Cáncer de piel en perros - Síntomas y tratamiento

El cáncer, tumor o neoplasia es una patología a nivel celular. Aunque son palabras que se utilizan como sinónimos, no significan exactamente lo mismo. Las células de cualquier ser vivo tienen un tiempo de vida, se dañan y cuando mueren son reemplazadas por células nuevas. En el cáncer este proceso se rompe y las células dañadas y envejecidas se dividen sin control.

Se puede definir como un proceso descontrolado de división celular, que puede tener la capacidad de invadir otros tejidos. Si las células cancerosas se agrupan, pueden formar masa de tejido conocidas como tumores o neoplasias. Cualquier célula de cualquier tejido puede sufrir este proceso.

Los cánceres se dividen en 2 grandes grupos: los benignos y los malignos. Los primeros son aquellos que pueden tener un crecimiento rápido y localizado, no teniendo la capacidad de invadir y de desarrollarse a distancia (metástasis). Los segundos son aquellos que tienen la capacidad de infiltrarse en otros tejidos y de metastatizarse.

Debido a que los perros cada vez viven más años, los casos de cáncer son más frecuentes. En el perro (en ambos sexos) el más frecuente es el de piel, seguido del cáncer de mama en perras, que empieza por la mastitis.

Entre los tumores de piel en perros, el más frecuente dentro de los malignos con diferencia es el mastocitoma. Afecta a las células conocidas como mastocitos. En el caso de los tumores benignos, se encuentran los lipomas, que son tumores de tejido graso.

El mastocitoma puede aparecer en perros de cualquier edad, aunque es más frecuente en aquellos de mediana edad a avanzada. Los lipomas son más frecuentes en perros de edad avanzada. Ambos tipos los explicaremos con más detalle en el siguiente apartado.

Con respecto a las razas, las más susceptibles son el bóxer, el labrador, el carlino, el bulldog y el weimaraner, aunque puede aparecer en cualquier raza o en perros mestizos.

El cáncer de piel en perros puede clasificarse atendiendo a diversos criterios. Según su gravedad, los tumores se clasifican en grado I, II y III. Un tumor de grado I está bien delimitado y las células tumorales no se han dispersado por el organismo. Sin embargo, en los grados II y III el tumor se ha extendido a otras partes del cuerpo. Solo entonces decimos que existe metástasis y, por tanto, cáncer.

La clasificación más habitual de los tumores se basa en el tejido que los origina, es decir, el tipo de células que se están dividiendo de manera anormal. Siguiendo este criterio, encontramos los siguientes tipos de tumores de piel en perros:

• Carcinoma: es la formación de un tumor por la multiplicación de células epiteliales, es decir, las células que revisten y protegen la piel. Puede afectar a las células escamosas, más superficiales, o bien, a las células basales.
• Melanoma: los melanocitos son las células que fabrican melanina, el pigmento que colorea la piel. Su proliferación también puede formar un tumor.
• Mastocitoma: se produce por una división descontrolada de mastocitos, unas células inmunitarias relacionadas con la inflamación y la alergia.

Además de los anteriores, pueden existir tumores en estructuras presentes en la piel o asociadas a ella. Por ello, a menudo se consideran tumores de piel los siguientes tipos:

• Adenoma: es una multiplicación anormal de células glandulares. Normalmente, se produce en las glándulas sebáceas, que fabrican la grasa que lubrica la piel. En las hembras, además, son comunes los tumores de las glándulas mamarias o mamas.
• Sarcoma: es la proliferación descontrolada de tejidos conectivos o de sostén, entre los que se encuentran la grasa y los vasos sanguíneos presentes en la piel.
• Linfoma: es un tumor formado por linfocitos, unas células inmunitarias muy importantes. Normalmente, este tipo de tumor aparece en los ganglios linfáticos.

El cáncer de piel en perros puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque es más frecuente en las zonas que sufren mayor exposición al sol, como la nariz o las orejas. Los tumores en las mamas, además, son una de las principales enfermedades de la piel en los perros hembra. Pero, ¿cómo se manifiesta el cáncer de piel en los perros? Aunque depende del tipo de tumor, la manifestación más notable es un bulto que se debe a la proliferación celular.

En los tumores más superficiales, como el carcinoma o el melanoma, observaremos una herida endurecida y enrojecida. Con el tiempo, puede transformarse en un bulto que sobresale de la piel. En ocasiones, puede parecer una especie de lunar o verruga.

Por su parte, los tumores glandulares no pueden verse a simple vista, aunque sí podemos notarlo cuando acariciamos al animal. En este caso, palparemos una especie de bulto redondeado que se encuentra bajo las capas superficiales de la piel.

Ante la detección de posibles síntomas del cáncer de piel en perros, es muy importante acudir a una clínica veterinaria. En ella, un profesional analizará la textura, la forma y la localización del bulto o herida. Después, para realizar un diagnóstico más fiable es necesario extraer el tumor y analizarlo en un laboratorio. Por este motivo, es común que se realice una intervención quirúrgica preventiva antes de saber con seguridad que se trata de un tumor.

También existe el diagnóstico presuntivo, que puede hacerse en la misma clínica a partir de la citología y con el que podemos obtener una aproximación del tipo de tumor.

El tratamiento para el cáncer de piel en perros consiste en la extirpación del tumor mediante una intervención quirúrgica. Se trata de una incisión en la piel, seguida de la extracción del tumor y parte del tejido que le rodea. De esta manera, se evita dejar células tumorales y se obtienen las muestras necesarias para el diagnóstico.

Tras la extracción del tumor se realiza una biopsia, en la que se determina el grado o malignidad del tumor. Si se trata de un tumor maligno o cáncer (grado II o III) puede ser necesario algún tipo de quimioterapia o radioterapia, según la consideración del especialista.

Cuidados para un perro con cáncer de piel

Tras la cirugía, los cuidados de un perro con cáncer de piel son fundamentales. El animal debe permanecer en reposo y salir de casa solo a realizar sus necesidades. Además, debemos ponerle un collar isabelino que impida que el perro se lama la herida. Ambos cuidados tienen la finalidad de evitar posibles infecciones. Con el mismo objetivo, deben realizarse varias curas al día, tal y como nos haya indicado el veterinario/a.

Cuando la herida se cierra, el veterinario extrae los puntos y el animal puede hacer una vida normal. Sin embargo, es muy importante que vigilemos su piel. El tumor puede volver a aparecer, por lo que debemos palpar con frecuencia la piel del perro. Así, podremos detectar a tiempo la aparición de otro bulto.

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Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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