¿Cómo hacer que el perro del vecino deje de ladrar?

¿Cómo hacer que el perro del vecino deje de ladrar?

Los ladridos de un perro son una de las muchas razones que pueden originar una disputa entre vecinos. No es extraño, puesto que mientras algunos perros se limitan a ladrar un par de veces en momentos puntuales, otros se dedican a ladrar de forma repetida a lo largo del día, hecho que puede ser realmente estresante para ti, impedirte el descanso y perjudicar tu salud a largo plazo.

Si estás viviendo esta situación, seguro que te sentirás razonablemente molesto y por este motivo quieras saber cómo hacer que el perro del vecino deje de ladrar. Además, puede que te encuentres preocupado por el animal, ya que los ladridos excesivos son un claro indicativo de que este no se encuentra bien. Por esta razón, en ExpertoAnimal te aconsejamos cómo puede actuar en esta peliaguda situación.

¿Por qué el perro de mi vecino no para de ladrar?

Los ladridos excesivos son un problema muy habitual en muchos perros, puesto que, aunque es natural que el perro ladre, esta es una acción que empieza y acaba con una finalidad concreta. Contrariamente, cuando un perro ladra constantemente es motivo de alarma, puesto que la conducta pasa de ser algo normal a algo que refleja disconformidad o malestar en el animal. Veamos los motivos principales:

Aburrimiento y frustración

Esta es una de las razones principales por las cuales los perros suelen ladrar, pues la falta de ejercicio y entretenimiento, sobre todo si el propietario no pasa suficiente tiempo con su perro y, además, este no tiene juguetes y elementos con los que entretenerse en casa. Este hecho origina que el perro se sienta nervioso y estresado, dando como resultado problemas de comportamiento como los ladridos excesivos.

También, existe muchas veces el error de creer que si el animal vive en una casa con un terreno o jardín grande, este ya se encontrará distraído y, por lo tanto, no hace falta pasearle, pero nada más lejos de la realidad, pues pese a tener espacio, el perro difícilmente empezará a deambular por este, pues lo conoce y no le aporta nada nuevo.

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Ansiedad por separación

Muchos perros suelen empezar a llorar una vez que sus amos marchan de casa, pues les echan en falta. Esta conducta está asociada a la ansiedad por separación, y suele darse en perros los cuales están excesivamente apegados a sus amos, hasta el punto en el que “no pueden vivir si ellos”.

Es decir, se sienten inseguros y estresados cuando están solos, y por esta razón, necesitan llamar a sus propietarios para que les haga compañía. Este problema suele ser más evidente cuando el perro realiza destrozos dentro de la casa, realiza micciones y defeca, e incluso, el propietario se lo encuentra justo delante de la puerta en llegar a casa.

Ladrido de alarma e inseguridad

De forma instintiva, el perro suele ladrar cuando algo o alguien se acerca a su territorio, para proteger su espacio y avisar al propietario que algo se acerca. Ahora bien, es tarea del propietario ayudar a su perro entender que los individuos de fuera (como gente, otros perros paseando e incluso ruidos) no son una amenaza y, por lo tanto, debe permanecer tranquilo. P

or este mismo motivo, aquellos perros que son más bien inseguros, tienen más tendencia a alarmarse cuando ven extraños fuera (sobre todo si se sienten solos). A su vez, los perros que se encuentran aburridos también suelen realizar esta clase de ladridos con más frecuencia, pues al encontrarse nerviosos y sin nada con lo que distraerse, ladrar a los individuos de fuera es la única actividad que pueden hacer.

Ladridos compulsivos

Esta clase de ladridos son especialmente graves, pues en este caso estamos hablando de una conducta estereotipada, la cual se caracteriza por ladridos repetitivos y monótonos durante mucho tiempo. Estos, como toda clase de comportamientos compulsivos, indican una grave alteración en el bienestar del animal, y puede ser consecuencia de los casos anteriormente comentados cuando se prolongan durante demasiado tiempo sin aportar solución.

