Alimentos prohibidos para gatos

Alimentos prohibidos para gatos

Si compartes tu vida con un gato, seguro que en más de una ocasión te has preguntado si puede comer o no cierto alimento. Muchos de los ingredientes que forman parte de nuestra dieta son perfectamente aptos para nuestras mascotas, sin embargo, también existen ciertos alimentos que, pese a ser inocuos para nosotros, representan un gran riesgo para nuestros animales.

Entonces, ¿qué no pueden comer los gatos? Si quieres descubrir algunos de los alimentos prohibidos para gatos, no dudes en acompañarnos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que hablaremos sobre 15 cosas que no pueden comer los gatos.

Cebolla, ajo, puerro y cebollino

Los primeros alimentos prohibidos para gatos son la cebolla (Allium cepa), el ajo (Allium sativum), el puerro (Allium porrum) y el cebollino (Allium schoenoprasum), que son todas plantas bulbosas que pertenecen al género Allium.

Estas plantas contienen organosulfóxidos, unos compuestos tóxicos que se absorben rápidamente en el tracto intestinal y se convierten en agentes oxidantes altamente reactivos. Estos agentes interaccionan con los glóbulos rojos de los gatos, causándoles lesiones oxidativas que terminan ocasionando la lisis (rotura) de los glóbulos rojos.

Como consecuencia, se produce una anemia hemolítica que, en casos graves, puede llegar a desencadenar un fallo renal agudo que puede terminar siendo fatal para estos animales. Por tanto, es importante recordar que estos vegetales deben excluirse por completo de la dieta de estos animales, puesto que se encuentran en la lista de alimentos mortales para los gatos.

Tanto los perros como los gatos pueden sufrir estas intoxicaciones, aunque los gatos parecen más sensibles a la toxicidad del ajo y la cebolla debido a que su hemoglobina tiene una estructura específica más sensible al estrés oxidativo.

Chocolate

¿El chocolate le hace daño a los gatos? Se trata de otro de los alimentos mortales para gatos y, de hecho, la intoxicación por chocolate se descubrió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando a los animales de compañía y a los animales de granja se les suministraba como complementos alimenticios los excedentes derivados de la producción del cacao.

El componente tóxico más importante del chocolate es la teobromina (una metilxantina). Las concentraciones de este tóxico varían en función de la calidad del chocolate; cuanto más porcentaje de cacao, mayor cantidad de teobromina. Es decir, el chocolate negro tiene mucha mayor cantidad de teobromina (y, por tanto, es más tóxico) que el chocolate con leche y el chocolate blanco. El cacao en polvo también constituye un riesgo, puesto que contiene una elevada concentración de teobromina.

La teobromina estimula el sistema nervioso central, ocasionando una hiperactividad cardiaca y respiratoria. Los signos de la intoxicación suelen ser:

  • Signos gastrointestinales
  • Excitabilidad
  • Taquicardia
  • Temblores
  • Hipertensión
  • Hipertermia

Con menos frecuencia pueden aparecer arritmias cardiacas, taquipnea e incluso convulsiones. Los signos de toxicidad generalmente aparecen dentro de las 2-4 horas post-ingesta, aunque en algunos casos pueden retrasarse hasta 6-12 horas.

Es importante destacar que tanto los perros como los gatos pueden sufrir una intoxicación por consumo de chocolate, sin embargo, los casos de intoxicación son mucho menos frecuentes en la especie felina. Aunque los gatos parecen ser ligeramente más sensibles al efecto de las metilxantinas, al tener hábitos alimenticios más selectivos, no suelen sentirse atraídos por el chocolate y no suelen consumirlo de forma accidental.

Tienes más información sobre si "¿Los gatos pueden comer chocolate?" en el siguiente post.

Alimentos con cafeína

La cafeína es una metilxantina (similar a la teobromina del chocolate) que también resulta tóxica para el organismo de los gatos. Está presente en una gran variedad de alimentos, incluyendo el chocolate, los granos de café, el té, las bebidas energéticas, etc. Todos estos productos se encuentran en la lista de alimentos tóxicos para gatos que no pueden comer.

