Bulto en la oreja en perros - Causas y tratamientos

Bulto en la oreja en perros - Causas y tratamientos

Pese a representar una pequeña porción del cuerpo de los perros, las orejas son estructuras que habitualmente se ven afectadas por procesos patológicos de diversa índole. Algunos de estos procesos se manifiestan por medio de la hinchazón o la aparición de un bulto en el pabellón auricular. Realizar un buen diagnóstico diferencial será fundamental para conocer la causa de esta alteración, la cual podrá tener una naturaleza traumática, inflamatoria o incluso tumoral.

En el siguiente artículo de ExpertoAnimal hablaremos sobre las principales causas que pueden provocar la aparición de un bulto en la oreja en perros, así como los tratamientos de cada una de ellas.

Otohematoma

Sin duda, el otohematoma es una de las lesiones más frecuentes que afectan a las orejas de los perros. Consiste en el acúmulo de sangre entre el cartílago auricular y la piel, generalmente en la cara interna de la oreja (aunque también puede producirse en la cara externa).

Normalmente, aparece como consecuencia de traumatismos en las orejas, que producen la rotura de los vasos que irrigan el pabellón auricular, lo que da lugar a la formación de un hematoma. Estos traumatismos suelen deberse al rascado de orejas o a sacudidas constantes de la cabeza como consecuencia de picor crónico. Por ello, es una lesión especialmente prevalente en perros con otitis o dermatitis que ocasionan un prurito intenso. Sin embargo, también se han descrito casos de otohematomas en perros que no padecen estos procesos, en los que parece que la causa es de tipo inmunitario.

Independientemente de la causa, el hematoma formado separa la piel del cartílago auricular, creando una hinchazón o un bulto característico en la oreja. Si no se trata, el hematoma se organiza hasta formar un coágulo y, posteriormente, un seroma. En estos casos, es habitual que el tejido de granulación que se forma se adhiera al cartílago auricular y “arrugue” o “frunza” el pabellón auricular, originando así una deformación del mismo.

Tratamiento

El tratamiento del otohematoma en perros puede variar en función de su extensión y del grado de evolución. Los hematomas pequeños y recientes pueden solucionarse con un tratamiento médico basado en:

  • Succión cerrada: se pincha el hematoma con una aguja o catéter y se drena completamente el contenido.
  • Vendaje: una vez drenada la sangre, es importante colocar un vendaje que mantenga en contacto el cartílago auricular con la piel para favorecer la cicatrización.

En otohematomas muy amplios o con cierta organización, es necesario recurrir a una técnica quirúrgica que, si bien es más agresiva, también es definitiva. Bajo anestesia general, se realiza una incisión en la oreja para vaciar la sangre y eliminar las adherencias que se hayan formado. Tras ello, se sutura con puntos transfixiantes que permiten que la piel y el cartílago auricular se mantengan adheridos. En el postoperatorio se deben colocar vendajes, los cuales deben cambiarse cada 48 horas.

Por último, destacar que además de resolver el otohematoma, es fundamental instaurar un tratamiento específico para la causa que lo ha desencadenado (generalmente otitis o dermatitis). De lo contrario, la reincidencia estará casi asegurada.

Tumores

Otro diagnóstico diferencial a tener en cuenta ante la aparición de un bulto en la oreja de un perro son los tumores. La mayoría de neoplasias localizadas en esta región corporal suelen ser benignas, siendo algunas de las más frecuentes:

  • Lipomas: son tumores benignos, móviles, que suelen localizarse en la base de la oreja. Aunque inicialmente son pequeños, pueden llegar a alcanzar tamaños considerables.
  • Histiocitomas: son tumores benignos de origen epitelial. Suelen ser neoplasias pequeñas con forma redondeada y bordes lisos. El color suele ser rojizo, aunque la superficie suele ulcerarse ante traumatismos, apareciendo sangrado y costras.
  • Papilomas: son neoplasias benignas con un aspecto de coliflor, irregulares y bastante frágiles. Generalmente tienen un color pálido, aunque se ulceran y sangran con facilidad.

Con menos frecuencia, pueden producirse tumores malignos como adenocarcinomas o mastocitomas.

Tratamiento

Independientemente de su origen y malignidad, estos tumores se deben extirpar quirúrgicamente para evitar complicaciones futuras. Antes de la cirugía, es necesario realizar una biopsia para realizar un diagnóstico histopatológico y así determinar el tipo de cirugía (conservadora o radical) y la necesidad de tratamientos complementarios (como quimioterapia, etc.).

Abscesos

Un absceso es una cavidad donde se acumula pus. Se trata de una reacción inflamatoria de tipo agudo que se produce ante una infección bacteriana. En las orejas, los abscesos suelen producirse a raíz de mordeduras, dado que los pabellones auriculares son estructuras muy expuestas que suelen ser las primeras afectadas en las peleas entre perros. No obstante, la infección también puede producirse por otras causas que permitan la inoculación de una bacteria en el tejido subcutáneo (pinchazos, arañazos, heridas punzantes, etc.).

Tratamiento

Generalmente, el tratamiento de los abscesos se basa en:

  • Drenaje del absceso: se debe abrir el absceso para vaciar el contenido purulento y eliminar la cápsula.
  • Terapia antibiótica y antiinflamatoria: se puede emplear un antibiótico de amplio espectro o realizar un cultivo y antibiograma a partir de la cápsula del absceso para instaurar un tratamiento antibiótico específico.

Para más detalles, no te pierdas este otro artículo sobre los Abscesos en perros.

Otras causas que producen bultos en las orejas de los perros

A lo largo del artículo, hemos nombrado las causas más frecuentes que pueden originar la aparición de lesiones nodulares en las orejas de los perros. No obstante, existen otra serie de procesos que, aunque son menos habituales, también deben considerarse dentro del diagnóstico diferencial:

  • Piogranuloma por cuerpo extraño: es un proceso inflamatorio subagudo que se produce por la entrada de un cuerpo extraño. En los perros, el cuerpo extraño por excelencia que produce este tipo de lesiones son las espigas. Aunque generalmente se introducen en el canal auditivo y ocasionan una otitis, también pueden introducirse en la piel del pabellón auricular y producir un piogranuloma. El tratamiento requiere la desinfección de la zona y la apertura del granuloma para la extracción del cuerpo extraño. En caso de infección, será necesario instaurar un tratamiento antibiótico.
  • Granuloma leproide canino: es un proceso inflamatorio crónico ocasionado por bacterias del género Mycobacterium spp. Se caracteriza por la aparición de nódulos simples o múltiples localizados en la cabeza y las orejas. El tratamiento quirúrgico de las lesiones es curativo. Es el que se observa en la imagen.
  • Quiste sebáceo: es una lesión no inflamatoria y no tumoral que consiste en la formación de una estructura nodular que contiene sebo. La extirpación quirúrgica es curativa.
Imagen: facebook.com

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Sula, M.J. (2012). Tumors and tumorlike lesions of dog and cat ears. Vet Clin North Am Small Anim Pract; 42(6):1161-78.
  • Risalde, M.A. Tratamiento quirúrgico del otohematoma del perro. Anatomía aplicada en pequeños animales. Universidad de Córdoba.