¿Cómo educar a un conejo?

Para poder educar a nuestro peludo amigo, debemos primero entender qué atributos lo caracterizan, puesto que estos determinarán nuestra forma de relacionarnos con él.

• Son lagomorfos: los conejos son pequeños mamíferos cuadrúpedos, es decir, que se apoyan sobre cuatro patas, pertenecientes al orden de los lagomorfos, los cuales se distinguen de los roedores en el hecho de que tienen dos pares de dientes incisivos superiores (los roedores únicamente tienen un par). Además, son de la familia de los Leporidae, de la misma forma que lo son las liebres.
• Apariencia física: su aspecto físico se caracteriza por poseer cuerpos cubiertos de pelo abundante con coloraciones de lo más variadas (blanco, marrón, palomino…) presentes en una capa de color homogéneo, difuso o con manchas. Estos animales pueden pesar entre 1 y 8 kilos en función de la raza de conejo. También presentan la cabeza ovalada, ojos redondos y sus características orejas largas de entre 5 y 7 centímetros, además de una cola pequeña.
• Son herbívoros: los conejos son animales herbívoros y, por lo tanto, solo pueden alimentarse de vegetales. Tienen una dentadura que les permite roer alimentos duros que forman parte de su alimentación, como semillas. Si quieres saber más respecto a cuáles son las necesidades de tu peludo, te invitamos a leer el siguiente artículo sobre Cuidados del conejo.
• Son muy sociables: los conejos presentan también unas fuertes patas con las que pueden excavar y vivir en madrigueras en las que se encuentran protegidos y en comunidad con otros de su misma especie, lo que los hace animales muy sociables.
• Son presas: los conejos en su hábitat natural son presas, lo que los hace ágiles, asustadizos y con una audición muy aguda debido a sus largas orejas, lo que les permite huir al mínimo sonido que les haga sospechar que un depredador les acecha.
• Alta capacidad de reproducción: también, debido a su condición de presas, tienen una alta capacidad de reproducción (y, por lo tanto, de proliferación), siendo capaz una misma hembra de dar a luz a aproximadamente 30 gazapos al año (es así como llamamos a las crías de conejo).

Como hemos visto, debido a su naturaleza de presa, los conejos suelen ser más bien temerosos, lo cual puede repercutir en un comportamiento más huidizo o reservado si no conocemos cómo relacionarnos adecuadamente con ellos. Debemos tener en cuenta también que hay conejos más tímidos o más mansos en función de la raza, por ejemplo, los conejos Belier suelen ser más tranquilos en comparación a los toy o enano. Aún así, cada individuo es único y tiene sus propias peculiaridades.

1. Sé paciente

Construir una relación satisfactoria con nuestro peludo desde el inicio es muy importante para poder educarlo y, por este motivo, es muy importante que cuando queremos enseñarle algo a un conejo seamos pacientes, puesto que el aprendizaje es un proceso que requiere tiempo y, además, no será para nada beneficioso ni para el bienestar del animal ni para que este confié en nosotros el uso de castigos, regaños y gritos, ya que lo único que lograremos es que nos tenga miedo. Debemos tener presente también que un conejo puede tardar algunos meses en adaptarse a un nuevo hogar y a nuevas personas.

2. Deja que se acerque a ti

A la hora de interactuar con nuestro conejo, hay que tratar de ponerse a su altura, ya que estos animales son pequeños y generalmente siempre estarán a nuestros pies. Debido a esto, al ser nosotros más altos, pueden sentirse intimidados. Por este motivo, cuando quieras relacionarte con él, trata de sentarte cerca de tu conejito, en el suelo o el sofá, y deja que él venga a ti, puesto que estos son curiosos por naturaleza y si eres paciente vendrá a inspeccionarte.

3. Evita los movimientos bruscos

Cuando se acerque a ti, resiste el impulso de acariciarla de inmediato y deja que te explore primero para que aprenda que no eres una amenaza. Seguidamente, poco a poco ve interactuando con él evitando los movimientos bruscos y acariciándole inicialmente el cuerpo, puesto que puede sentirse amenazado si le tocas la cara, usando siempre un tono de voz suave (recordemos que tienen un oído muy sensible). Además, asegúrate de premiarle con comida que le guste (como pequeños trozos de zanahoria, manzana, hierba…), puesto que gracias al refuerzo positivo lograrás que te vea como alguien confiable y de su agrado.

