Colitis en gatos - Síntomas y tratamiento

Colitis en gatos - Síntomas y tratamiento

La definición exacta de colitis es "inflamación del colon", que es el penúltimo tramo del intestino grueso, anterior al recto. En la práctica, se traduce en una diarrea que llamaremos de intestino grueso, para diferenciarla de la que se conoce como diarrea de intestino delgado, aunque muchas veces el límite es confuso. Se trata de una división a menudo más bien teórica para facilitar la orientación en el diagnóstico de la colitis en gatos.

Podemos encontrarnos algo soprendidos al ver a nuestro gato sufriendo un episodio de diarrea aguda y, por ello, en este artículo de ExpertoAnimal se hablará acerca de la colitis en gatos, sus síntomas y tratamiento, a modo de orientación hasta que nuestro veterinario nos aconseje sobre el proceso correcto para atajarla, según la causa subyacente.

Síntomas de la colitis en gatos

Ante lo expuesto, es evidente que nos vamos a encontrar a nuestro gato con todo el elenco de síntomas asociadas a una diarrea, con ciertas variaciones según la causa que esté originando esta situación. Entendemos por diarrea un aumento del volumen y la frecuencia de las heces diarias. Así, los síntomas más comunes de colitis en gatos son:

  • Heces voluminosas y frecuentes, generalmente con ausencia de forma (pastosas), pero con color normal.
  • Heces con mucosa blanquecina y/o sangre fresca, dependiendo esto último de si el responsable es un parásito o el grado de irritación de la mucosa intestinal.
  • Visitas frecuentes al arenero adoptando la típica postura de evacuación, aunque finalmente no logre defecar. También podemos verlo largo tiempo en esta postura al terminar la deposición, pues siempre queda la sensación de evacuación incompleta (tenesmo). A veces, esta urgencia se traduce en encontrar heces por sitios más o menos cercanos al arenero, si no le ha dado tiempo de llegar.
  • Irritación anal por demasiadas deposiciones (2-3 veces el número de veces habitual, aunque varía según el gato), o por lamido constante de la zona al quedar restos de heces y tratar de limpiarlo. A esta irritación se le denomina 'proctitis'.
  • En caso de colitis crónicas, sea por la causa que sea, el estado general del gato puede empeorar, observándose el pelaje áspero, poco aseado, adelgazamiento progresivo, etc. No obstante, las colitis crónicas no son muy habituales en gatos, al contrario de lo que sucede en perros, y solemos encontrarlas como patología aguda, más que sostenida en el tiempo.

 

Colitis en gatos por parásitos

Una de las causas más comunes de lo que llamamos colitis es la presencia de parásitos en el intestino. No tienen que estar alojados específicamente en el colon, pero pueden ocasionar la diarrea típica de intestino grueso, y a veces, otro tipo de sintomatología. Los más habituales de encontrar en gatos son:

Parásitos microscópicos

Coccidios, Giardia o Trichomonas foetus. Suelen ocasionar colitis agudas, con días en los que se pueden observar heces relativamente normales y, en general, el estado del gato, al margen de la diarrea, es normal.

  • En el caso de Giardia pueden ocasionar síntomas de afectación de intestino delgado también, como vómitos y pérdida de apetito, si es muy grave, pero por lo general observamos heces sin forma, que pueden contener alguna gota de sangre fresca y/o mucosidad blanquecina.
  • En el caso de los Coccidios, se observan diarreas con un volumen claramente aumentado, y un olor bastante característico.
  • Trichomonas foetus es un parásito infradiagnosticado que hay que tener muy en cuenta.

El diagnóstico de estos parásitos se basa en la realización de tests coprológicos por parte del veterinario, con muestras de heces de varios días ,y existe algún kitt rápido para Giardia. Trichomonas foetus puede precisar de un cultivo PCR de las heces, es decir, que en el laboratorio busquen específicamente el ADN del parásito. En el caso de la Coccidiosis, responden bastante bien al tratamiento con diclazuril o toltrazuril. Contra Giardia, algunos veterinarios prefieren metronidazol y otros fenbendazol. Trichomonas foetus responde bien al ronidazol o metronidazol, teniendo en cuenta que su administración en gatos no está exenta de complicaciones, por lo que se ha de hacer un seguimiento exhaustivo.

Es fundamental una buena higiene y desifencción, y evitar el hacinamiento en colectividades de gatos (albergues, criaderos...) para controlar a estos parásitos y prevenir la aparición de colitis felina.

Por otro lado, Toxoplasma gondii merece un inciso, pues se trata de un parásito microscópico muy importante para la salud pública, responsable de la temida toxoplasmosis. En la clínica habitual del gato, no obstante, aunque puede provocar diarreas, suele aparecer en consulta camuflado con síntomas de lo más variopintos: neurológicos, oculares... De todos modos, nunca se debe descartar cuando se realiza un estudio si se sospecha que el responsable de la diarrea es un protozoo.

