¿Cada cuánto debo cambiar la arena de mi gato?

Desde bien pequeños, los gatitos aprenden a utilizar el arenero y, salvo trastornos de conducta o enfermedades puntuales, lo seguirán utilizando durante toda su vida. Por lo tanto, es importante que dediquemos tiempo, antes de que el gato llegue a casa, a estudiar dónde lo situaremos, cómo será y qué arena utilizaremos, como comentaremos a lo largo de este artículo. Sea cual sea nuestra elección, es básico que mantengamos la arena limpia.

Además, controlar a diario el arenero va a proporcionarnos una información muy valiosa, ya que enseguida advertiremos si nuestro gato orina más o menos o, por ejemplo, presenta diarrea. También hay una enfermedad parasitaria, la toxoplasmosis, en la que el gato va a eliminar determinadas formas del parásito en sus heces. Si estas permanecen en el ambiente más de 24 horas podrían producir contagios, de ahí la importancia de la limpieza habitual.

Así mismo, mantener el arenero limpio favorece que el gato lo utilice siempre, ya que algunos felinos se niegan a usarlo si consideran que la arena está muy sucia. En el siguiente apartado veremos cada cuánto debemos cambiar la arena del gato, pues va a depender de varios factores.

Para determinar cada cuánto se cambia la arena del gato tenemos que tener en cuenta algunos factores, como el número de gatos presentes en el hogar y la cantidad de areneros de los que dispongan, pues deben ser suficientes como para que todos ellos puedan utilizarlos con comodidad. Incluso teniendo un único gato, es recomendable ofrecerle un par de areneros. En estos casos es común ver cómo destinan uno para la orina y otro para las heces, lo que también influye en el intervalo de cambio de arena, ya que la emisión de orina siempre la mancha más que las deposiciones sólidas.

El tipo de arena también va a ser determinante en la frecuencia del cambio. En el mercado vamos a poder encontrar, básicamente, las siguientes:

• Arena sanitaria absorbente: es la presente en cualquier supermercado a un precio más barato. Suele ser bien aceptada por los gatos, pero, al no tener efecto aglomerante, se mancha más, la orina llega a filtrarse hasta el arenero, es más difícil de limpiar y conserva los malos olores. De esta arena vamos a tener que retirar heces y orina a diario, incluso más de una vez al día. Existen versiones perfumadas.
• Arena aglomerante: este tipo de arena, algo más cara que la anterior, tiene la gran ventaja de que compacta los residuos, de forma que se facilita la limpieza, ya que podremos recoger la orina en «bolitas», con lo que el arenero se mantiene más aseado. Puede eliminar también los malos olores. Requiere limpieza diaria.
• Arena en perlas o cristales: compuesta por sílice, es más cara, pero tiene como ventaja que se mancha menos, al ser muy absorbente y compactar las heces y la orina, lo que, como hemos dicho, facilita la limpieza. Además, esta arena blanca se tiñe de amarillo al contacto con la orina, lo que también contribuye a esta facilidad de limpieza. Lo mejor es que elimina los olores y, así, si extraemos los residuos cuando se producen, puede pasar mucho tiempo sin necesidad de cambiarla, aunque también dependerá, como hemos dicho, del número de gatos que usen el arenero. Algunos gatos la rechazan.
• Arena ecológica: es quizás la más novedosa y también puede resultar más cara. Suele componerse de fibras vegetales y también tiene como ventaja su efecto aglomerante. Su olor puede producir rechazo en algunos gatos y, además, al pesar menos, puede quedarse pegada en las patas y en el pelo.

¿Cuál es la mejor arena para gatos? En función de estas características y de nuestras circunstancias vitales, debemos escoger la arena que mejor se nos adapte. Si a nuestro gato le gusta y la utiliza sin problemas, no tenemos por qué cambiarla. En cambio, si no acepta la arena que hemos escogido, tendremos que sustituirla por otro tipo.

