En este artículo de ExpertoAnimal te enseñaremos cuáles son los ácaros más frecuentes en los perros, las enfermedades y los síntomas que producen, así como los tratamientos recomendados. Un ácaro es un artrópodo muy emparentado con las arañas, siendo la mayoría microscópico, aunque algunas especies se pueden observar a simple vista, como por ejemplo las garrapatas. En general, todos los ácaros que nos interesan son parásitos, es decir, viven sobre un huésped, en este caso, el perro.
Saber reconocer los síntomas de los ácaros en perros es fundamental para evitar consecuencias graves producidas por su hospedaje, ya que la mayor parte de los microscópicos dan lugar a enfermedades de la piel, conocidas como sarnas. Los de mayor tamaño, además de poder generar problemas de piel en los perros, transmiten enfermedades tanto al hombre como a los perros, debido a que se alimentan de la sangre del huésped (hematófagos). Sigue leyendo y descubre todo lo que debes saber sobre los ácaros en perros, cuáles son los síntomas, cómo se contagian y cuál es el tratamiento apropiado.
Los ácaros microscópicos más frecuentes en los perros
Los ácaros microscópicos más comunes en los perros son aquellos que producen las sarnas. Aunque son varios los que existe, los tipos de sarnas más comunes en perros son:
- Sarna demodécica o demodicosis canina. Es una enfermedad producida por el ácaro Demodex canis. Se encuentra de forma habitual en los folículos pilosos de los perros, pero solo genera enfermedad ante una bajada de las defensas del animal. Produce zonas de intenso enrojecimiento, sobre todo inicialmente por la zona del hocico y la cabeza. Los síntomas de este ácaro pueden acompañarse de prurito o no, dependiendo del perro. Si es una lesión localizada se puede curar de forma espontánea, pero si se trata de sarnas demodécicas generalizadas, el diagnóstico es más complicado, ya que, además, da lugar a infecciones secundarias en la piel, agravando la enfermedad.
- Escabiosis canina o sarna sarcóptica. Producida por el ácaro Sarcoptes scabiei. Suele provocar zonas de gran irritación y de intenso picor, sobre todo de forma súbita. El perro infectado por este ácaro puede contagiar a otros animales y al hombre.
- Enfermedad de la caspa andante o cheyleteliosis. Es una sarna relativamente benigna producida en perros por el ácaro Cheyletiella yasguri y muy frecuente en cachorros. Los ácaros viven en las capas de queratina y se alimentan del detritus de la piel. Al moverse arrastran con ellos la descamación que generan, de ahí el nombre de la patología. Otro de los síntomas de este ácaro en perros es que dejan la piel enrojecida (eritema) y producen picor (prurito). Los parásitos se pueden ver a simple vista. Se contagia por contacto directo o bien a través de las superficies donde el animal duerma o repose.
- Mención aparte sería el caso del Otodectes cynotis o ácaro del oído. Produce la llamada otoacariosis canina y felina. Es muy frecuente tanto en el perro como en el gato. Su hábitat es el conducto auditivo externo y provoca una reacción inflamatoria en este lugar que genera un cerumen oscuro y mucho picor al animal. Suele afectar a ambas orejas.
¿Por qué su contagio es tan sencillo?
Dentro de los ácaros macroscópicos, en la península ibérica se pueden encontrar los que nombramos a continuación:
- La garrapata típica del perro es el Rhipicephalus sanguineus, o garrapata parda, que se adapta muy bien a climas secos. Suele tener un tamaño considerable y es blanda, debido a la gran cantidad de sangre que puede almacenar.
- El otro tipo de garrapata que puede parasitar al perro (y a otras especies, incluidos reptiles y aves), es el Ixodes ricinus. Es de menor tamaño, suele ser dura y suele tener un color negro.
- Existen otros tipos de garrapatas, como el Demacentor reticulatus, pero suele parasitar a las ovejas, principalmente.
En cambio en Centro y sur América serían:
- Dermacentor variabilis. Es la más común y parasita tanto a hombres como a perros.
- Ixodes Scapularis. Se concentra más en zonas húmedas, parasitando a todos los animales domésticos.
- Rhipicepahlus sanguíneus. Es la más ubicua de todos y se puede encontrar en cualquier lugar del mundo.
¿Cómo se tratan las parasitaciones por ácaros?
En general, todos los ácaros en perros se tratan con insecticidas. Para perros adultos se recomiendan baños de Amitraz, con la frecuencia que establezca el veterinario (suelen ser cada 2 semanas). Otro tratamiento de elección es la Ivermectina (insecticida sistémico).
En el caso de cachorros, debido a que la sarna más frecuente es la cheyleteliosis, se recomienda el cepillado del animal para eliminar la caspa, aplicar un insecticida apto para cachorros y también aplicar insecticida en los lugares que frecuente el animal del hogar, así como lavar con programa de agua caliente la cama y otros lugares de reposo.
En el caso de la otoacariosis se recomienda unas gotas óticas con insecticida incorporado y realizar un tratamiento con spray insecticida al animal afectado.
Antes de intentar aliviar los síntomas de los ácaros en tu perro, ten presente que todo tratamiento debe ser realizado bajo supervisión veterinaria. En especial si el perro afectado por ácaros es un cachorro, resulta indispensable actuar siguiendo las instrucciones de un especialista, puesto que podrías proporcionarle un tratamiento que solo consiguiera dañar aún más al animal.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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