¿Cómo estimular a un cachorro para defecar?

Cuando los pequeños cachorros nacen, lo hacen muy dependientes de su madre. Son capaces de reptar hasta el pezón y comenzar a alimentarse, primero con el tan importante calostro y, después, con la leche materna. No ven, ya que tienen los ojos cerrados hasta, aproximadamente, los 10 días de vida. También podemos comprobar que mantienen un trozo del cordón umbilical, que les ha cortado su madre con los dientes, durante unos 7-10 días. Los cachorros tampoco pueden andar y tardan unas 2-3 semanas en poder hacerlo. Durante este tiempo, es la madre la encargada de proporcionarles todos los cuidados de alimentación, de higiene y, muy importante, de calor, puesto que los cachorros no son capaces de regular su temperatura y, por tanto, adquieren la de la superficie en la que se encuentran.

Mientras los pequeños maman, la perra los lame, centrándose en la zona genital y anal. Esto estimula el reflejo de eliminación y consigue que los cachorros evacúen tanto orina como heces. Cuando falta la mamá, nosotros debemos ser los responsables de mantener el bienestar de los cachorros, así como de asegurar su correcto desarrollo, para lo que será imprescindible saber cómo estimular a un cachorro para defecar, como veremos a continuación.

En ausencia de la madre, en primer lugar, debemos mantener a los cachorros juntos para que, al menos durante las 8 semanas que se recomiendan, puedan socializar entre ellos. En sus primeros días de vida necesitan un ambiente cálido, para lo que nos puede servir una caja de cartón con una manta o cojín confortable que podemos forrar con un empapador, ya que, si tenemos más de un cachorro, el contacto entre ellos puede servir para que se estimulen entre sí y se orinen o defequen encima. Con el empapador aseguraremos que se mantienen siempre secos y, además, es muy fácil de cambiar para que permanezcan siempre en las mejores condiciones de higiene. Al tratarse de animales muy pequeños son también muy frágiles, por lo que hay que vigilar todos los detalles, pues cualquier afección puede provocarles la muerte en cuestión de horas.

La alimentación debe hacerse cada 2-3 horas durante el día y la noche y con leche especial para cachorros que podremos encontrar en las clínicas veterinarias o tiendas especializadas. Según vayan creciendo irán comiendo de una forma más espaciada y hacia las 3 semanas de vida comenzarán a probar los alimentos sólidos, primero en forma de pasta que haremos con pienso especial para cachorros hasta el año de edad y agua tibia, mientras aún siguen tomando algún biberón y, después, ya comiendo el pienso directamente. Es importante utilizar el biberón con los pequeños, ya que su mecanismo permite que el cachorro succione la leche a su ritmo, con lo que es más difícil que se atragante. Otros métodos, como la jeringuilla, pueden hacer que la leche entre en demasiada cantidad y sin control del cachorro, lo que puede llevar a atragantamientos o a neumonía por aspiración. Una vez los hemos alimentado, para lo que es importante colocarlos sobre nuestra mano, como si estuviesen de pie, puesto que no son bebés y no deben comer boca arriba, podemos proceder a la estimulación. Así, el primer consejo es que la estimulación debe realizarse después de cada toma. A continuación explicamos cómo estimular a un cachorro para que defeque. Hay que recordar que esta técnica es necesaria solo durante las primeras semanas de vida. Una vez comienzan a andar y a alimentarse solos, también son capaces de evacuar sin ayuda. Pasos a seguir:

1. Colocamos al cachorro boca arriba, apoyado sobre nuestra mano.
2. Ponemos debajo un empapador.
3. Tenemos preparado un recipiente con agua tibia y unos cuantos algodones o gasas.
4. Mojamos bien el algodón, aunque no hace falta que esté empapado, y lo pasamos por la zona genital y anal, en ese orden, del pequeño.
5. Podemos realizar varias pasadas, siempre con suavidad.
6. Lo normal es que esta estimulación, que simula la lengua de su madre, provoque la micción y la defecación, de manera que también nos permitirá estimular al cachorro para que haga pis.
7. Si no conseguimos que el cachorro elimine podemos masajear suavemente, con el algodón, la barriga.
8. Si vemos que pasa un día sin que el cachorro orine o defeque debemos contactar con nuestro veterinario, ya que, como hemos dicho, cualquier malestar puede resultar fatal para estos pequeños.
9. Tras la eliminación debemos dejar limpio y, sobre todo, muy seco al cachorro, pues los enfriamientos pueden tener consecuencias fatales.
10. Los cachorros deben hacer pis y caca varias veces al día.

Estos pasos también son aptos para el estreñimiento en cachorros lactantes si la madre no logra estimularlos correctamente. Y si te preguntas cada cuánto defeca un cachorro, en general suele hacerlo tras cada toma de alimento.

Una vez que sabemos cómo estimular un cachorro para defecar, vamos a dar algunas recomendaciones importantes que también hay que tener en cuenta a la hora de cuidar a estos pequeños huérfanos:

• En primer lugar, si recogemos una camada abandonada debemos acudir a nuestro veterinario para un examen que pueda alertarnos de la existencia de algún problema. También nos puede ayudar a determinar la edad de los pequeños y a desparasitarlos según sea conveniente.
• Es muy importante, también, mantenerlos en un ambiente tranquilo y, como ya hemos dicho, a una temperatura cálida.
• Los cachorros pasan buena parte del día durmiendo. Según vayan creciendo serán también capaces de mantenerse más tiempo despiertos. Durante el sueño pueden sacudirse y gimotear, siendo completamente normal.
• Mientras tengan los ojos cerrados debemos fijarnos en que no se observe ninguna inflamación en ellos, pues, en ocasiones, esta puede deberse a una infección ocular. Por lo tanto, si alguno de los cachorros presenta un ojo hinchado o alguna secreción debe recibir atención veterinaria, ya que, de lo contrario, la infección puede progresar y dañar el ojo.
• Otro aspecto importante que tenemos que observar es el estado del ombligo. Si presenta alguna costra o se mancha considerablemente durante la estimulación para que eliminen, podemos limpiarlo con una gasa o algodón mojado en suero fisiológico o algún desinfectante. Debemos mantenerlo siempre seco y limpio porque, si se produce una infección en él, las consecuencias pueden ser fatales. Al principio, los cachorros tendrán un trozo más o menos grande de cordón umbilical en el ombligo que se va a ir secando hasta caer por completo hacia los 8-10 días. Si el ombligo aparece inflamado, enrojecido, caliente, supura o duele, debemos procurar asistencia veterinaria urgente.
• Cualquier cambio debe ser comentado con el veterinario, especialmente durante los primeros días de vida: descenso de la temperatura, falta de apetito, gimoteos, ausencia de eliminaciones y/o movimientos, infecciones, diarrea, secreciones, etc.
• Debemos comprobar que los cachorros se mantienen calientes al tacto, succionan con vigor y van engordando y creciendo día a día.
• Por último, la presencia de costras y/o pequeñas áreas sin pelo puede indicarnos que la temperatura a la que se encuentran los cachorros es demasiado baja o que el entorno no es lo suficientemente higiénico.

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