animales de compañía en general. Pero si nos paramos a pensar en lo molesto que debe resultar tener a diminutos seres proliferando en nuestros oídos o piel, podemos comprender lo importante que resulta conocer todo lo posible sobre los ácaros en gatos, sus síntomas, tratamiento y contagio.

Para ello, ExpertoAnimal te ofrece este contenido a modo de guía general, para prevenir esta molesta infestación o atajarla si ya está presente en nuestro minino.

Tipos de ácaros en gatos

Los ácaros son ectoparásitos que se instalan en la piel para alimentarse de ella. Algunos cavan túneles en la dermis para ello, mientras que otros se mantienen en la superficie con el fin de profilerar y alimentarse de la queratina. Así, los ácaros tienen una capacidad reproductora muy grande, puesto que, si se dan las condiciones óptimas para ello, pueden incrementar su número muy rápido y provocar, así, una infestación en su huésped.

En los gatos, existen distintos tipos de ácaros, siendo los más comunes los causantes de sarna y de otitis. A continuación, mostramos los ácaros más comunes en gatos:

  • Otodectes cynotis
  • Demodex cati
  • Demodex gatoi
  • Notoedres cati
  • Cheyletiella

El ácaro más común en gatos: Otodectes cynotis

Este ácaro, que es una especie de diminutas arañas que parecen tener el don de la ubicuidad, pues los hay adaptados a todos los ambientes posibles, habita en el oído de perros y gatos. Así, junto con la pulicosis, esta es la parasitosis externa más comúnmente diagnosticada en gatos.

El ciclo de vida de este ácaro común en las orejas de los gatos es de unas tres semanas y comprende las siguientes fases:

  • Los huevos eclosionan tras unos 4 días en el canal auditivo.
  • La larva que sale se alimenta y comienza a pasar por varios estadios ninfales.
  • Finalmente, a los 21 días de la eclosión, tenemos un adulto listo para reproducirse y perpetuar la infestación.

Viven unas 8 semanas, pero son bien aprovechadas para una intensa reproducción. Su color es blanquecino, y las hembras llegan a tener el doble del tamaño de los machos, pero en ningún caso superan los 0,5 mm. No obstante, no podemos catalogarlos como microscópicos, pues disponiendo de un gato colaborador y buena vista, se pueden observar con relativa facilidad mediante el uso del otoscopio.

Aunque su hábitat sea el conducto auditivo, en infestaciones graves puede extenderse a una zona más amplia de la piel de la cabeza y cara de nuestro gato y, en ocasiones, se puede detectar algún ejemplar perdido por otras zonas del cuerpo, siendo su hallazgo normalmente anecdótico en esas partes. Sobre todo aparece en la zona superior de la cola, por la costumbre de dormir enroscados que tienen los gatos.

Se alimenta en la superficie externa de la piel del conducto auditivo (no excava galerías) y su saliva da lugar a irritación y prurito, provocando la hipersecreción de la glándulas de la misma.

Síntomas de Otodectes cynotis en gatos

Otodectes cynotis es uno de los principales responsables de otitis externa en gatos, sobre todo en ejemplares jóvenes. Los síntomas son fácilmente reconocibles y no tiene por qué haber una infestación masiva para ver que nuestro gato los manifiesta. Además, pueden darse casos de hipersensibilidad a estos parásitos (al igual que ocurre con las pulgas). Así, para descubrir cómo saber si un gato tiene ácaros, es importante resaltar que los signos clínicos más frecuentes y característicos son:

  • Exudado seco de color pardo-amarillento o negruzco, comparado con posos de café o carbonilla. En condiciones normales, el interior de las orejas de nuestro gato debe ser rosa y sin exudado de ningún tipo. No obstante, si el tiempo pasa y no se pone remedio, puede haber contaminación secundaria con bacterias u hongos, variando con ello el aspecto y color de la secreción. De esta forma, parece que el gato tiene cera negra en el oído.
  • Intenso picor y sacudidas frecuentes de cabeza. Las lesiones por rascado no tardan en aparecer, siendo frecuentes en la parte posterior de las orejas, en las mejillas, incluso en el cuello (como cuando los humanos sufren otitisy notan sensación de picor en la garganta). También pueden aparecer eritemas y costras secundarias al rascado en las mejillas y la zona superior de los ojos.
  • Otohematomas. A veces, el marcado prurito da lugar a que el rascado termine por romper los vasos capilares del cartílago auricular, provocando la acumulación de sangre. La oreja adquiere el típico aspecto de empanadilla. Si no se pone remedio con drenajes, se forma un coágulo que posteriormente se fibrosa, quedando una "oreja arrugada".
  • Fibrosis y estenosis del conducto auditivo. Si no tratamos la cronicidad de la infestación puede provocar un engrosamiento de las paredes y, por consiguiente, una reducción de la luz del canal, que puede llegar a ser irreversible como en cualquier otitis.

