Alzheimer en perros o disfunción cognitiva - Tratamiento y síntomas

Alzheimer en perros o disfunción cognitiva - Tratamiento y síntomas

Con el paso de los años, muchos cuidadores observan cómo sus perros van experimentando cambios en el comportamiento, a menudo considerados como “seniles”, para los que no existe un motivo aparente. Este conjunto de alteraciones conductuales recibe el nombre de Síndrome de disfunción cognitiva o Alzheimer canino. Pese a que no cuenta con un tratamiento curativo, su diagnostico precoz y la instauración de un protocolo terapéutico adecuado puede mejorar la calidad de vida de estos animales.

Si quieres conocer más acerca del Alzheimer en perros o disfunción cognitiva, su tratamiento y síntomas, acompáñanos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal donde también hablaremos de cuáles son las causas, por ejemplo.

¿Qué es el Alzheimer o disfunción cognitiva en perros?

El Síndrome de disfunción cognitiva, comúnmente conocido como demencia o Alzheimer canino, consiste en un conjunto de cambios conductuales y cognitivos que se producen en algunos perros durante el envejecimiento.

Es una enfermedad degenerativa que aparece con frecuencia en los perros geriátricos. Las estadísticas revelan una prevalencia que varía del 14 al 35% en los perros seniles, aunque lo más probable es que se trate de una patología infradiagnosticada. Resulta llamativo que las razas pequeñas, pese a ser más longevas que las razas grandes, no parecen mostrar mayor predisposición a padecer este síndrome.

Causas del Alzheimer en perros

En los perros que padecen disfunción cognitiva o Alzheimer canino se produce el depósito de una proteína llamada beta-amiloide que forma unas placas en el parénquima cerebral.

Pese a que no se conoce cómo influye exactamente la formación de estas placas amiloides en el cerebro, se sabe esta proteína tiene un efecto neurotóxico, produciendo:

  • Alteración de la función neuronal.
  • Degeneración de las sinapsis.
  • Depleción de neurotransmisores.
  • Muerte neuronal.

Además, también se conoce que la extensión y la localización de los depósitos de beta-amiloide están relacionados con el grado de severidad de la disfunción cognitiva de los pacientes con Alzheimer canino. Como curiosidad cabe mencionar que estos depósitos de beta-amiloide también se producen en los pacientes humanos con Alzheimer.

Síntomas del Alzheimer en perros o disfunción cognitiva

El Síndrome de disfunción cognitiva puede cursar con una amplia variedad de alteraciones del comportamiento. Dichas alteraciones se pueden englobar en las siguientes categorías:

  • Pérdida de memoria y retraso en el aprendizaje: es frecuente que olviden pautas u órdenes que ya conocían, o que sean incapaces de aprender otras nuevas. Algunos animales presentan problemas de eliminación (se orinan o defecan en casa). En casos avanzados, también es posible que dejen de reconocer a sus cuidadores o personas de su entorno.
  • Alteración del comportamiento social: algunos perros se vuelven más ariscos (pierden interés o directamente rechazan las caricias), saludan con menos énfasis a sus cuidadores, se relacionan con dificultad con otros perros, son más agresivos, etc.
  • Alteración del ciclo sueño/vigilia: es frecuente que cambien las horas de sueño, de manera que duerman por el día y se mantengan en vilo por la noche.
  • Disminución de la actividad física y la conducta exploratoria: pasan la mayor parte del tiempo descansando o durmiendo, disminuyen su interacción con otros miembros de la familia y pierden interés por el entorno.
  • Ansiedad o irritabilidad: en algunos casos, los pacientes muestran mayor inquietud, de manera que descansan menos, muestran signos de ansiedad cuando se quedan solos, aumentan las vocalizaciones y aparecen estereotipias o conductas destructivas. Te dejamos este otro post sobre la Ansiedad en perros: síntomas y soluciones para que puedas tener más información sobre el tema.
  • Desorientación: se pierden en lugares hasta entonces conocidos y son incapaces de esquivar algunos obstáculos (como escaleras, puertas, etc.).

