Beneficios de cortar el pelo a un perro

Un pelaje largo y bien cuidado es espectacular, pero no siempre disponemos del tiempo necesario como para mantenerlo en perfecto estado, lo que puede llevar a que aparezcan enredos, nudos, rastas, etc. Estos no son solo un problema estético, sino que incluso pueden provocar daños en la piel y molestias como irritaciones, tirones y hasta dermatitis. Mantener este tipo de mantos requiere cepillados prácticamente a diario. Por eso, si no podemos dedicarle todos los días unos minutos, una opción sería cortarlo. De esta forma, el manto lucirá sano y se verá cuidado, aunque no alcance toda su longitud, y nos será más sencillo lavarlo, aplicar el champú o cualquier otro producto, secarlo, peinarlo, etc. Dicho de otra manera, su cuidado será más fácil.

Por otra parte, un pelo más corto también puede ser más cómodo para el propio perro, especialmente durante los meses de calor. El corte puede hacerlo un profesional de la peluquería canina o nosotros en casa. Solo tenemos que contar con una máquina de corte de calidad que permita un trabajo rápido, eficaz y seguro, como las que ofrece MOSER Animal. Sus máquinas destacan por resultar muy fáciles de utilizar y por adaptarse a los distintos tipos de pelo, e incluso disponen de modelos ideales para cortar el pelo de las almohadillas, algo que suele olvidarse y que también es muy importante tener en cuenta.

Un pelo largo puede ser arrastrado por el suelo, introducirse en el bebedero o el comedero o ensuciarse con orina, heces y otros fluidos como saliva, legañas o sangre. Por eso, mantenerlo corto nos ayuda a conservar la higiene. En estos casos, es posible que sea suficiente con que cortemos el pelo que rodea el ano y los genitales, las orejas, los ojos o la barbilla, además del que entra en contacto con el suelo. Pero con cuidado, porque ha sido práctica frecuente retirar el pelo del interior del conducto auditivo con el pretexto de mejorar la ventilación y la higiene de dicho canal, pero lo cierto es que arrancar estos pelos resulta contraproducente. Retirarlos podría favorecer la aparición de otitis. Recuerda también que no hay que cortar las vibrisas, que son los pelos especializados que se encuentran en las cejas, el hocico, etc., y que tienen una función específica relacionada con el sentido del tacto.

En ocasiones, los perros pueden lastimarse y hacerse heridas que van a necesitar curas. Para facilitar la recuperación e impedir que el roce con el pelo llegue a desencadenar infecciones es buena idea recortar el pelo de la zona. De hecho, este corte suele ser el primer paso a la hora de iniciar la limpieza y desinfección de una herida.

Otro caso en el que puede ser recomendable y, por ende, es otro de los beneficios de cortar el pelo a los perros por cuestiones de salud es cuando crece entre los dedos y las almohadillas plantares. Un pelo largo en esta zona puede hacer que el perro resbale en algunos suelos, dificultando su movilidad y pudiendo provocar caídas, además de acumular barro y suciedad del exterior. Para ello, recomendamos consultar este otro artículo: “¿Cómo cortar el pelo de las almohadillas del perro?”.

El corte de pelo también puede ayudarnos a visualizar mejor el cuerpo del animal, con lo que será más fácil que detectemos la presencia de parásitos externos como garrapatas o pulgas, que nos pueden pasar desapercibidas entre un pelo demasiado largo. Además de poder hacer un reconocimiento táctil, un pelo corto nos ayudará a verlos mejor y poder localizarlos y erradicarlos. Esa mejor visualización de todo el cuerpo favorece, además, que observemos mejor cualquier alteración, como puede ser una herida, una inflamación o el crecimiento de algún bulto.

Algunos perros tienen un pelaje muy largo, tupido o pesado, que cae sobre los ojos y dificulta la visibilidad y la movilidad de la cola y de las orejas. Dado que los perros utilizan su cuerpo para comunicarse, un buen corte, sobre todo en estas zonas, puede ayudarlos a que sean mejor entendidos tanto por sus congéneres como por nosotros.

Cortar el pelo a nuestro perro es una forma de acostumbrarlo a que lo manipulemos por todo el cuerpo, lo que favorece la creación y el mantenimiento del vínculo entre él y nosotros. Además, podemos convertir el momento en una buena oportunidad para practicar educación, premiándolo cuando se esté quieto, se deje manipular, cortar, etc. Eso sí, para ello es muy importante tener en cuenta lo siguiente:

• El primer corte debe llevarse a cabo tan pronto como el veterinario/a o el/la peluquero/a canino/a nos indique. Antes, es importante que le presentemos las herramientas de corte, dejemos que las huela y premiemos para que las asocie con estímulos positivos.
• Es fundamental que toda la experiencia resulte beneficiosa para el perro, ya que de lo contrario no conseguiremos crear ese vínculo. Si tiene miedo o vemos que se estresa, es preferible dejarlo para otro momento.

Ahora que ya conoces los beneficios de cortarle el pelo a tu perro, debemos dejar claro que el corte del que hablamos no es el rapado. Cortar el pelo es una buena medida, pero raparlo al cero resulta contraproducente e incluso peligroso. En otras palabras, los beneficios del corte en perros los aprovechamos cuando dejamos una longitud de varios centímetros de pelo, que pueden ser más o menos según las necesidades del propio perro. En cambio, si cortamos a ras de piel, es decir, si rapamos a nuestro perro prácticamente al cero, lo que hacemos es exponerlo a diferentes agresiones, como las derivadas de las condiciones climatológicas, tanto de calor como de frío, o del contacto con múltiples elementos que pudieran llegar a causarle heridas.

Aunque muchas veces la intención es cortar el pelo al máximo porque entendemos que es la forma de ayudar al perro a combatir el calor, lo cierto es que estamos consiguiendo el efecto contrario al retirarle la protección que le ofrece el pelo y permitir la exposición directa de su piel. Además, para los perros que tienen pelo (quedan exentas las razas de perros sin pelo), no es natural llevar su manto completamente rapado, por lo que puede provocarles, también, problemas a la hora de relacionarse con otros perros.

Por estos motivos, el corte al cero se reserva solo para situaciones en las que es imprescindible. Por ejemplo, cuando se necesita una intervención quirúrgica. En estos casos, el veterinario rasurará la zona para visualizar bien el área sobre la que debe incidir y trabajar y para impedir que los pelos puedan provocar una infección al entrar en contacto con la herida.

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