Ataxia en perros - Causas y tratamiento

Si nuestro perro recibe un fuerte golpe, como puede ser el producido por una caída desde cierta altura, un atropello o incluso una agresión, podemos notar que presenta ataxia, generalmente acompañada de otros síntomas como pueden ser convulsiones, dificultades respiratorias, cabeza ladeada u otros problemas posturales, marcha en círculos, giros, hipermetría (movimientos exagerados), nistagmo (movimiento involuntario de los ojos), ceguera, hemorragias, fracturas abiertas o cerradas e incluso inconsciencia.

Si observamos el accidente o nos encontramos a nuestro perro en un estado similar al descrito, obviamente debemos trasladarlo con rapidez a nuestro veterinario, quien hará la valoración física y neurológica. En casos así, las radiografías, resonancia o TAC suelen aportarnos una valiosa información. En las situaciones más graves, nuestro perro tendrá que ser hospitalizado e incluso operado, aunque la prioridad será estabilizarlo. En estos casos de mayor gravedad, la ataxia va a obedecer a una lesión cerebral o del sistema vestibular. En función de las características de esta lesión la ataxia en perros tiene cura o no, caso en el que al perro le quedará una descoordinación en la marcha, más o menos significativa. A veces, esta ataxia es la secuela de enfermedades de las que el animal se ha recuperado, quedando solo este signo.

Los perros suelen ser muy aficionados a ingerir todo tipo de alimentos. Algunos de ellos, aunque sean inofensivos y comunes en nuestra dieta, son causa de ataxia en perros. Un ejemplo lo constituye una sustancia denominada xilitol, que se usa como endulzante, aunque no es el único alimento que puede producir ataxia, generalmente acompañada de otros síntomas como los vómitos, el letargo o los temblores. Dependiendo de la cantidad ingerida, así como del peso del perro, la situación revestirá mayor o menor gravedad. Nuestro veterinario será el encargado de instaurar el tratamiento, que generalmente pasa por la fluidoterapia. Si sabemos qué es lo que ha comido nuestro perro, debemos llevar una muestra. Como prevención, evitaremos dejar al alcance de nuestro perro comida de consumo humano. También hay que mantener precauciones durante los paseos.

A veces la ataxia en perros está provocada por el síndrome vestibular, que también ocasiona más síntomas como el típico deambular descoordinado característico de la ataxia, cabeza inclinada, nistagmo, estrabismo, andar en círculos e incluso vómitos. Si la lesión es bilateral, no hay inclinación de la cabeza pero el animal evitará moverse.

El sistema vestibular puede ser periférico (localizado en el oído interno) o central (tallo cerebral), siendo más habitual la lesión en el periférico. Las causas pueden ser varias, como una otitis media o interna, un traumatismo o infecciones como el moquillo canino. Es importante vigilar las otitis, ya que, aunque sean externas, pueden complicarse y derivar en otitis medias o internas. También puede darse lo que se conoce como enfermedad vestibular idiopática, de la que no se sabe su origen pero sí que afecta a los perros de más edad. La sintomatología es la que ya hemos descrito y se presenta de forma aguda. Los perros se recuperan, aunque no existe tratamiento, pero pueden mantener la inclinación de la cabeza y otras taras. Debe ser el veterinario, como siempre, quien evalúe la situación y disponga las medidas adecuadas, pues se suele diagnosticar por descarte.

La ataxia en perros también puede aparecer como consecuencia de determinados fármacos. En este sentido, destaca el caso de la epilepsia. Para controlar esta enfermedad varios de los medicamentos que se utilizan tienen la ataxia como uno de sus efectos secundarios. Si esto sucede y vemos que el perro no coordina los movimientos, debemos ponerlo en conocimiento de nuestro veterinario, ya que será él quien valore la situación y baraje cambiar la medicación, si es posible.

Algunas enfermedades como el síndrome de Wobbler son responsables de producir ataxia en perros. Este trastorno se debe a problemas vertebrales (estrechamiento, protrusión, degeneración) a lo largo de la columna, de los que se apuntan distintos orígenes, pues pueden ser congénitos, nutricionales, dependientes de la raza o del ejercicio. Los perros aquejados de este síndrome, además de presentar ataxia, manifiestan un andar tambaleante y paresia (parálisis o debilidad muscular). Un porcentaje considerable de canes afectados también va a presentar dolor en la zona cervical. Afecta más a perros de razas grandes y de mediana edad y suele comenzar a manifestarse como una cojera que no remite. Nuestro veterinario establecerá el diagnóstico, diferenciando entre varias patologías, para lo que tendrá en cuenta la historia clínica y pruebas como el examen neurológico y ortopédico, además de radiografías, mielografías, resonancia magnética o TAC. El tratamiento, una vez confirmado el diagnóstico, puede comprender reposo absoluto, antiinflamatorios, analgésicos o cirugía. El pronóstico va a depender de la causa que esté provocando la enfermedad.

Existen otras enfermedades hereditarias y degenerativas que causan alteraciones en el cerebelo y, por tanto, son responsables de la ataxia cerebelosa en perros, entre otros síntomas como la hipermetría, los temblores, un caminar torpe, etc. No tienen tratamiento.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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