Diagnóstico del Alzheimer en perros

El diagnóstico del Alzheimer canino se realiza por exclusión, es decir, descartando cualquier otro proceso que pueda ser responsable de estos signos clínicos. Por ello, en este caso es especialmente importante realizar una buena lista de diagnósticos diferenciales, los cuales habrá que descartar uno a uno para poder alcanzar el diagnóstico de disfunción cognitiva o Alzheimer.

En la lista de diagnósticos diferenciales se deben incluir todas aquellas patologías que potencialmente puedan producir cambios en la conducta de los perros. Algunas de las más importantes son:

  • Enfermedades endocrinas: como el hipotiroidismo, la diabetes o el Síndrome de Cushing.
  • Problemas musculoesqueléticos: como la artrosis, la artritis, las hernias de disco, etc.
  • Enfermedades cardiovasculares: como la insuficiencia cardiaca, hipo o hipertensión, etc.
  • Enfermedades neurológicas: como los tumores, la encefalitis, etc.
  • Problemas de comportamiento primarios: es importante diferenciar las alteraciones de conducta primarias de las asociadas al Alzheimer canino. Para ello, es necesario conocer si el problema de comportamiento ya existía cuando el animal era joven y si se ha producido algún cambio que haya podido desencadenar ese problema.

Para descartar todas estos diagnósticos diferenciales, puede ser preciso realizar una o varias de las siguientes pruebas:

  • Anamnesis y exploración clínica: prestando especial atención a la exploración neurológica
  • Pruebas laboratoriales: análisis de sangre, perfil hormonal, análisis de orina, etc.
  • Pruebas de imagen: radiografía, ecografía, TAC o resonancia magnética.

Únicamente se podrá alcanzar el diagnóstico de disfunción cognitiva cuando se hayan descartado todos los posibles diagnósticos diferenciales.

Tratamiento de la disfunción cognitiva en perros

Actualmente, el manejo terapéutico del Alzheimer en perros se basa en la combinación de:

  • Pautas de comportamiento.
  • Terapia farmacológica.
  • Manejo dietético y nutracéuticos.

No obstante, debemos aclarar que no existe tratamiento curativo ni definitivo frente a este síndrome, sino que la terapia únicamente ayuda a minimizar los signos clínicos y a frenar la progresión de la pérdida de cognición.

Pautas de comportamiento

A fin de mantener las funciones cognitivas del animal y enlentecer la progresión de la enfermedad, se debe:

  • Mantener una rutina en torno a todas las actividades que involucren al animal: haciendo así que el ambiente sea más previsible y menos estresante.
  • Proporcionar un buen enriquecimiento ambiental: con juegos que estimulen las vías auditiva, táctil, oral y olfatoria, así como con paseos cortos y adiestramiento en positivo de nuevas órdenes sencillas.
  • Facilitar la orientación: para los perros con problemas de orientación puede ser de gran ayuda poner velas aromáticas con olores distintos en cada habitación, ya que les será más fácil recordar cada estancia.
  • No castigar o reñir a los animales por conductas inadecuadas: por ejemplo, por orinarse en casa o no dormir por la noche, ya que solo contribuirá a incrementar su nivel de ansiedad. En estos casos es especialmente importante realizar un adiestramiento en positivo, premiando las conductas positivas para reforzarlas.
  • Reducir la ansiedad o irritabilidad: el uso de collares o difusores con feromonas puede ser de gran ayuda. En los perros con alteraciones del ciclo vigilia/sueño es recomendable colocar estos difusores en su zona de descanso.
  • Tratarles con paciencia y compresión: como no puede ser de otra manera, debemos cuidar a nuestros perros bajo estas dos premisas durante toda su vida, pero será especialmente importante hacerlo cuando empiecen a mostrar estos cambios seniles. Las alteraciones observadas en la conducta del animal pueden resultar algo frustrantes para los cuidadores, pero en estos casos es importante racionalizar el problema y entender que no se trata de cambios voluntarios del animal, sino del mero proceso degenerativo de su sistema nervioso. Por ello, durante esta etapa de su vida, es especialmente importante tratarles con la paciencia, el cariño y el cuidado que se merecen.