Los signos de la intoxicación por cafeína son muy similares a los producidos por el chocolate. Los primeros signos suelen aparecer 1-2 horas después de la ingestión, y pueden incluir:

  • Vómitos
  • Diarrea
  • Hiperactividad
  • Temblor
  • Taquicardia e hipertemia.

En intoxicaciones severas, los signos clínicos pueden agravarse, apareciendo arritmias cardiacas, hipertensión, rigidez muscular, fallo respiratorio, coma y muerte.

Etanol

El etanol o alcohol etílico es un alcohol de dos carbonos que se encuentra en una gran variedad de productos, tanto alimenticios (como las bebidas alcohólicas, el pan crudo, las masas de pizza o la manzanas podridas), como no alimenticios (pinturas, barnices, medicamentos, perfumes, enjuagues bucales, anticongelantes, etc.).

Una vez ingerido, el etanol es absorbido rápidamente en tracto gastrointestinal, pasando a la sangre y atravesando la barrera hematoencefálica. El mecanismo de acción etanol aún no está del todo claro, aunque parece que actúa inhibiendo los receptores de glutamato en las células cerebrales.

Los signos clínicos de la intoxicación suelen aparecer rápido (dentro de la primer hora post-ingesta) e incluyen depresión, ataxia (incoordinación), letargo e hipotermia. En casos graves, los animales pueden entrar en un estado comatoso y desarrollar una depresión respiratoria severa.

Limón

La pulpa del limón no contiene ningún compuesto tóxico para el organismo de los gatos. Sin embargo, los tallos, las hojas y la piel del limón contienen aceites esenciales y psoralenos que pueden causar un cuadro de intoxicación con vómitos, diarrea, depresión y dermatitis. Por ello, el limón también se encuentra en la lista de alimentos malos para gatos.

Carne y pescado crudos

Las dietas animales basadas en el consumo de alimentos crudos (como las dietas BARF) se han hecho especialmente populares en los últimos años. Aunque pueden aportar ciertos beneficios, también conllevan importantes riesgos para la salud de las mascotas, lo que las hace poco recomendables.

La carne y el pescado crudos pueden contener una gran variedad de microorganismos patógenos. Algunos de estos microorganismos proceden de los propios animales productores de alimentos, y otros muchos pueden llegar a los alimentos por contaminaciones exógenas durante el procesado o almacenamiento (a partir de los manipuladores de alimentos, los equipos y utensilios que entran en contacto con los alimentos, etc.).

Existe la falsa creencia de que el tratamiento por congelación destruye los microorganismos, pero lo cierto es que, en la mayoría de casos, solo inhibe su multiplicación. Muchos de estos patógenos presentes en los alimentos crudos pueden sobrevivir a la congelación y terminar ocasionando una toxiinfección alimentaria en las mascotas. Por ello, siempre que aportes carne o pescado a tu gato, recuerda la importancia de someterlo previamente a un tratamiento térmico adecuado. Solo de esta manera podrás garantizar su seguridad.

Huevos crudos

El huevo es un alimento perfectamente apto para los gatos. Sin embargo, su aporte en crudo puede ocasionar importantes perjuicios para los gatos. Por un lado, porque como ya hemos mencionado, los alimentos crudos constituyen un peligro microbiológico. Y por otro lado, porque los huevos crudos contienen una enzima llamada avidina que disminuye la absorción de vitamina B7 (biotina).

Por ello, siempre que quieras incluir el huevo en la dieta de tu gato, recuerda la importancia de aportarlo siempre cocinado.

Consulta los detalles sobre "¿Los gatos pueden comer huevo?" en ExpertoAnimal.

Dulces

¿Sabías que los gatos no pueden detectar el sabor dulce? Si compartes tu vida con un gato, es posible que hayas detectado que los alimentos dulces le resultan completamente indiferentes. Esto se debe a que genéticamente no pueden expresar el receptor que es necesario para percibir este sabor.

A pesar de ello, es importante tener precaución con los alimentos dulces, puesto que pueden ocasionar importantes perjuicios en el organismo de los gatos. Entre otras cosas, pueden predisponer al desarrollo de obesidad, diabetes, etc. Por ello, es recomendable mantener este tipo de alimentos fuera del alcance de nuestros animales de compañía.

