Los antihistamínicos son fármacos de uso común en medicina humana. No es extraño que, sobre todo las personas aquejadas de alergias, recurran a su consumo en cuanto notan síntomas, sin siquiera consultar con el médico, ya que muchos ni requieren receta. Sin embargo, los antihistamínicos para perros en ningún caso deben administrarse sin consejo veterinario, puesto que en estos animales no son tan efectivos ni siempre sirven los mismos que para los humanos.
En este artículo de ExpertoAnimal hablamos de los diferentes antihistamínicos para perros que existen, de las marcas más utilizadas, de las dosis recomendadas y de los posibles efectos secundarios.
¿Qué son los antihistamínicos para perros?
Los antihistamínicos son conocidos desde hace décadas, sobre todo por su papel en las alergias. Su nombre se debe a su efecto, pues inhiben la acción de la histamina, por lo que se emplean para controlar los síntomas que esta produce. También sirven para los casos de anafilaxia, es decir, las reacciones alérgicas graves. Además, en medicina humana, también se emplean para tratar el mareo que provoca el movimiento, determinados vértigos o las migrañas.
Existen multitud de antihistamínicos que se pueden clasificar entre los que son de primera y los de segunda generación, estos últimos más seguros y asociados a menos efectos secundarios. El problema es que el éxito que demuestran en medicina humana no se corresponde con el efecto en los perros. En ellos no resultan demasiado eficaces contra las alergias. Por ello, solo hay que administrarlos si así lo considera el veterinario. En general, este va a prescribir antes algún corticoide y, en casos en los que persiste un prurito leve, es cuando puede probarse con un antihistamínico. Sí se ha comprobado que administrar antihistamínicos junto a ácidos grasos omega 3 y omega 6 mejora la sintomatología de la dermatitis atópica. Otro uso en perros son las úlceras gastrointestinales.
Marcas de antihistamínicos para perros
Como decimos, en el mercado es posible encontrar numerosos antihistamínicos, pero los más utilizados por las personas no siempre son los adecuados para los perros. Así, aunque pensemos que es bueno el ebastina para perros o la polaramine para perros, ambos de uso común en humanos, debemos saber que no son la primera elección en estos animales. En cambio, sí es buena la loratadina para perros, antihistamínico de segunda generación. Además de este, otros antihistamínicos de segunda generación, principios activos y marcas que se consideran más eficaces en esta especie son los siguientes:
- Difenhidramina o benadryl
- Hidroxicina o atarax
- Cetirizina
- Terfenadina
Así mismo, para el control del prurito han demostrado una eficacia media la clemastina o tavegil y la combinación de clorfeniramina e hidroxicina, de primera generación, y la oxatomida entre los antihistamínicos de segunda generación. Así pues, si te preguntas si el atarax para perros es bueno o si puedes dar cetirizina a perros, la respuesta es sí pero siempre bajo estricta supervisión veterinaria. Como hemos indicado anteriormente, jamás debes medicar a tu perro sin la autorización del especialista.
Dosis de antihistamínicos para perros
La dosis de antihistamínicos no es única, ya que va a depender, además del peso de cada perro, del tipo de antihistamínico escogido por el veterinario y del trastorno para el que se necesite este fármaco. Además, algunos se recomiendan para administrar tres veces al día, es decir, cada ocho horas, otros dos veces diarias o cada 12 horas y algunos tan solo una vez al día. Por otra parte, cada fármaco tiene un rango de dosis en las que se considera segura su administración y solo el veterinario puede decidir, en cada caso, qué cantidad es la más adecuada.
Efectos secundarios de los antihistamínicos para perros
Si le administramos a nuestro perro el antihistamínico recomendado por el veterinario y seguimos las dosis recomendadas y la pauta de administración, es extraño que se produzcan reacciones adversas. Los efectos secundarios son raros y, de aparecer, suelen limitarse a un cuadro de somnolencia o a trastornos a nivel gastrointestinal.
Otros efectos secundarios posibles serían temblores, descoordinación, hipersalivación, jadeo excesivo, alteraciones cardíacas o nerviosismo. Por supuesto, si apreciamos cualquiera de estos signos tras utilizar un antihistamínico, hay que contactar con el veterinario.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Bravo, Verónica, Martorell, Ana María y González, José Luis. (2011). Opciones terapéuticas para la dermatitis atópica canina. Portal Veterinaria.
- Dermatología. (2001). Enfermedades alérgicas en caninos. Apunte. Portal Veterinaria.
- Domínguez, Juan Alberto. La atopía en las mascotas. Revista Ateuves nº 42. pp. 20-25.