¿Cómo cambiar el tipo de arena del gato? Podemos colocar, directamente, un arenero con la nueva arena, a ver si le gusta, o podemos ir sustituyendo la vieja por la nueva, en el mismo arenero, siempre atendiendo al grado de aceptación de nuestro gato.

Es importante saber que en la limpieza de la arena vamos a poder distinguir dos acciones básicas, que son la recogida diaria de los residuos sólidos y líquidos y el cambio de arena, que podemos hacer como veremos en el siguiente apartado y con la frecuencia que va a determinar el gato y el tipo de arena escogido.

Por lo que hemos ido explicando, vemos que no se puede dar una respuesta única a cuánto dura la arena de gato antes de tener que cambiarla, pues varios factores van a influir en su nivel de suciedad. Lo que sí recomendamos es recoger cada día las deposiciones.

Una vez hecho esto nos quedará una arena prácticamente limpia y, entonces, podremos seguir uno de los siguientes métodos:

1. Cada vez que retiremos arena sucia podemos rellenar con más arena limpia. Esto es más habitual hacerlo cuando se usan arenas absobentes o aglomerantes, pues se cambian por completo con más frecuencia, aproximadamente de 1 a 3 veces a la semana. También será un método más apropiado si ponemos poca cantidad de arena. ¿Cuánta arena se le pone al gato? Sobre este tema se recomienda que la capa con la que llenamos el arenero sea suficiente como para que el gato pueda enterrar sus deposiciones, pero no debemos excedernos, ya que, si el arenero es abierto, el gato con las patas podría sacar mucha cantidad fuera.
2. Podemos retirar las deposiciones y dejar el resto de la arena el tiempo que aguante limpia, de 1 a 4 semanas, en función del tipo que empleemos, momento en el que la tiraremos y volveremos a rellenar el arenero. Este método se usa habitualmente con la arena de sílice, pues se suele utilizar todo o casi todo el paquete en un arenero y no se cambia hasta pasadas unas 4 semanas, también dependiendo del número de gatos que estén utilizando ese baño.

En algunos casos, aunque realicemos cambios de arena regulares, puede ocurrir que se genere mal olor. En esas situaciones te recomendamos visitar nuestro artículo para conocer algunos trucos para el mal olor de la arena del gato. Además, también pudes descubrir cómo cambiar de sitio el arenero.

Una vez visto cada cuánto tiempo debemos cambiar la arena de nuestro gato, nos quedaría un último e importante paso, que es la limpieza del recipiente donde depositemos la arena, que puede ser un arenero abierto o cerrado, un tupper o cualquier cacharro de plástico similar.

Como hemos dicho, la arena absorbente no aglomera, de forma que los líquidos la traspasan hasta llegar al propio arenero, impregnándolo de orina. Por eso, cada vez que efectuemos un cambio completo es bueno que lavemos el arenero con agua tibia y algún jabón. Para esta limpieza es controvertido el uso de limpiadores como la lejía, ya que, aunque para algunos gatos es un olor atractivo que les incitaría a utilizar el arenero, a otros les repele. Podemos probar la sensibilidad de nuestro gato acercándole la botella de lejía o algún objeto impregnado para observar su reacción antes de utilizarla en su arenero.

Por último, los areneros se deterioran con el paso del tiempo y el efecto de los rascados de nuestro gato y de los residuos, por lo que es recomendable renovarlos cuando apreciemos signos de deterioro.

Finalmente, cada cuánto realizar una limpieza completa de toda la caja de arena va a depender de todos los factores que hemos ido exponiendo. En general, si optamos por una arena absorbente que no controla los malos olores y que filtra hasta la propia bandeja higiénica, sería recomendable una limpieza profunda una vez a la semana, aproximadamente.

Las arenas de mayor calidad, que aglomeran la orina y eliminan los olores, permiten realizar esta limpieza una vez al mes, de media, claro que también depende del número de gatos en casa y de lo que ensucien. Por lo tanto, lo mejor es que ajustes la frecuencia de la higiene a tu caso particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Cada cuánto debo cambiar la arena de mi gato?, te recomendamos que entres en nuestra sección de Cuidados básicos.

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