Parásito macroscópico

Trichuris, el "verme látigo", no es muy frecuente en gatos, pero su anclaje en el intestino grueso puede provocar diarrea con algo de sangre en el caso de una parasitosis intensa. Es sensible a la mayoría de antiparasitarios convencionales, pero se ha de hacer un seguimiento mediante estudios coprológicos cada mes, pues a veces cuesta deshacerse de él.

Colitis infecciosas en gatos

En este cajón de sastre se engloban las diarreas identificadas como de intestino grueso que responden a una causa infecciosa, sea por un virus o bacteria.

  • Víricas: el coronavirus felino, responsable de la peritonitis infecciosa felina, el virus de la leucemia felina, el parvovirus, causante de la panleucopenia, rotavirus y otros menos conocidos como el toravirus, pueden provocar diarreas agudas o subagudas, con lo que el veterinario realizará de manera protocolaria los tests de rigor para descartarlos cuando acudamos con nuestro gato a la consulta.
  • Bacterianas: un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino ocurrido cuando una bacteria habitual se comienza a proliferar en exceso sin orden, o una infección bacteriana, puede originar una diarrea, como ocurre en casos de Salmonella, Clostridium, o Escherichia coli. En función de la bacteria aislada por pruebas de ADN se establecerá un protocolo antibiótico específico o, si no hay tiempo, se puede instaurar un tratamiento antibiótico empírico de amplio espectro para mejorar los síntomas.

Colitis en gatos por enfermedad inflamatoria intestinal

La enfermedad inflamatoria intestinal es un conjunto de patologías que da lugar a diarreas crónicas, mucho más frecuente en perros que en gatos, aunque nunca se debe descartar. De forma muy resumida, podemos decir que la mucosa del intestino se ve infiltrada por células defensivas de diferente tipo o mezcladas, de ahí que se diferencien en: colitis eosinofílica, colitis plasmocítica, colitis linfocítica .... El origen suele ser un desorden inmunitario, y el tratamiento va encaminado a disminuir la inflamación, básicamente con corticoides, y a suprimir la respuesta inmune que origina esa situación, con inmunosupresores. No obstante, una dosis alta de corticoides puede tener suficiente efecto inmunosupresor, y en ocasiones se puede combinar con otros agentes antiinflamatorios como la sulfasalazina.

Otras causas de colitis en gatos

Se puede encontrar diarrea de intestino grueso en múltiples enfermedades, pero observaríamos síntomas más encaminados hacia estas patologías además de la diarrea en la mayoría de las ocasiones. De esta forma, otras causas de colitis en gatos son:

  • Obstrucción intestinal parcial o en fase inicial.
  • Neoplasias intestinales.
  • Enfermedad hepática.
  • Invaginación de un asa intestinal.
  • Septicemia (infección generalizada).

Manejo dietético de las colitis en gatos

La diarrea o colitis felina suele responder bastante bien a un manejo dietético, independientemente de cuál sea su origen, y al margen de la terapia específica para lo que la esté provocando. Así pues, cabe destacar que la dieta para gatos con colitis debe ser complementaria al tratamiento.

Los gatos con colitis pueden verse muy beneficiados por un ayuno de sólido inicial durante algunas horas (entre 6 y 12 horas), si el veterinario lo considera oportuno y siempre y cuando no haya contraindicaciones. El agua fresca debe estar a su libre disposición, a menos que nos indiquen otra cosa, algo poco frecuente.

La llamada dieta blanda, muy fácil de hacer en perros, tiene un inconveniente en este caso: que tenemos un gato. Por lo general, son neofóbicos en la comida, y en todo, y rechazan sistemáticamente todo lo que no hayan conocido en los primeros meses de vida. Empezar a tomar pequeñas cantidades de una proteína de calidad, como pechuga de pollo o de pavo cocida, con algún lácteo fermentado, como queso fresco o yogur natural, y alguna fuente de carbohidratos con fibra como el arroz integral, es algo que los felinos no suelen considerar como una opción apetecible por muy hambrientos que estén si no lo han comido antes. Por ello, casi todas las marcas de pienso disponen de un gama denominada "gastrointestinal", en pienso extrusionado o comida húmeda, para ayudar en la recuperación de las colitis. La fuente proteica y una cantidad alta de fibra prebiótica son la base del éxito de estos productos.

No obstante, si tenemos la suerte de tener un gato menos sibarita en cuanto a gustos culinarios, una opción válida si nuestra economía no nos permite adquirir uno de estos piensos es la dieta blanda combinada con sobres de pre/probióticos, bastante asequibles, en pasta o gel. Poca cantidad de comida, varias veces al día, puede ayudar al tránsito intestinal a regularizarse.

El seguimiento de la dieta durante 3-5 días, además de los pre/probióticos, puede resolver la diarrea cuando se deba a situaciones de cambio brusco de alimentación, estrés, ingesta excesiva de algún alimento que nos hayan podido robar nuestros gatos de la mesa sin que nos hayamos dado cuenta, o cuando algún fármaco le pueda dar una reacción gastrointestinal. Si la causa de la colitis en gatos es una de las patologías mencionadas, recuerda que es fundamental seguir las instrucciones del veterinario.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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