Antihistamínicos para gatos - Dosis, marcas y efectos secundarios

Antihistamínicos para gatos - Dosis, marcas y efectos secundarios

Los antihistamínicos son fármacos muy utilizados en la medicina humana para el tratamiento de los síntomas de la alergia. Pero esto no quiere decir que porque nos parezca que nuestro gato es alérgico podamos dárselos por nuestra cuenta y sin consultar con el veterinario.

Si sospechamos esta o cualquier otra enfermedad en nuestro felino, la primera opción siempre es acudir a la consulta del profesional. En este artículo de ExpertoAnimal, repasamos los antihistamínicos para gatos, su uso y sus posibles efectos secundarios.

¿Qué son y para qué sirven los antihistamínicos para gatos?

Los antihistamínicos son medicamentos que se asocian al tratamiento de las alergias. Las alergias son reacciones de hipersensibilidad del organismo frente a diferentes elementos inocuos, que recibirán el nombre de alérgenos, que no tendría por qué causar ningún problema. Por ejemplo, el polen, el polvo, las esporas, las pulgas o cualquier alimento. Esta reacción provoca distintos síntomas que se pueden controlar con los antihistamínicos. Es decir, no son fármacos que vayan a curar la alergia, solo sirven para aliviar la sintomatología que esta ocasiona.

Por eso los antihistamínicos se pueden prescribir cuando a un gato se le diagnostica asma alérgica, dermatitis atópica, etc. Los síntomas de las alergias suelen incluir picor, pérdida de pelo o problemas en las vías respiratorias. Estos se relacionan con la liberación de histamina, de ahí el empleo de fármacos con efecto antihistamínico, en el intento de terminar con el prurito.

De todas formas, en la actualidad se dispone de otros tratamientos para tratar las alergias en los gatos, que van dejando en un segundo plano a los antihistamínicos. Y es que estos no resultan efectivos en todos los gatos y en otros solo se aprecia mejoría cuando se combinan con otros fármacos. Además, en ocasiones hay que probar varios hasta acertar con el que funciona. Eso sí, su uso permite reducir la dosis de medicamentos como los corticoides. En cualquier caso, las alergias son un problema complejo que requerirá de un tratamiento multimodal que incluya fármacos y medidas de control.

Dosis de antihistamínicos para gatos

Insistimos en este apartado en que antes de darle antihistamínicos a nuestro gato es imprescindible que nos los haya recetado el veterinario. Igualmente, solo este profesional puede prescribir la dosis adecuada a cada caso y siempre tendremos que respetar la dosificación que nos paute, así como la frecuencia y el tiempo de tratamiento. Por supuesto, no podemos darle cualquier antihistamínico que nos haya recetado a nosotros nuestro médico.

Se comercializan muchas marcas de antihistamínicos y en diferentes formatos. La dosis, obviamente, va a depender del antihistamínico concreto que nos recete el veterinario. Por poner un ejemplo, la clorfeniramina se pauta a razón de 2-4 mg dos veces al día por vía oral. En cambio, de hidroxicina se recomiendan 1-2 mg por cada kg de peso también dos veces al día.

Marcas de antihistamínicos para gatos

Hay diferentes marcas de antihistamínicos que van a variar en cuanto a su potencia. Más que en la marca, lo importante, y en lo que se fijará el veterinario, es en el principio activo. Estos se dividen entre los de primera y los de segunda generación. Los más utilizados para los gatos son los siguientes:

  • Clorfeniramina: es de primera generación y cuenta con la ventaja de que produce pocos efectos secundarios. Se considera más efectiva para aliviar el prurito si se combina con ácidos grasos omega 3. Un ejemplo es Histamil, un producto inyectable.
  • Ciproheptadina: se la relaciona con efectos adversos como la sedación, los vómitos o las alteraciones en el comportamiento.
  • Hidroxicina: tiene capacidad teratógena, es decir, puede provocar malformaciones en los gatitos en gestación si se la damos a una gata gestante. Es de primera generación.

Otros antihistamínicos son la difenhidramina o la cetiridina. Hay que tener presente que algunos de los que se usan con frecuencia en la medicina humana pueden ser tóxicos para los gatos.

Contraindicaciones de los antihistamínicos para gatos

Como hemos dicho, no podemos darle antihistamínicos a nuestro gato si no nos los ha recetado el veterinario. No solo podríamos provocar efectos adversos, como veremos, sino que hay algunas situaciones en las que no está indicado el uso de este tipo de fármacos. Por ejemplo:

  • Gatas embarazadas: hay que tener cuidado si queremos tratar a una gata en estado de gestación, ya que estos fármacos pueden provocar malformaciones fetales.
  • Glaucoma o epilepsia: tampoco se recomiendan para ejemplares que sufren de glaucoma o de epilepsia.
  • Toma otros medicamentos: además, pueden producirse interacciones con diversos fármacos. De ahí la importancia de comunicar al veterinario cualquier tratamiento que le estemos administrando a nuestro gato antes de darle antihistamínicos.

Si no sabes si tu gata puede estar embarazada o desconoces si el medicamento que actualmente toma puede ser perjudicial en caso de tomar antihistamínicos, consúltalo con el veterinario.

Efectos secundarios de los antihistamínicos para gatos

Si se acierta con el antihistamínico adecuado y se da en la dosis correcta, no suelen presentarse reacciones adversas. Pero igualmente hay que estar pendiente de efectos secundarios de los antihistamínicos para gatos como los siguientes:

  • Sedación.
  • Descoordinación.
  • Convulsiones.
  • Midriasis, que es la dilatación de las pupilas.
  • Cuando se utilizan de manera prolongada, problemas a nivel digestivo como la pérdida del apetito, los vómitos, el estreñimiento o la diarrea.

La intoxicación provocada por el uso de un fármaco inadecuado puede desencadenar vómitos, convulsiones y hemorragias. Por supuesto, estos casos requieren la inmediata intervención del veterinario.

Antihistamínicos naturales para gatos, ¿existen?

Algunos productos a base de extractos de plantas prometen un efecto antihistamínico. Suelen actuar como suplementos, pero no hay que administrarlos sin la prescripción del veterinario, ya que no son adecuados para todos los gatos. Además, hay que comprobar que exista evidencia científica que avale su efectividad. Basan su funcionamiento en apoyar el bloqueo de la histamina. Pueden emplearse junto a antihistamínicos para gatos como los que hemos mencionado o en solitario.

Por otra parte, se ha comprobado que el efecto de los antihistamínicos mejora con la adición de ácidos grasos, por lo que también son una buena opción para incluir o añadir a la dieta. Recuerda que cualquier suplemento que se ofrezca debe estar supervisado por el veterinario.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Saló, Eduard. Síndrome felino de hipersensibilidad cutánea. Manejo y tratamiento. Canis et Felis nº 154. pp. 68-74.