Botulismo en perros - Tratamiento, diagnóstico y síntomas

Botulismo en perros - Tratamiento, diagnóstico y síntomas

El botulismo en perros es una enfermedad poco frecuente que va a afectar al sistema nervioso, provocando parálisis. Se relaciona con el consumo de carne en mal estado, aunque hay otras causas, como explicamos en este artículo de ExpertoAnimal.

Vigilar los alimentos a los que accede el perro forma parte de las medidas preventivas. Es importante, ya que el pronóstico va a depender de cada caso. Algunos ejemplares se recuperarán espontáneamente mientras que otros pueden sufrir un desenlace fatal.

¿Qué es el botulismo?

El botulismo en los perros cursa como enfermedad paralizante aguda. Este efecto se debe a la acción de una neurotoxina, es decir, una sustancia tóxica para el sistema nervioso central o periférico. Esta toxina, en concreto, la produce la bacteria llamada Clostridium botulinum, muy resistente en el ambiente.

El perro contrae la enfermedad cuando consume carne en descomposición. Esto puede suceder si ingiere carroña o si le damos, sin ser conscientes, alguna carne que lleve demasiados días guardada, aunque esté cocinada. Por eso debemos evitar darles sobras o, al menos, no ofrecérselas si hace días que las hemos cocinado. La basura y los alimentos enterrados son foco de contaminación. Por eso es más probable el botulismo en perros del entorno rural o que vagabundean solos.

Otra forma de adquirir botulismo es la ingesta de verduras o de carnes que se encuentren enlatadas de una manera inadecuada. Por último, debemos saber que el botulismo en perros tiene un período de incubación que va de las 12 horas a los 6 días.

Síntomas de botulismo en perros

El síntoma destacado del botulismo es la parálisis que, además, puede evolucionar con rapidez, es decir, es progresiva. Empieza por afectar a las patas traseras y avanza hasta las delanteras. Además, podemos apreciar descoordinación, debilidad o caídas. El perro puede acabar por quedarse tumbado y con debilidad y parálisis en las cuatro extremidades e incluso en la cabeza y en el cuello. Solo consigue mover un poco el rabo. Da la sensación de estar anestesiado.

En estos casos de mayor afectación, el perro es incapaz de cambiar solo de postura o de girar la cabeza. Hay un estado de flacidez generalizado. El tono muscular también estará disminuido. Las pupilas aparecen ligeramente dilatadas. La parálisis puede afectar a la deglución, de forma que veremos sialorrea, que es la incapacidad para retener la saliva en el interior de la boca, aunque es probable que su producción también se vea afectada.

La neumonía por aspiración es una complicación de este cuadro. Cuando son los músculos relacionados con la respiración los que resultan dañados se produce un aumento de la frecuencia respiratoria. La gravedad de la afección depende de la cantidad de toxina ingerida y de la resistencia de cada perro.

Diagnóstico y tratamiento del botulismo en perros

Lo primero que tiene que hacer el veterinario es confirmar el diagnóstico. Hay varias enfermedades que provocan debilidad y parálisis, por eso es importante identificar de cuál de ellas se trata. El diagnóstico diferencial se hace con la parálisis provocada por garrapatas, la miastenia gravis o la hipocaliemia o bajo nivel de potasio en la sangre.

La presencia de esta enfermedad puede confirmarse al encontrar la toxina botulínica en la sangre, la orina, el vómito o las heces. En general, se toma una muestra de sangre y se envía al laboratorio. Tiene que hacerse al inicio de la enfermedad, por eso es importante buscar atención temprana.

Los perros con un cuadro muy leve incluso consiguen recuperarse sin que sea necesario establecer ningún tratamiento. Aun en estos casos, tienen que acudir al veterinario para confirmar o no el diagnóstico. En cualquier caso, el tratamiento será de soporte.

A los perros con un cuadro clínico más grave hay que ayudarlos a cambiar de postura. Se les administran fluidos por vía intravenosa y se les vacía la vejiga de manera manual tres veces al día, si no consiguen orinar solos. Ante problemas de deglución necesitarán apoyo para comer. Podemos ofrecer una dieta blanda. También es común prescribir antibióticos.

¿El botulismo en perros tiene cura?

No puede darse una única respuesta a esta pregunta, ya que el pronóstico va a depender de cada caso y de la cantidad de toxina ingerida. Si la enfermedad no progresa rápido, la recuperación es probable que sea buena y completa, incluso en perros en los que haya parálisis en todas las extremidades o problemas con la deglución.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.
  • Martínez Munera, Monaldi, Santano Esquiu y Almagro Carrión. 2015. Intoxicación por Clostridium botulinum en un perro. Portal Veterinaria.