No siempre aparecen todos estos síntomas y, como se ha mencionado, no siempre existe correlación entre el grado de parasitación y la intensidad de los síntomas.

Diagnóstico de los ácaros en gatos

Debido a que se trata de una de las parasitosis más frecuentes en gatos, nuestro veterinario realizará en cada visita un examen del canal auditivo, pudiendo ver a este ácaro a simple vista si tiene suficiente tiempo y nuestro gato es tranquilo. Suelen introducir el otoscopio sin luz, iluminando una vez dentro, para atrapar por sorpresa al intruso, y que no le de tiempo a esconderse en las secreciones.

Si apareciesen secreciones y no se detectasen ácaros en el gato, el especialista tomará unas muestras mediante un hisopo y en el microscopio se pueden observar tanto los huevos como las larvas hexápodas (3 pares de patas) y los adultos (con 4 pares de patas). En ocasiones, se utiliza una gota de aceite con el fin de lubricar las secreciones, bastante secas, y facilitar la salida de estos artrópodos del escondite.

Aunque no haya secreciones intensas, o no se pongan de manifiesto en una primera revisión, si continuamos notando molestias compatibles en nuestro gato, nuestro veterinario insistirá en la búsqueda de ejemplares aislados que puedan estar causando una reacción de hipersensibilidad.

El hecho de no ser vistos en una primera revisión no quiere decir que no estén, y por eso es muy importante explorar el oído en cada visita, sobre todo en los primeros meses de vida de nuestro gato.

Tratamiento para ácaros en gatos (Otodectes cynotis)

Además de los tratamientos acaricidas, es de vital importancia la limpieza de las secreciones con un limpiador adecuado, un mínimo de dos veces por semana al principio. Estos limpiadores suelen ser oleosos, así que pueden ayudar a librarse de los parásitos de forma mecánica (los ahoga), una ayuda extra al antiparasitario que debemos aplicar a nuestro gato.

Cómo limpiar los oídos de un gato con ácaros

Para limpiar los oídos del gato, se introducirán unas gotas del limpiador en el pabellón auditivo y, con una gasa estéril, se procederá a limpiar toda la zona, extendiendo bien el producto y ejerciendo un suave masaje que, además, permite retirar algunos de estos parásitos. Estas gotas para los ácaros en gatos suelen ser un complemento al tratamiento veterinario muy eficaz. No obstante, como remedio casero para los ácaros en gatos, es posible emplear aceite de oliva en su lugar, siguiendo el mismo procedimiento.

Un pequeño inconveniente es la entrada accidental en el ojo de alguna gota de estos aceites limpiadores, con lo que es aconsejable ser muy precavidos. Otro incidente es la posible aparición de un Síndrome de Horner, secundario a una limpieza. No obstante, es raro, y los beneficios de la limpieza superan a los inconvenientes.

Acaricidas más empleados para eliminar ácaros en gatos

  • Selamectina tópica (pipeta): debido a que los ácaros se alimentan de sangre y linfa, cualquier producto que pase a la sangre del gato, será absorbida por ellos. La selamectina aplicada en la piel de la nuca se absorbe por los capilares sanguíneos y alcanza unas concentraciones óptimas en pocas horas, o como mucho, dos días. Los ácaros mueren al alimentarse. Una dosis puede resultar suficiente, pero se recomienda repetir al cabo de 3 semanas (el tiempo estimado de ciclo del ácaro).
  • Ivermectina ótica: existen geles con ivermectina ideados para combinar el efecto oleoso de un limpiador con el poder acaricida de la ivermectina. Se aplican cada 7 días durante varias semanas, pero su eficacia depende de lo manejable que sea nuestro gato y la profundidad a la que logremos introducir la cánula. Todos los productos pueden originar reacciones tanto en animales como en personas, pero la ivermectina, por ser uno de los más empleados y estudiados, quizá cuente con más datos sobre hipersensibilidades conocidas. Así que, aunque es muy seguro y eficaz, debemos estar atentos ante cualquier posible efecto secundario (depresión, salivación intensa, problemas oculares, diferencia de tamaño de las pupilas...).

Si existiese una infección fúngica o bacteriana secundaria, se debe tratar con productos específicos. Hay suspensiones óticas que combinan antifúngicos y antibióticos. A veces se confía en que tienen poder acaricida pero no es así. Su efecto contra los ácaros reside en la capacidad de ahogarlos. Es un tratamiento a veces corto y puede sobrevivir alguno, así que el uso de una pipeta de selamectina es necesario, combinado con el tratamiento de la infección.

Pipetas para ácaros en gatos

Dado que el uso de pipetas es prácticamente obligatorio para tratar los ácaros en gatos, será el veterinario quien indicará la más adecuada para el tratamiento. Así mismo, las pipetas son un excelente método preventivo que ayudan a evitar la proliferación de estos parásitos. Para adquirirlas, existen tiendas de venta online que ponen a disposición de los usuarios pipetas de las marcas más reconocidas por su eficacia, como Frontline, que permiten obtener estos productos para prevenir la aparición de ácaros en gatos y otros parásitos externos, como pulgas o garrapatas. Este es el caso de MiPipeta, un proyecto que ofrece pipetas para gatos y perros.

