Los mirlos (Turdus merula) son animales inteligentes y cariñosos que deben vivir siempre en libertad, en su hábitat natural. Pero, en ocasiones, debemos mantenerlos en cautividad. Sería el caso de las crías que podemos encontrar fuera de su nido y que no se saben valer por sí mismas al no poder todavía ni alimentarse solas, pero, también, pueden necesitar ayuda mirlos adultos que presenten alguna lesión o enfermedad.
En este artículo de ExpertoAnimal vamos a centrarnos en la alimentación del mirlo común como parte fundamental de su recuperación antes de liberarlo. ¿Tienes un mirlo en cautividad rescatado? ¿No sabes cuál es la comida para mirlos más indicada? Entonces este artículo te interesa, ¡sigue leyendo!
Características del mirlo común
El mirlo es un pájaro común en Europa. Presenta dimorfismo sexual, lo que quiere decir que la hembra y el macho son diferentes a simple vista. Así, el macho es totalmente negro y de pico y anillo ocular amarillo-naranja, mientras que la hembra es de tono pardo oscuro y con el pico marrón. Su tamaño es de unos 25 centímetros de longitud.
Son insectívoros, por lo que están provistos de un pico fino y alargado, y crían durante los meses de abril y mayo, haciendo nido en arbustos, setos, cobertizos, leña amontonada, etc. El nido lo hacen con materiales variados. Ponen unos 4-6 huevos. Aceptan también alimentarse de bayas, orugas, moluscos e incluso comida humana.
Las crías al nacer no saben volar ni tampoco alimentarse solas, siendo totalmente dependientes de sus progenitores, que comparten su cuidado. Los huevos, moteados y de color azulado, eclosionan aproximadamente a las 2 semanas de su puesta y otras 2 semanas después las crías abandonan el nido, permaneciendo escondidos en el suelo. Las crías desarrollan la capacidad de volar y de alimentarse solas al mismo tiempo. El macho aún inmaduro es negro con el pico negruzco. Su hábitat son jardines, setos, monte bajo, arbolados, etc. Veremos en el siguiente apartado la importancia de la alimentación del mirlo común para las crías.
¿Cómo alimentar a un mirlo recién nacido?
Como hemos dicho, los mirlos son aves insectívoras, aunque puedan consumir algún otro alimento. Durante sus primeras semanas de vida son alimentados directamente por sus progenitores, quienes les introducen la comida en el interior de la boca. Los pequeños se mantienen en el nido, abriendo sus picos cada vez que se aproximan los adultos. Sin sus padres sería imposible su supervivencia, ya que solos no saben utilizar el pico para hacerse con comida.
Por ello es de vital importancia, si nos encontramos con un mirlo cría fuera de su nido y perdido, sin posibilidad de que vuelva con sus padres, que lo alimentemos tal y como vamos a explicar. En primer lugar debemos hacer una pasta de cría con los siguientes ingredientes:
- Pienso para gatos
- Huevo cocido
- Pan rallado
- Agua
La elaboración de la pasta es la siguiente:
- Cubrimos con agua tibia un puñado de pienso hasta que se reblandezca de forma que podamos aplastarlo fácilmente con un cubierto.
- Cocemos el huevo y le retiramos la cáscara.
- Aplastamos el huevo y el pienso y los mezclamos.
- Añadimos pan rallado hasta que la pasta nos quede lo suficientemente sólida como para poder cogerla con unas pinzas, pero sin que sea demasiado dura.
- Administrar a temperatura ambiente.
Podemos guardarla tapada en un recipiente de vidrio y debemos hacer una nueva cada día, aunque nos sobre.
¿Cómo hacer que un pichón abra el pico?
Puede ocurrir que el pájaro no abra el pico para alimentarse, algo frecuente si ha sido alimentado anteriormente por sus progenitores. A continuación te explicamos cómo administrar la pasta de cría para alimentar un pollo de mirlo recién nacido, teniendo en cuenta las siguientes indicaciones:
- Lo más difícil es conseguir que el pequeño mirlo nos identifique como un adulto de su especie y, en consecuencia, abra la boca. Al principio lo normal es que tengamos que abrirle la boca con mucha delicadeza, lo que podemos hacer presionando con suavidad ambos lados de las comisuras del pico.
- Con la boca abierta, introduciremos la pasta con unas pinzas lo más atrás que nos sea posible, siempre con muchísimo cuidado.