No se encuentra bien

Por último, no hay que descartar que el perro ladre debido a que este sufre algún dolor o enfermedad, la cual origine este comportamiento, por ejemplo una disfunción cognitiva. En estos casos, el comportamiento suele iniciarse de forma brusca, es decir, puede que el perro del vecino durante años nunca haya realizado ladridos excesivos, pero de repente, ha empezado esta conducta con frecuencia. En todo caso, un veterinario será sin duda el más apto para diagnosticar si esta es la causa.

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¿Qué puedo hacer si el perro de mi vecino no para de ladrar?

Aunque pueda resultar incómodo muchas veces, lo más aconsejable es acercarte a tu vecino y explicarle la situación. Muchas propietarios cuando se marchan de casa no saben que su perro ladra, o al menos, no se imaginan que puedan llegar a hacerlo todo el rato. Por este motivo, comunicarle este problema lo antes posible será lo más recomendable. A su vez, trata de hablar con otros vecinos que estén sufriendo esta situación, para que también le comenten. De esta forma, tu vecino verá que el problema no es solo tuyo, sino que es contrastado por muchas personas.

En el momento de dar este paso tan importante, evita a toda costa ser agresivo, es decir, evita toda clase de amenazas como “tendré que contactar con la policía”, por ejemplo, ya que seguramente tu vecino se podrá a al defensiva y no habrá forma de llegar a un acuerdo mutuo. Por lo tanto, trata de explicarle de forma empática y gentil que te sabe mal esta situación, pero que el ladrido del perro no te deja descansar ni realizar tus rutinas con normalidad.

A ser posible, trata de averiguar qué hace ladrar al perro específicamente, pues como hemos comentado, son diversas las causas por las cuales puede suceder esto. De este modo, podrás darle más detalles al propietario para que pueda solucionar este problema de comportamiento, ya sea cuando pasen otros perros o gente por la calle, cuando el propietario se marcha del hogar, etc. Puedes incluso tratar de grabarlo cuando esto suceda para hacer la explicación más creíble.

Por último, explícale que su perro no es una causa perdida, pues debido a la desinformación muchos propietarios piensan que ciertos comportamientos no se pueden corregir. Por esta razón, localizar por qué exactamente ladra y, con el correcto asesoramiento de un veterinario o de un educador canino, puede mejorar el bienestar de su mascota y el del vecindario.

¿Debería llamar a la polícia si el perro de mi vecino no para de ladrar?

Lamentablemente, existen muchos propietarios los cuales no son los suficientemente responsables como para acoger la gran responsabilidad que implica la tenencia de un perro. Y por lo tanto, no atienden a las necesidades básicas de sus mascotas, las cuales son, proporcionarles alimento, seguridad, afecto, entretenimiento, ejercicio y una educación básica. Sea cual sea la situación por la cual el perro ladre, no debemos pagarlo con este, ya que por más molesto que estés, tienes que ser consciente que el animal no lo hace expresamente para molestar, sino por necesidad.

En todo caso, como hemos comentado, será tarea del propietario ayudarle a que deje de realizar este comportamiento. Sin embargo, si por desgracia tu vecino no empatiza con tu situación ni atiende a razones, sin lugar a dudas, deberás tomar la decisión de contactar con las autoridades para denunciar el caso, sobre todo si observas signos de maltrato o abandono en el perro, puesto que este es la víctima principal de las circunstancias. Además que, obviamente, tú tienes derecho a estar en tu hogar sin molestias por parte de terceros, los cuales te impiden descansar y te perjudican la salud a largo plazo. Como última opción, podrías tomar medidas legales si no hubiese otra solución.

En este otro artículo te explicamos ¿Cómo denunciar maltratos a animales?

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Bibliografía
  • Esteban Alonso, A. (2003). Contaminación acústica y salud. Universidad Rey Juan Carlos, Instituto Universitario de Ciencias Ambientales
  • Elgier, Jakovcevic, A., Mustaca, A., Bentosela, M., & Barrera, G. (2009). Problemas de comportamiento en los perros domésticos (canis familiaris): aportes de la psicología del aprendizaje. Revista de Psicología, 18(2), Pág. 123-146. Enlace recuperado el 15/04/2020 en: https://revistapsicologia.uchile.cl/index.php/RDP/article/view/17123