Contagio de Otodectes cynotis

El contacto íntimo y directo es la vía de contagio. Todos nos hemos preguntado cómo es posible que nuestro gatito, con apenas dos meses, tenga ácaros. Probablemente su madre los padecía y, en la crianza, se los ha transmitido a toda la camada. Durante ese tiempo hay un estrecho contacto entre gatitos y madre, con aseo continuo incluido y los ácaros, al igual que los piojos en los niños, no tardan en llegar a los oídos de todos los felinos.

Aunque pueden sobrevivir fuera del conducto auditivo hasta 10 días, el contagio de ácaros en gatos mediante fómites (objetos como mantas...etc) es muy improbable, aunque no está descartado. No obstante, debería ser un ambiente bastante falto de higiene y una infestación severa.

Solemos asociar estas parasitosis a gatos callejeros, pero es bastante común encontrar gatos procedentes de criaderos y protectoras con una importante carga de parásitos en sus oídos, así que nunca debemos descartar este problema. Muchas veces los padecen durante años, pudiendo ser confundidos con las típicas secreciones ceruminosas de los gatos peludos: persas, exóticos...

¿Los ácaros del gato se contagian a perros?

Si ha habido buena conexión entre nuestro gato y nuestro perro y se pasan el día juntos, jugando, durmiendo y acicalándose, debemos revisar los oídos de todos nuestros animales. ¡Sin olvidarnos de los hurones!

¿Los humanos también pueden contagiarse?

Puede aparecer alguna lesión eritematosa en los brazos por contacto directo, pero de nuevo el ambiente y el grado de infestación tendría que ser extremo. No se descarta en casos de hacinamiento de gatos, o alguna persona que puede tener hipersensibilidad a Otodectes cynotis y tener la desgracia de contactar con algún ejemplar extraviado.

Otros ácaros en gatos

De forma breve, resumimos los otros ácaros comunes que pueden afectar a nuestros gatos, menos frecuentes en proporción, pero igual de importantes:

  • Demodex cati y Demodex gatoi: Demodex gatoi apenas se cita, mientras que Demodex cati puede estar tras las otitis ceruminosas en gatos, aunque en comparación con el Demodex canis en perros, no es demasiado frecuente. Suele provocar una otitis moderada, sin picor, pero con abundante cerumen de color pardo amarillento, en gatos por lo demás sanos (él es el responsable de la otodemodecosis felina). Responde bien a los tratamientos antes descritos, pero su proliferación excesiva o que afecte a todo el cuerpo se asocia a bajada de defensas o inmunosupresión, que debe corregirse.
  • Notoedres cati: este ácaro provoca la llamada "sarna de la cabeza del gato o sarna notoédrica", es comparable al Sarcoptes scabiei en perros en cuanto a ciclo vital y acción. Se contagia por contacto directo y las lesiones iniciales se localizan precisamente en la cabeza y cuello, siendo el intenso picor en la cara lo que más llama la atención. Las lesiones secundarias son inevitables. Es bastante frecuente en gatos de colonia, y el tratamiento en estos casos puede ser la aplicación de ivermectina en la comida cada semana, durante varias semanas. El problema es que nunca sabremos qué gato se lo ha tomado, o si uno ha tomado varias dosis. Para gatos caseros afectados, los tratamiento contra los otros ácaros mencionados también sirven (selamectina por ejemplo). Te recomendamos revisar el artículo de ExpertoAnimal en el que se habla sobre la sarna de los gatos.
  • Cheyletiella: la caspa andante o un ácaro del pelaje que se puede observar a simple vista en perros, gatos y conejos. Su aparato bucal le permite anclarse para alimentarse de líquidos tisulares. Hay quienes los comparan con una "silla de montar" cuando se estudian detalladamente. Los síntomas son "caspa" y picor, y los tratamientos los mismos que en el resto de ácaros en gatos. En cachorros puede emplearse el rociado con fipronil.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • La importancia de la desparasitación de perros y gatos. 26/03/2019, de Clínica Veterinaria Anibal. Disponible en: http://www.clinicaveterinariaanibal.com/pdf/desparasitacion.pdf
  • ESCCAP. (2016). Control de ectoparásitos en perros y gatos. Guía ESCCAP, nº 3.
  • Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Dermatosis felinas en colectividades. Disponible en: http://www.colvema.org/PDF/DERMATOSISFELINAS.pdf
  • Ortúñez, A., Verde, M. T., Navarro, L., Real, L., Viela, C. (2009). Demodicosis Felina: a propósito de tres casos clínicos. De A.V.E.P.A. Disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/clivetpeqani/11307064v29n3/11307064v29n3p165.pdf