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico debe orientarse a paliar los problemas de comportamiento y los desórdenes cognitivos. Los fármacos más frecuentemente utilizados para tratar la disfunción cognitiva en perros de edad avanzada son:

  • Nicergolina: a dosis de 0,25 mg por kg de peso al día. Produce vasodilatación a nivel cerebral, lo que incrementa el riego cerebral y, consecuentemente, mejora el aporte de oxigeno y glucosa al cerebro. Se ha demostrado que estimula las funciones psíquicas de memorización y aprendizaje, mejorando los trastornos del comportamiento en perros seniles.
  • Selegenina: a dosis de 0,5 mg por kg de peso al día. Produce un incremento en los niveles de dopamina, la cual es deficitaria en los pacientes con demencia. Además, tiene efecto antidepresivo y neuroprotector. Se recomienda administrarla por las mañanas, especialmente en pacientes con alteraciones del ciclo sueño/vigilia.

Por otro lado, pueden emplearse otros fármacos como la melatonina para intentar restablecer los ciclos de sueño/vigilia, o las benzodiacepinas para disminuir el nivel de ansiedad.

Manejo dietético y nutracéuticos

En la actualidad, existen piensos comerciales especialmente formulados para perros con cambios de comportamientos asociados a la edad, que contienen nutrientes y antioxidantes capaces de combatir los síntomas del envejecimiento celular.

Además, existen una serie de suplementos nutricionales que pueden ser de gran utilidad para el manejo de este síndrome. Los más importantes son:

  • Vitamina E (tocoferol): produce un efecto neuroprotector al actuar contra los radicales libres y proteger las células frente a la toxicidad provocada por los depósitos de beta-amoloide.
  • Vitamina B6 (piridoxina): interviene en la síntesis de neurotransmisores y apoya la transmisión sináptica.
  • Fosfatidilserina: este fosfolípido que se encuentra formando parte de la membrana celular de las neuronas, ayuda a mejorar los síntomas de los perros diagnosticados con disfunción cognitiva.
  • Ácido docosahexaenoico (DHA): es un ácido graso omega 3 cuyo déficit contribuye a la aparición de alteraciones cognitivas, por lo que resulta beneficioso suplementarlo en estos pacientes.
  • Ginkgo biloba: su uso parece que podría mejorar la memoria en perros seniles.

Te dejamos este otro post con una Guía completa de cuidados de un perro anciano.

Pronóstico del Alzheimer en perros

Una vez conocidos los aspectos más importantes de este síndrome, es probable que te preguntes cuánto puede vivir un perro con disfunción cognitiva.

Aunque el Alzheimer canino no sea una enfermedad mortal en sí misma, es posible que condicione la esperanza de vida de los animales que lo padecen, dado que en ocasiones se producen alteraciones de la conducta tales que obligan a los cuidadores y veterinarios a plantearse la eutanasia del animal.

No obstante, es importante señalar que la disfunción cognitiva suele producirse de forma lenta y gradual y que, en la mayoría de casos, los perros pueden vivir con una buena calidad de vida si se instaura un protocolo terapéutico adecuado.

Si quieres conocer más detalles sobre La eutanasia en perros, no dudes en echarle un vistazo a este post de ExpertoAnimal que te recomendamos.

Prevención del Alzheimer en perros

Aunque hasta la fecha no existe una forma efectiva de evitar la aparición del Alzheimer canino, sí que disponemos de una serie de medidas preventivas que pueden ayudar a retrasar la aparición de este síndrome en perros geriátricos:

  • Estimulación mental.
  • Desarrollo de juegos sencillos.
  • Adiestramiento en positivo de órdenes sencillas.
  • Ejercicio físico moderado.

Te dejamos el siguiente artículo con Juegos de inteligencia para perros en casa que quizás puedan ayudarte.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • González-Martínez, A., Rosado, B., García-Belenguer, S., Suárez, M. (2012). Síndrome de disfunción cognitiva en el perro geriátrico. Revista AVEPA; 32(3):159-167
  • Ibáñez, M., Morillas, S. (2014). Problemas de comportamiento en perros seniles. Síndrome de disfunción cognitiva. Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid.