¿Cómo evitar que un perro te muerda?

¿Cómo evitar que un perro te muerda?

La mordedura de un perro, especialmente si se trata de un can de tamaño medio o grande, puede ser especialmente grave, más aún si hablamos de niños. Los mordiscos más severos pueden causar heridas y lesiones, e incluso poner en riesgo la vida de las personas.

Si no estás familiarizado con el lenguaje canino, saber cómo evitar que un perro no te muerda no siempre será fácil, por esa razón en ExpertoAnimal te daremos 10 consejos para evitar mordeduras de perros, tips que podrás poner en práctica tanto con los tuyos como con los desconocidos.

1. Cuando un perro no es el tuyo...

Gracias a la confianza y al vínculo es posible que manipulemos de todas las formas posibles a nuestro perro, no obstante, es un error muy común suponer que cualquier perro va a tolerar lo mismo que el nuestro. Si eres voluntario de un refugio de animales o has quedado para conocer al perro de tu mejor amigo ten en cuenta este consejo.

2. Escuchar las indicaciones del propietario

Muchas mordeduras de perros podrían evitarse si se presta atención a las indicaciones del propietario. ¿Cuántas veces le hemos dicho a alguien que no haga algo, pero termina haciéndolo? Si el propietario te pide que no le des comida o que no le excites, es por algún motivo. Y recuerda, aunque no esté relacionada con la agresividad, una acción tuya puede echar a perder el trabajo de semanas.

3. A los perros no siempre les gustan los besos y abrazos

Esta no es una norma general, ya que muchos perros tienen tan bien asociadas este tipo de muestras de afecto que lo aceptan sin problemas. Los abrazos y besos son señales de amor y cariño que utilizamos las personas y los simios, pero que resultan invasivos y hasta agresivos para la mayoría de los perros.

Los abrazos y los besos en la cara del perro están entre las causas principales de marcaje y mordidas, especialmente si van acompañadas de la inmovilización del perro. La mejor manera de mostrarle cariño al perro, especialmente a un perro desconocido, es rascarle el pecho o los lados del cuello.

4. No excites demasiado a un perro

Exceptuando en perros especialmente templados, la hiperexcitación hace que un can disminuya significativamente su autocontrol. Debido a ello, es probable que si jugamos a morder y le sobreexcitamos acabemos siendo víctimas de un mordisco.

5. Evita utilizar tu cuerpo para frenar la agresión de un perro

Si llevas a un perro que está reaccionando violentamente o estás cerca de él, ten cuidado y nunca pongas una pierna (o cualquier parte de tu cuerpo) en medio para frenarle, eso podría provocar que redirija la mordida hacia alguna zona de tu cuerpo.

Lo mejor que puedes hacer si lo estás paseando es sujetarlo firmemente (sin ahogarlo) a una distancia prudencial de tu cuerpo, atado en corto si fuese necesario. Por el contrario, si el perro se encuentra desatado lo mejor será frenar el episodio con un mangerazo de agua a presión.

6. Evita malentendidos

En ocasiones, nuestro propio lenguaje corporal puede ser percibido de forma negativa por un perro. Algo tan insignificante para nosotros como soplar la cara, mirar fijamente mucho rato, arrinconar jugando o inclinarnos por encima de él pueden ser intuidos como comportamientos amenazantes. Evita utilizarlos.

7. Presta atención a las señales de advertencia

Mientras que algunas señales de calma son muy fácilmente confundidas, como el relamido, dar la espalda o bostezar, otras son fácilmente identificables: hablamos de enseñar los dientes, gruñir o ladrar. Si un perro te advierte, no lo ignores, deja de hacer aquello que sea que le está molestando.

8. No te propases

Existen muchos perros que padecen dolor, molestias o que, simplemente, no están bien habituados a la manipulación. En estos casos será mejor evitar tocar ciertas partes del cuerpo que puedan hacer que se sientan incómodos.

Algunos ejemplos podrían ser tocar la cadera de un perro anciano, meter los dedos en boca, orejas o nariz, tirar de la cola o manipular un enredo. Especialmente si el perro no es tuyo, lo mejor será ser poco invasivos y previsibles.

9. Nunca molestes o maltrates a un perro

Si decides molestar o maltratar a un perro, especialmente a uno desconocido, prepárate para recibir una advertencia o, en el peor de los casos, una mordida considerable.

Los perros cuando se enfrentan a algo desagradable tienen dos opciones: huir, quedarse inmóviles, advertir o atacar, y si se trata de perros con poco autoctontrol, de perros que ya han mordido antes o de canes con mucha confianza en sí mismos, la respuesta probablemente será la última. Evita interrumpir a los perros cuando están durmiendo, alimentándose o protegiendo algún objeto (juguetes, su hueso, etc.).

10. Si parece que un perro va a atacarte...

Si un perro te ladra y muestra señales de agresividad, lo más probable es que únicamente pienses en salir corriendo a toda prisa, no obstante, eso no es siempre una buena ida: el perro siempre va a correr más que tú.

En estos casos lo mejor sera quedarte inmóvil, con los brazos pegados al cuerpo y evitando mirarlo a los ojos. Para la mayoría de los perros esto indica que no eres una amenaza. Cuando deje de gruñir, será el momento de empezar a desplazarte lentamente, sin mirarle y sin darle la espalda.

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