- Una vez que el pájaro relacione nuestras pinzas con comida, lo que suele suceder tras el primer día, abrirá la boca nada más nos vea.
- Debemos darle la pasta aproximadamente cada dos horas, pudiendo descansar durante el período de oscuridad.
- Hay que darle, en cada toma, las veces necesarias hasta que veamos que queda satisfecho y deja de pedir comida.
Esta pasta es la recomendada para pájaros insectívoros, por eso se ajusta a la correcta alimentación del mirlo común. Si la cría que recogemos de la calle es de otra especie o tenemos dudas siempre podemos consultar con un especialista. Por supuesto, tan solo debemos recoger a una cría si no es posible que se reúna con sus padres y corre peligro su vida.
¿Cómo alimentar a un mirlo en cautividad?
Si recogemos un mirlo adulto herido la alimentación será mucho más sencilla, ya que pueden comer solos. Podemos buscar en el mercado pasta para insectívoros, alimento en grano para insectívoros e incluso podemos adquirir insectos directamente, como larvas de gusanos entre otros. Estos productos los podemos encontrar en tiendas físicas de productos para mascotas, tiendas Online y en clínicas veterinarias para animales exóticos.
Cuidados para los mirlos
Además de la alimentación del mirlo común, es importante observar las siguientes recomendaciones para su cuidado:
- Si nos hemos encontrado un mirlo bebé, deberemos instalarlo en una caja de cartón de las dimensiones adecuadas. Esta caja lo mantendrá a buena temperatura y, además, lo aislará de estímulos del exterior que puedan asustarlo. También la podemos utilizar para transportarlo. La caja la mantendremos normalmente abierta y solo la cerraremos, dejando siempre aberturas para que pase el aire, cuando sea necesario. En una caja de cartón no se lastimará.
- En su caja es recomendable que instalemos un palo suficiente para su tamaño, colocado a media altura y que la atraviese de lado a lado. Al mirlo le encantará posarse en él para trinar, comer y descansar.
- En el suelo de la caja podemos poner empapadores o cualquier material que proteja el cartón y se pueda sacar y reponer para mantener el suelo siempre limpio.
- Podemos poner la caja en un sitio elevado, pues les gusta situarse a cierta altura y, además, así podrá practicar vuelo cuando llegue el momento.
- Hay que tener en cuenta que van a hacer sus desposiciones por cualquier sitio, ya que no se acostumbran a utilizar una determinada superficie o lugar.
- Podemos desparasitarlo (de hecho, sin desparasitar internamente, podremos oírlos toser si es que están infestados), siempre consultando productos y dosis con un veterinario especializado.
- Si recogemos un adulto en mal estado necesitará asistencia veterinaria, que podremos obtener en una clínica con un veterinario formado en aves o en nuestro centro de recuperación de fauna silvestre más cercano. En estos casos los deberemos mantener en una jaula amplia para evitar el estrés y la ansiedad.
También debemos saber que las crías de mirlo comienzan a poder alimentarse solas y a volar prácticamente a la vez, cuando cuentan con unas dos semanas de vida. A partir de ese momento podemos planificar su puesta en libertad. Si se trata de un mirlo ya adulto podremos soltarlo una vez se recupere del daño que le impedía valerse por sí mismo. En el siguiente apartado veremos cómo dar este paso con garantías.
¿Cómo liberar un pájaro adulto?
Tras repasar la alimentación del mirlo común y sus cuidados básicos, veremos qué hacer para poder devolverlo a la vida silvestre. Como comentamos, el primer paso es que la cría sepa alimentarse por sí sola y volar o que el adulto se encuentre totalmente restablecido.
Si hemos cuidado de un mirlo bebé, es importante que no interactúe más que con una persona ya que, de lo contrario, corre el riesgo de acostumbrarse y tener dificultades una vez viva en libertad, pues podría aproximarse a quien no debe tanto si hablamos de personas como de otros animales. Debemos buscar un centro de recuperación de fauna silvestre, pues será en estas instalaciones donde pueda llevarse la reintroducción al medio con garantías, especialmente si estamos hablando de una cría.
En estos lugares anillarán al mirlo y lo trasladarán a un recinto cerrado para que desarrolle la habilidad de atrapar su propia comida. Una vez comprobado que puede alimentarse solo le dejará libre acceso al exterior para que pueda adaptarse a su nueva vida teniendo todavía cerca una fuente segura de alimento.
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