Alimentos salados

Los gatos son animales especialmente predispuestos a padecer patologías renales. El consumo de alimentos salados (como embutidos, anchoas, productos en salmuera, etc.) puede favorecer la aparición de hipertensión sistémica que, consecuentemente, puede desencadenar una lesión renal. Por ello, este tipo de alimentos deben excluirse de la dieta de los gatos.

Leche

Una vez que los gatos terminan su periodo de lactancia, comienza a disminuir en su organismo la actividad de la lactasa (enzima encargada de la descomposición de la lactosa de la leche), lo cual impide la correcta digestión de este alimento. Por ello, el consumo de leche en gatos adultos suele ocasionar un trastorno digestivo con dolor abdominal, vómitos y diarrea.

Cabe destacar que, en los gatitos lactantes, el aporte de leche de otras especies (vaca, oveja, cabra, etc.) también constituye un gran riesgo. La composición de azúcares, grasa y proteína de estas leches es muy diferente a la de la leche de gata, lo que impide que los gatitos la digieran correctamente. Es por ello que los gatitos únicamente deben alimentarse con leche de gata o leche en polvo especialmente formulada para la alimentación de estos animales.

Vinagre

¿El vinagre le hace daño a los gatos o no? El vinagre no contiene ningún compuesto que resulte tóxico para los gatos. De hecho, el vinagre de manzana, administrado a la dosis correcta, puede proporcionar importantes beneficios para la salud de los gatos, puesto que tiene efectos antioxidantes, hipoglucemiantes, antimicrobianos y antiparasitarios. Entonces ¿por qué hay quien afirma que el vinagre es malo para los gatos?

La explicación en sencilla. El vinagre es un producto fermentado que contiene ácido acético. Su consumo de forma concentrada o sin diluir puede causar irritación de la mucosa oral, vómitos y diarrea en los gatos. Por ello es un producto que solo se debe administrar diluido y previa recomendación de un profesional veterinario.

Frutos secos

Los frutos de cáscara (incluyendo las almendras, las nueces, las avellanas, los pistachos, los anacardos, etc.) no contienen ningún compuesto que resulte tóxico para el organismo de los gatos. Sin embargo, su composición nutricional los convierte en un alimento poco recomendable para estos animales.

Contienen niveles elevados de grasa que, si bien son grasas insaturadas (es decir, grasas saludables), tienden a aumentar considerablemente el valor energético de la ración, pudiendo favorecer la aparición de obesidad y todos los problemas asociados a la misma (diabetes, alteraciones hepáticas, etc.). Por ello, es preferible mantener los frutos secos fuera de la dieta de los gatos.

¿Qué pasa si mi gato come un alimento prohibido?

Lo primero que debes hacer es valorar la gravedad que puede conllevar el consumo del alimento. Para ello, debes tener en cuenta si el alimento prohibido que ha consumido tu gato es tóxico o no.

Si se trata de un alimento no tóxico (como un alimento salado, un alimento azucarado, un fruto seco, etc.) y tu mascota solo ha consumido una pequeña cantidad, en principio no debes preocuparte. Pon los medios necesarios para evitar que el consumo se repita y presta atención a la posible aparición de efectos adversos.

Por el contrario, si ha consumido cualquiera de los alimentos tóxicos o mortales para gatos que hemos mencionado en el artículo (ajo, cebolla, chocolate, alimentos con cafeína, etanol, etc.) es fundamental que acudas con urgencia a un centro veterinario puesto que será necesario instaurar un tratamiento frente a la intoxicación. Si han pasado pocas horas desde la ingesta, se podrá inducir el vómito o realizar un lavado gástrico para evitar la absorción del tóxico. Si la ingesta no ha sido reciente, habrá que limitarse a instaurar un tratamiento de soporte para paliar los efectos tóxicos del alimento.

Es importante destacar que, ante un caso de intoxicación, nunca se deben poner en práctica remedios caseros ni tampoco inducir el vómito si no ha sido previamente recomendado por un profesional veterinario, puesto que estas prácticas pueden llegar a complicar el cuadro de intoxicación.

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Bibliografía

Cortinovis, C., Caloni, F. (2016). Household food ítems toxic to dogs and cats. Sec. Veterinary Pharmacology and Toxicology; 3

Federación Europea de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (FEDIAF). Guías nutricionales. Alimentos de consumo humano que suponen un riesgo para los perros y gatos.