4. Cógelo en brazos (con cuidado)

Una vez hayáis establecido un lazo de confianza y observes que no se encuentra asustado a tu lado, puedes tratar de cogerlo en brazos. Ten en cuenta que este puede ser un paso complicado para él, ya que a los conejos generalmente no les gusta encontrarse retenidos y el hecho de estar “por los aires” puede generarles bastante miedo, ya que normalmente son los depredadores los que los levantan del suelo. Por esto, al principio lo cogeremos durante poco rato cerca del suelo, e iremos progresivamente incrementando la altura y el tiempo, premiándolo siempre en el proceso con obsequios y caricias si vemos que le agradan.

Para empezar, debemos tener en cuenta que los conejos son animales limpios los cuales les gusta tener un espacio en concreto donde hacer sus necesidades. Ahora bien, cuando son pequeños estos aún no controlan sus deposiciones y, por lo tanto, defecarán y orinarán en todos sitios. También, si el conejo ya es adulto, es recomendable consultar con un veterinario el castrarlo o esterilizarlo, puesto que este podría hacer sus deposiciones en lugares no deseados con la intención de marcar su territorio.

1. Añade un esquinero en la jaula del conejo

Para educar a tu conejo a hacer sus necesidades en un lugar adecuado, iniciaremos el proceso de aprendizaje facilitándole un esquinero lo suficientemente grande en su jaula, con un sustrato específico, de forma que le animemos a hacer sus necesidades en el lugar adecuado. En caso que observamos que levanta la cola con la intención de orinar y defecar fuera del esquinero, lo cogeremos para llevarle a este, siempre y cuando el conejo no tenga problemas en que lo cojas en brazos. Contrariamente, si este tiene un carácter más asustadizo, evitaremos cogerlo para así no generarle una situación estresante.

2. Coloca sus heces en el esquinero

Cuando nuestro compañero haga sus necesidades fuera de sitio, las recogeremos con un paño o papel higiénico para colocarlo en su esquinero, de forma que relacione ese espacio con el olor. Y además, limpiaremos concienzudamente con un producto especializado en orines (el cual puedes adquirir en una tienda animal) los lugares en los cuales haya defecado u orinado erróneamente para así borrar los rastros de olor y evitar que vuelva a hacerlo en el mismo sitio. De la misma forma, como el conejo se dirigirá a su esquinero por el olor, es importante que cuando lavemos su esquinero y lo rellenemos con sustrato limpio, lo mezclemos con un poco del antiguo para preservar el olor y no confundirle.

3. Prémiale cuando haga sus necesidades en el esquinero

Por último, es también importante que tratemos de educar a nuestro peludo mediante el refuerzo positivo. Por ello, cada vez que veamos que este haga correctamente sus necesidades, lo premiaremos al momento con algún premio que sepamos que le guste, como su comida favorita o caricias. De esta forma, conseguiremos que asocie la conducta que deseamos con una situación positiva y la repetirá con más frecuencia.

Si necesitas más información sobre cómo educar a tu conejo a hacer correctamente sus necesidades, te recomendamos el siguiente artículo: ¿Cómo enseñar a un conejo dónde hacer sus necesidades?

Pese a que popularmente se cree que los conejos son animales pacíficos, puesto que no son depredadores, estos pueden sorprendernos y manifestar conductas agresivas como el mordernos. Si tu conejo ha mostrado alguna vez este comportamiento, es posible que te haya asustado y pienses que no se puede rectificar. Ahora bien, es posible enseñar a tu conejo a no morder, pero para ello primero deberás conocer el motivo por el cual te ha mordido. Echemos un vistazo a las razones más comunes:

1. Mi conejo muerde por miedo

Como hemos comentado, los conejos generalmente sienten temor al ser manipulados debido a que son presas. Por este motivo, si el animal aún no se ha acostumbrado a nosotros, este huirá. Contrariamente, si se siente acorralado sin posibilidad de huir (por ejemplo, si lo retenemos en nuestros brazos), es muy probable que reaccione mordiéndonos.

También, si hemos tratado de “educar” a nuestro conejo mediante estrategias agresivas como el castigo físico o gritos, claramente este nos tendrá miedo y tratará de defenderse con la mordida. En estos casos, es importante que dediquemos tiempo a hacernos amigo de nuestro conejo, de forma que nos pierda el miedo y aprenda a confiar en nosotros.

2. Mi conejo muerde por dolor

Si tu peludo no tenía problemas cuando te relacionabas con él, pero ha realizado un cambio brusco de comportamiento volviéndose agresivo cuando lo tocas, es muy probable que este haya experimentado o esté experimentado dolor. Para más información, consulta este otro artículo sobre 15 signos de dolor en conejos.

Es decir, puede que se haya dado el caso que le hayas hecho daño sin querer y te haya relacionado con la mala experiencia. En este caso deberemos dedicarle tiempo para que vuelva a entender que somos su amigo y que no le vamos a volver a hacer daño.

O también, puede ser que tenga dolor como consecuencia de alguna patología o lesión. En este caso, es importante llevarle rápidamente al veterinario para que pueda detectarlo.

3. El conejo está enfadado y muerde

Es posible que tu conejo tenga una actitud rebelde debido a que su bienestar no está del todo cubierto. Por ejemplo:

• No se encuentra cómodo en su alojamiento.
• Porque está encerrado mucho tiempo en su jaula.
• Porque necesita correr, cavar, saltar, socializar e interactuar con su entorno.
• Porque si no sale de la jaula, no puede estirarse adecuadamente.
• Porque no le prestas atención y se sienten solos y enfadados.

Si se da alguna de estas situaciones, nuestro conejo se sentirá frustrado y puede reaccionar de forma agresiva. Además, los conejos que no pueden estirarse adecuadamente pueden desarrollar patologías físicas que les generan dolor.

Hay que tener en cuenta que sus necesidades sociales estén cubiertas, puesto que los conejos necesitan estar en compañía para sentirse seguros. Por esta razón, un conejo que se siente solo se sentirá más nervioso y puede ser agresivo en consecuencia. Para resolver esta situación, en caso que el animal pase muchas horas solo, deberíamos plantearnos que conviva con otro conejo.

4. Mi conejo muerde porque protege algo valioso

Algunos conejos pueden morder cuando nos acercamos a algo que es valioso para ellos, como:

• Su territorio(generalmente, su jaula).
• Su bol de comida.
• Otro conejo que sea su amigo.

Para el conejo, es necesario proteger este elemento y puede que nos observe como una amenaza. Consecuentemente, con la intención de defenderlo, puede que nos muerda al acercar la mano, por ejemplo.

Una vez más, deberemos generar un lazo de confianza desde el principio en nuestro conejo para evitar que se dé esta situación. En estos casos, para rectificar esta conducta, deberemos acercarnos poco a poco a este elemento que el conejo quiere proteger, e irle premiando a medida que nos vayamos acercando y no nos haga nada. Deberemos ser muy pacientes, puesto que dependiendo del individuo puede que el aprendizaje le lleve unos cuantos días. Y tendremos que actuar de forma progresiva, evitando forzar la situación, ya que podría volver a mordernos y realizar otra vez un mal aprendizaje. En caso que vuelva a hacernos daño, debemos evitar a toda costa el reñirle porque solo lograremos el efecto contrario a lo que queremos, puesto que nos volveremos una amenaza aún mayor.

5. ¿Por qué muerde un conejo? - Hormonas

Los conejos pueden mostrar un comportamiento agresivo hacia nosotros o a otros conejos generalmente en la primavera, la cual es la temporada de reproducción natural de los conejos. Esta agresión es hormonal e indica un deseo normal de defender su territorio y alejar a cualquier rival.

Si hemos descartado las causas anteriores, habría que llevarlo a un veterinario, ya que este comportamiento debe reducirse mediante la castración o la esterilización.

Para más información, puedes leer este otro artículo sobre ¿Por qué mi conejo me muerde?

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