¿Cómo educar a un dóberman?

¿Cómo educar a un dóberman?

Considerado como una de las razas más inteligentes, el dóberman es uno de los perros más populares en todo el mundo. Y es que este maravilloso can es, además, enérgico, cariñoso y muy protector. Sin embargo, también tiene sus puntos débiles, como la impulsividad. Por eso es importante educar a un dóberman correctamente desde cachorro.

Desde ExpertoAnimal te vamos a mostrar los pasos más importantes que debes realizar en la educación de tu cachorro, o si tu perro ya es adulto, los mejores consejos para adiestrarlo. Sigue leyendo y descubre con nosotros cómo educar a un dóberman adecuadamente.

El carácter del dóberman

Antes de adentrarnos en la aventura que supone aprender a educar a un dóberman, resulta imperativo conocer su carácter y personalidad, ya que cada perro es un mundo y debemos adaptarnos por completo a él. En general, esta raza canina se caracteriza por ser amistoso, pacífico, cariñoso, familiar y sensible. Todos estos rasgos nos indican que debemos actuar con cautela durante su adiestramiento, empleando siempre palabras cariñosas, efusivas felicitaciones y evitar en todo momento los gritos, castigos o la violencia física.

Por otro lado, el dóberman ocupa el puesto número cinco en la lista de los perros más inteligentes de Stanley Coren, de manera que tenemos ante nosotros a un perro que no presenta dificultades a la hora de interiorizar las órdenes. Eso sí, el hecho de ser tan inteligente también nos indica que su educación debe ser un proceso constante, ya que una falta de estimulación mental puede provocar en el dóberman problemas de comportamiento derivados del aburrimiento.

La importancia de la socialización

Además de conocer a nuestro perro para establecer un plan de trabajo adecuado, debemos socializarlo adecuadamente para evitar altercados con otros animales o personas en un futuro. Si acabamos de adoptar a un dóberman cachorro, la tarea es mucho más sencilla, y es que debemos empezar con este proceso de inmediato. Pero, ¿qué es la socialización? Muy sencillo, un proceso que permite al animal aprender a relacionarse correctamente con todos los factores de su entorno: personas, animales, objetos, paisajes y ruidos.

Para empezar con la socialización del cachorro, escogeremos otros cachorros o animales adultos bien socializados, ya que juntar al pequeño con un perro inestable, por ejemplo, puede provocar que el adulto intente morderle y el cachorro relacione la socialización con una experiencia negativa. Así mismo, realizaremos paseos por varios lugares, y permitiremos que interactúe con otras personas.

Si el dóberman que hemos adoptado ya es adulto y no ha sido socializado, la tarea es más complicada. Aquí sí que resulta imprescindible buscar canes estables y pacientes, ya que puede que nuestro perro les ladre e, incluso, intente atacarles. Durante el encuentro, intentaremos buscar una distancia de seguridad, es decir, una distancia entre el dóberman y el otro can en la que nuestro perro no se muestre inquieto ni excitado. En este punto, procederemos a premiarlo mientras observa al otro can y felicitarlo, para que comprenda que la actitud calmada y tranquila es la adecuada. Poco a poco acortaremos la distancia de seguridad, pero jamás forzaremos al animal a relacionarse.

Adiestramiento del dóberman cachorro

Es fundamental comprender que los cachorros no tienen la misma capacidad de aprendizaje que los perros adultos, por lo que debemos tener mucha paciencia durante su educación y utilizar siempre el refuerzo positivo. Esta técnica de adiestramiento consiste en premiar al cachorro con alguna chuche, muchas caricias y felicitaciones cuando obedezca nuestras órdenes o cuando haga algo bien, e ignorarlo cuando haga algo mal.

Para comenzar con el adiestramiento del dóberman cachorro, debemos esperar a que nuestro perro tenga tres meses de edad; intentar realizar ejercicios antes es perder el tiempo, ya que aún es muy pequeño. Una vez que tenga tres meses o más, podemos comenzar poco a poco con los ejercicios, puesto que educar a un cachorro de dóberman no es una tarea sencilla. Los cachorros solamente quieren jugar, comer y dormir, así que con mucha paciencia y utilizando siempre el refuerzo positivo comenzaremos con los ejercicios básicos para su adiestramiento.

Enseñando a sentarse a nuestro dóberman cachorro

Este ejercicio lo podemos practicar tanto en casa como en la calle, siendo recomendable realizarlo en un lugar donde nuestro cachorro no tenga muchas distracciones. Solamente necesitaremos tener a nuestra disposición algunas galletas para perro o golosinas para usarlas como premios.

Es fundamental aprender a dar las órdenes correctamente, para ello debemos decir siempre el nombre de nuestro perro seguido de la orden. Si nuestro perro se llama "Toby", lo correcto será decirle: "Toby, siéntate" o “Toby, sit”. No importa la palabra que seleccionemos para llevar a cabo la orden, lo realmente importante es que no coincida con otras palabras de uso común (como otra orden) y que siempre empleemos la misma. De esta forma, es fundamental, también, informar al resto de miembros que habitan en el hogar para que todos utilicen el mismo lenguaje.

Ahora que tenemos listos los premios y sabemos la palabra que vamos a utilizar para enseñar a nuestro dóberman cachorro a sentarse, ¡ha llegado el momento de empezar! Para ello, esconderemos el premio en nuestra mano, cerrándola por completo, y acercaremos el puño al hocico del cachorro para que pueda olerlo. Una vez captada su atención, pasaremos el brazo por encima del pequeño, creando una línea imaginaria, para que siga nuestra mano y, por inercia, se siente. Conforme haga el gesto de sentarse, diremos la orden y premiaremos al perro una vez sentado. Las primeras veces crearemos esta línea imaginaria con la mano para, poco a poco, empezar a dar la orden sin hacer el recorrido.

¿Tu cachorro no se sienta de forma automática? Entonces debes hacer lo siguiente: dejar que huela el premio escondido, dar la orden y, pocos segundos después, presionar suavemente con la mano la parte inferior de su columna (cerca de donde comienza su cola), incitándolo así a sentarse. Cuando se siente, felicítalo enérgicamente y acarícialo a la vez que le das su premio.

Debemos repetir el ejercicio todos los días, pero sin superar los 15 minutos diarios por sesión, ya que un exceso de tiempo podría llevar al cachorro a cansarse y aburrirse.

Enseñando a tumbarse a nuestro cachorro de dóberman

Una vez que nuestro cachorro ya tenga dominada la técnica del sentado, podremos comenzar a enseñarle a tumbarse. Para ello, necesitaremos ejecutar primero la orden del sentado y, una vez que nuestro pequeño cachorro de dóberman esté sentado, no le daremos el premio sino que ejecutaremos la orden del tumbado: "Toby, túmbate".

Para conseguir que nuestro perro se tumbe, una vez esté sentado sujetaremos con la mano delante de él la galleta de premio, a la altura del suelo. Podemos ponerle la galleta cerca del hocico pero sin que llegue a comérsela, e ir bajándola poco a poco para que él se tumbe de forma natural. Una vez tumbado, le daremos la galleta y le felicitaremos enérgicamente. La mayoría de cachorros de dóberman aprenden estos ejercicios rápidamente, pero si nuestro cachorro es un poco despistado, podemos ayudarle a tumbarse deslizando suavemente sus patas delanteras hacia delante para que se deje caer.

Es muy importante repetir este ejercicio a diario, al igual que el ejercicio de sentado, porque los perros aprenden rápidamente mediante los ejercicios de repetición. De forma que si le enseñamos pero después no continuamos practicando los ejercicios, los olvidarán.

Enseñando a nuestro pequeño dóberman a acudir a la llamada

Este es quizá el ejercicio más sencillo de todos, ya que jugaremos con lo que más le gusta a los perros, la comida. El ejercicio en sí es realmente sencillo, simplemente supondrá que llevemos siempre con nosotros una pequeña cajita con las galletitas para nuestro perro.

Ejecutaremos la orden de "Toby, aquí" o “Toby, ven” mientras sujetamos una galleta en la mano, cerciorándonos de que nuestro cachorro la ve. Cuando el cachorro acuda a nosotros para comérsela, se la daremos y le felicitaremos con entusiasmo.

Repitiendo este ejercicio varias veces a diario conseguiremos que nuestro perro acuda siempre a la llamada. Con el paso del tiempo y cuando ya sepa actuar correctamente ante la orden, iremos reduciendo el número de premios (galletas), dándole solamente en ocasiones pero fecilitándolo siempre que obedezca.

Otras órdenes

Estas son las ordenes básicas que todo cachorro debe aprender, una vez haya cumplido más de seis meses de edad y sepa realizar todas las ordenes correctamente, podemos enseñarle a permaneces quieto en el sitio que le hemos indicado que se siente o tumbe con la misma técnica, el refuerzo positivo.

Por otro lado, debemos seguir practicando la socialización, juntando a nuestro cachorro con otros perros para que juegue e interactúe. Un parque para perros puede ser un lugar fantástico para socializar a nuestro cachorro a diario. Recuerda que también debe socializar con otros humanos, dejándose tocar y acariciar de forma natural.

Conforme el pequeño vaya creciendo e interiorizando las órdenes básicas de educación que, además de estimularlo mentalmente logrará mejorar la convivencia, podremos empezar a incorporar nuevas órdenes más avanzadas. Así mismo, no olvides acostumbrar al cachorro al collar y la correa para que los paseos sean cada vez más cómodos.

Consejos para adiestrar a un dóberman adulto

Los perros de raza dóberman son a rasgos generales cariñosos y buenos, pero muy protectores con su familia. Imagina por un momento que se da una situación de tensión en la que tu dóberman comienza a ladrar a un extraño y no te hace caso. Si no obedece tus órdenes puede incluso llegar a atacar al extraño, ocasionando una situación de gran peligro. Los dóberman son perros muy atléticos y fuertes, si no están bien educados pueden causar estragos.

Para evitar estas posibles situaciones es fundamental que nuestro dóberman esté bien educado desde cachorro, que cumpla nuestras órdenes sin dudar. Sin embargo, por desconocimiento muchas son las personas que no llevan a cabo un buen proceso de socialización, por ejemplo, o que adoptan al pequeño antes de los dos meses de edad, algo totalmente contraproducente porque es con su madre y hermanos con quienes empieza a aprender el comportamiento típico de la especie. Por otro lado, cada vez son más los que se decantan por adoptar a un dóberman adulto y darle una segunda oportunidad. En cualquier caso, resulta importante resaltar que nunca es tarde para educar a un perro, solo debemos conocer las técnicas y pasos adecuados. De esta forma, para lograr buenos resultados, debemos realizar los mismos pasos que se realizan con los cachorros, pero en un lugar donde nuestro perro adulto no pueda escapar ni ocasionar daños a terceros, especialmente si se trata de un can adoptado con miedo o, como decíamos, con ciertas conductas agresivas.

Así pues, antes de iniciar el proceso de adiestramiento del dóberman adulto, debemos hacer un análisis de la situación. Es decir, revisar si el can está correctamente socializado, observar su comportamiento y conocer bien su carácter. Si, como mencionábamos, se muestra agresivo por una falta de socialización, sin lugar a dudas lo primero que tendremos que hacer es solucionar este problema. Para ello, resulta fundamental saber por qué el animal actúa de esa forma. Una vez encontrada la causa, será mucho más fácil trabajarla, con paciencia, constancia y, siempre, haciendo uso del refuerzo positivo.

Una vez que el perro esté correctamente socializado, podremos pasar a practicar las órdenes básicas siguiendo los pasos ya descritos pero, recordemos, en recintos cerrados para, más adelante, practicarlas en otros entornos.

Por otro lado, recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos a la hora de educar a un dóberman adulto:

  • Enseñar al perro a sentarse antes de ponerle el plato de comida. Una vez dejemos el plato de comida en el suelo, no le dejaremos comer hasta que nos mire a los ojos. Cuando nos mire a los ojos, le daremos permiso verbalmente (ejemplo: "Toby, adelante"). Si no llevamos a cabo este paso y dejamos que el animal permanezca excitado mientras le damos de comer, estamos reforzando ese comportamiento, el cual puede agravarse en un futuro y potenciar un posible cuadro de estrés o ansiedad si ve que no le damos su comida.
  • Fijar las normas para que todos los miembros de la familia las lleven a cabo. Así, decidiremos si el animal puede o no subir al sofá, tiene acceso a todos los espacios, puede dormir en nuestra cama, etc.
  • Al ser un perro de tamaño grande, si tiende a saltar sobre la gente y no queremos que esto ocurra, se deberá trabajar con él para evitarlo. Para ello, eludiremos cualquier gesto o palabra que pueda excitar todavía más al animal, lo premiaremos cuando se encuentre en reposo o tranquilo, y lo pararemos con un simple “No”, puesto que los empujones, gritos y castigos no nos ayudarán a solucionar el problema.
  • Si el dóberman sufre ansiedad por la comida, controlaremos la cantidad y optaremos por comederos antivoracidad. Si no funcionan, indagaremos en la causa y la trataremos.
  • En perros adoptados con miedo a las personas, se deberá trabajar primero la seguridad y confianza. Para ello, evitaremos cualquier estímulo que le produzca temor, dejaremos que nos huela primero y, si nos lo permite, procederemos a acariciarlo con cariño, realizando, incluso, masajes relajantes para que entienda que no somos una amenaza.
  • Acostumbrar al animal a dejarse cepillar, cortar las uñas y bañar sin problemas, poco a poco y con mucha paciencia.

Siguiendo estos consejos lograremos que nuestro perro se adapte a su nuevo hogar si acabamos de adoptarlo, o aprenderemos a guiarlo mejor, teniendo presente que nunca debemos usar la agresividad, sino el refuerzo positivo.

Si nuestro perro dóberman es muy mayor y no responde a las indicaciones, siempre podemos consultar con un adiestrador profesional, quien nos dará las pautas a seguir en función de su comportamiento.

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