¿Cómo hacer que mi perro viva más?

La alimentación es un aspecto fundamental de los cuidados de un perro, pues repercute directamente en su salud y bienestar. Ofrecer una dieta equilibrada y adecuada nos ayuda a prevenir la obesidad en el perro, pero también muchos otros problemas de salud graves asociados con los desequilibrios nutricionales.

Es importante adaptar la alimentación a las características de cada animal, teniendo en cuenta la raza, la edad, el sexo, el estilo de vida o el historial clínico, para proporcionar las calorías diarias recomendadas. Podemos optar por una alimentación basada en el pienso balanceado, pero también podemos consultar con nuestro veterinario la posibilidad de elaborar recetas caseras o seguir la dieta BARF. Los alimentos extra, como pueden ser los premios para perros, nunca deben superar el 10% de las necesidades calóricas ^[1] y el can debe disponer siempre de agua fresca y limpia.

Es importante resaltar que existen muchos alimentos, como frutas y plantas, que no son dañinos para el ser humano pero sí para los perros, resultando incluso tóxicos o letales, como puede ser el caso del chocolate, las cebollas o las uvas. Por tanto, deberás evitar cualquiera de los alimentos prohibidos para perros basados en estudios científicos, con el fin de prevenir una intoxicación.

Los cuidados de los dientes de los perros no son muy distintos a los nuestros, en cuanto a higiene se refiere. La formación de sarro y la gingivitis (inflamación de las encías) son problemas de salud muy comunes en los perros domésticos y, si no se tratan o previenen, pueden originar enfermedades dentales muy graves, causando la caída prematura de los dientes, abscesos e incluso infecciones.

La mejor forma de prevenirlo es a través de una rutina de higiene dental. Cepillar los dientes del animal con un cepillo e incluso con un pedazo de gasa puede ser muy efectivo, ayudando así a prevenir diversas patologías. Además, existen hasta 10 formas distintas de limpiar los dientes a un perro, algunas de ellas pensadas para aquellos perros que no se dejan manipular la boca.

El cepillado es, probablemente, la rutina más importante a la hora de cuidar el manto de un perro y es especialmente necesaria en perros de pelo largo. Tras elegir el cepillo adecuado para tu perro te aconsejamos realizar una rutina semanal de cepillado (entre una y tres veces a la semana, dependiendo de las necesidades del individuo y la longitud del manto) para retirar la suciedad, el polvo y los enredos.

Además, esta rutina nos permite identificar de forma pronta cualquier parásito y nos ayuda a mejorar nuestro vínculo con el can, pues la mayoría adoran ser cepillados. Cuando el pelo está lleno de enredos y causa molestias graves en el perro, entonces debemos valorar la opción de visitar un peluquero canino.

Los baños regulares son esenciales para mantener la piel del perro limpia y sana, sin embargo, es muy importante que no abusemos de esta rutina, por tanto, te recomendamos realizar un baño cada 1 o 3 meses como máximo. No olvides utilizar productos específicos para perros y seguir nuestros consejos para saber cómo bañar un perro en casa de forma adecuada y positiva.

El ejercicio es una rutina esencial que ayuda a los perros a canalizar la energía, liberar el estrés y tonificar los músculos. De hecho, es clave para hacer que un perro viva más y mejor. Aún así, deberás tener en cuenta las limitaciones cada animal, ya que el ejercicio intenso no controlado puede ser tan prejudicial como su ausencia.

Deberás prestar atención si tu perro pertenece a una de las razas de perros braquicéfalos, pero de forma general podemos estimar que todo perro debería disfrutar de entre dos y tres paseos al día de calidad, así como una hora de ejercicio físico diario, ya sea intenso, moderado o leve.

La estimulación mental es uno de los cuidados del perro más importantes, no obstante, suele olvidarse con frecuencia. Debemos saber que es tan importante como el ejercicio físico, pues afecta de igual modo al bienestar del perro. Proporcionar este tipo de actividades mentales, ya sea mediante juguetes de inteligencia, habilidades caninas o juegos de olfato es fundamental para mantener un buen estado de salud y las capacidades cognitivas activas.

Además, la estimulación mental mejora el vínculo con el propietario, es útil en perros que experimentan el síndrome de disfunción cognitiva y previene muchos de los problemas del comportamiento habituales, como la destructividad.

El enriquecimiento ambiental también puede ayudarnos en este aspecto, pues ofrecer un espacio con estímulos variados ayuda a mejorar el día a día de nuestros canes. Los túneles, dejar juguetes variados a su alcance, los huesos naturales para roer o una cama de tipo nido son algunas ideas.

Aunque parezca una obviedad, mantener la casa limpia con productos enzimáticos, evitando así el uso de químicos, mejora el bienestar de nuestro perro y no molesta a su privilegiado y sensible olfato. Además, fomentar la tranquilidad, la calma y el confort hará que él también se comporte de este modo y esté en consonancia con nosotros, procurando un ambiente idóneo.

La desparasitación del perro, tanto interna como externa, debe ser una parte importante de sus cuidados, ya que la mayoría de parásitos pueden actuar como vectores de enfermedades graves que solo se pueden prevenir mediante esta rutina regular de desparasitación. Consulta con tu veterinario de confianza cuáles son los mejores productos para desparasitar a tu perro y sigue el calendario establecido.

Seguir el calendario de vacunación del perro nos ayudará a evitar muchas enfermedades que no tienen tratamiento una vez contraídas. Además, realizar visitas regulares cada 6 o 12 meses nos ayudará a prevenir y detectar cualquier cambio en nuestro perro, pudiendo ofrecerle así un mejor pronóstico.

Los perros adultos pueden acudir al veterinario una vez al año, pero los perros jóvenes deben visitarlo cada 4 meses y los perros ancianos cada dos años. Además, cuando surgen síntomas anormales estos períodos deben ajustarse para una mayor seguridad. ^[2]

Existen muchas ventajas de la castración, entre ellas una mayor longevidad y la prevención de diversas patologías, las cuales varían dependiendo del sexo del animal y el momento de la castración. Así mismo, suele favorecer un mejor comportamiento relacionado con la conducta exploratoria, la conducta sexual y la agresividad, siendo más notable en perros machos que en hembras. ^[4]

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Cómo hacer que mi perro viva más?, te recomendamos que entres en nuestra sección de Cuidados básicos.

¿Tienes contratado el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para perros? Consiguelo al mejor precio rellenando el formulario con tus datos y los de tu mascota haciendo clic en este botón: