¿Cómo enseñar a un perro a dormir en su cama?

¿Cómo enseñar a un perro a dormir en su cama?

Por lo general, el lugar de descanso favorito de un perro es nuestra cama. Aunque le hayamos comprado un colchón agradable y mullido, él insiste en seguir durmiendo a nuestro lado. Existen muchas razones que explican este comportamiento: le gusta, se siente acompañado, se lo hemos permitido varias veces… Pero, ¿cómo podemos hacer que el perro duerma en su propia cama? Las pautas a aplicar son muy sencillas, no obstante, no todos los propietarios consiguen mantenerlas durante todo este proceso de educación.

Recuerda que enseñar a un perro a dormir en su cama puede llevar algo de tiempo, pero si somos pacientes y mantenemos siempre las mismas normas, se puede conseguir. A continuación, te mostramos en este artículo de ExpertoAnimal cómo enseñar a tu perro a dormir en su cama, ¡sigue leyendo!

La importancia de elegir correctamente la cama del perro

Antes de explicar cómo acostumbrar a un perro a dormir solo, será fundamental mencionar cómo debe ser la cama de un perro para que se sienta seguro en ella. De no ser así, es probable que no quiera dormir y opte por otros lugares más confortables para él, como el sofá o tu cama.

La cama debe ser lo suficientemente gruesa como para aislarle del suelo y, por ende, del frío en invierno. De esta forma, te recomendamos descartar los colchones que sean demasiado finos. También es importante buscar colchones para perros diseñado específicamente para ellos, ya que de este modo nos aseguramos de que esté adaptado a sus necesidades.

Por otro lado, el material utilizado debe ser inocuo para la salud del perro y debe poderse cubrir fácilmente con una manta o funda, imprescindible en cachorros o perros enfermos. Y, para finalizar, te recordamos que es muy importante elegir correctamente el tamaño: el perro debe ser capaz de estirarse por completo una vez tumbado y darse la vuelta sobre sí mismo sin dificultad.

¿Por qué mi perro no quiere dormir en su cama?

Existen distintas causas que pueden provocar que el perro no quiera dormir en su cama y es importante evaluarlas antes de empezar a trabajar.

Los cachorros pasan las 24 horas del día junto a su madre y hermanos. Al margen de socializar y reconocerse como especie, dormir y estar juntos es fundamental para mantener el calor que aún no pueden regular por sí mismos. Al finalizar la etapa de socialización (alrededor de los 2 meses de vida), la madre empieza a rechazarlos progresivamente, momento en el que ya pueden aprender a dormir solos. Antes de las 8 semanas no debemos dejarles dormir solos si no es con la ayuda de una manta térmica bien aislada o una bolsa de agua caliente.

También es frecuente que los perros cachorros o adultos recién adoptados busquen compañía al sentirse solos y desorientados en un nuevo hogar. En estos casos es importante esperar un tiempo para que el perro pueda adaptarse a su nueva casa, de manera que nunca debemos forzarle.

Finalmente, es importante recordar que en las épocas de más calor los perros solamente quieren dormir en el suelo, eso es debido a que necesitan refrescarse para no padecer un golpe de calor.

La importancia de las normas y la rutina

Antes de empezar a enseñar a tu perro a dormir en su cama, será fundamental mentalizarnos. Por ello, al iniciar este aprendizaje, debemos ser conscientes de que tendremos que mantener unas normas fijas en todo momento, sin excepciones, y que todas las personas del hogar deben cumplirlas.

Recuerda que si unos miembros de la familia le permiten cosas que otros le prohíben, el perro estará confuso y tendrá una mayor dificultad para aprender aquello que deseemos enseñarle.

Asociando la cama de forma positiva

Para lograr que el perro duerma en su cama debemos ayudarle a asociar el colchón de forma positiva. Nunca debemos regañarlo, asustarle o reprenderle cuando se encuentre allí: debe ser un lugar exclusivo para él, en el que pueda refugiarse siempre que lo desee.

Lo primero será ayudarle a reconocer la palabra “cama”. Puedes hacerte con golosinas o juguetes que dejarás encima para que él las busque. Anímale a encontrarlas diciendo “busca en la cama” o “ve a la cama”, un ejercicio que además de reforzarlo positivamente le ayudará a sentirse más querido. Realízalo diariamente una o dos veces.

Además, cada vez que le observes acercarse o tumbarse en su lugar de descanso, debes felicitarlo con un “muy bien”, unas caricias o un snack para perros. Todas las opciones son válidas durante este proceso, solo necesitarás saber qué es lo que motiva a tu can. Eso sí, nunca le fuerces a ponerse encima o le grites para que se quede en su sitio, eso únicamente generará desconfianza, miedo y sumisión, técnicas inadecuadas para la educación del perro.

¿Una o varias camas?

Puede ser interesante adquirir dos camas o trasladar la cama a varios lugares de la casa durante el día. Al ser animales sociables, es comprensible que quieran seguirnos por todos los rincones del hogar, por ello, si movemos la cama o disponemos de varias, tenemos más probabilidades de que se tumbe en su lugar y evite, así, los sofás o nuestra propia cama.

Para que no sea un ejercicio aburrido y obtengas un mayor porcentaje de éxito a la hora de enseñar a tu perro a dormir en su cama, puedes mover la cama y situarla en distintos lugares, prestando atención en todo momento para felicitarle cuando termine de tumbarse. Estos lugares no tienen por qué ser necesariamente a tu lado, al menos al final de la educación, algo que nos ayudará a que se muestre independiente en los momentos de descanso.

¿Cómo acostumbrar a un perro a dormir en su cama?

La clave para enseñar a un perro a dormir en su cama es el refuerzo positivo. Esta técnica basada en las recompensas ayuda a que el perro aprenda de forma más efectiva. Aun así, existen otros trucos que puedes utilizar para fomentar que el perro duerma en su propia cama en lugar de utilizar sofás y sitios que no son adecuados para él:

  1. Enseña a tu perro a tumbarse, de esta forma, serás capaz de indicarle lo que esperas de él, algo que facilitará muchísimo la comunicación y evitará errores.
  2. Ofrécele masajes y otros ejercicios de relajación de forma regular cuando esté tranquilo y relajado en su cama. Eso no solamente favorecerá el equilibrio del can, también le ayudará a asociar el lugar con caricias y buenos momentos.
  3. No olvides el refuerzo verbal, es tan importante como las golosinas. Utiliza siempre un tono de voz suave y agudo, algo que les ayuda a comprender mejor.
  4. No le castigues si sale de su cama o si intenta subir a la tuya durante la noche, levántate e indícale que debe tumbarse en su cama y, después, felicítalo.
  5. Evita situar la cama excesivamente lejos de tu zona de descanso, dejarle encerrado o privarle del acceso a ciertos lugares. Debes permitir que el perro experimente y tenga ciertos errores. Este tipo de técnicas pueden generar frustración, miedo o estrés.

Si encuentras a tu perro en un lugar en el que no debería estar, tranquilo, hazle bajar con tu voz o unas golosinas y recompénsalo únicamente cuando se encuentre otra vez en su cama.

Recuerda que se trata de un proceso que requiere calma, serenidad y mucha paciencia. No te pongas nervioso si tu perro no comprende bien lo que le pides, algunos requieren hasta 20 o 30 repeticiones para comprender un comando. Debes ser consciente de que los perros tienen ciertas limitaciones.

Actuar de forma coherente y positiva en todo momento te ayudará a relacionarte mejor con tu perro, de esta forma, vuestro vínculo será más fuerte.

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