¿Cómo medir la temperatura a un gato?

Antes de explicar cómo medir la temperatura a un gato es importante que sepamos cuál es su valor normal para que podamos interpretar el resultado de nuestra medición. Los gatos tienen una temperatura más elevada que la de los humanos. Oscila entre los 38 y los 39,2 ºC.

Eso sí, debemos saber que la temperatura de los gatos bebés es algo más baja. Al nacer son incapaces de controlar su temperatura corporal e irán adquiriendo esta función con la edad. En ellos, temperaturas de 37 ºC pueden considerarse normales e irán ascendiendo en sus primeras semanas de vida. Si nuestro gato tiene 37 ºC de temperatura y es adulto debemos prestarle atención, pues podría terminar en un cuadro de hipotermia.

Un gato se sentirá a gusto en temperaturas ambientales similares a las que también nos resultan reconfortantes a las personas. Tal y como hacemos nosotros, en épocas de frío buscará los lugares más calientes de la casa, de ahí la popularidad de las hamacas para radiadores. Si es nuestro caso, estamos ante una situación en la que cómo medir la temperatura a un gato será irrelevante, porque con facilidad superará los 39,2 ºC sin que suponga fiebre, solo por el contacto directo con el calor. Si se encuentra a gusto no tenemos por qué moverlo. Él mismo se cambiará de sitio cuando se sienta acalorado.

Otra situación distinta se da en la temporada cálida, cuando las temperaturas se elevan en exceso. El gato puede sufrir un golpe de calor si no dispone de lugares frescos y a la sombra. En días así es habitual verlos tumbados en suelos de baldosa o incluso dentro de lavabos o bañeras. Si respiran con la boca abierta es que el calor está siendo excesivo y debemos adoptar medidas urgentes, ya que un golpe de calor puede resultar fatal.

A continuación, explicaremos cómo medir la temperatura a un gato, pero antes resulta relevante saber que, aunque con mayor frecuencia hablamos de la fiebre, lo cierto es que una cifra inferior a la temperatura normal de un gato puede resultar igualmente peligrosa. Es lo que se conoce como hipotermia en gatos, un fenómeno que se debe a varias causas como una inmersión en agua fría, un shock o una temperatura ambiental inadecuada en gatitos bebés. En este estado, el cuerpo consume su energía acumulada y disminuye el nivel de azúcar en la sangre. En conclusión, se reduce el metabolismo y el corazón puede detenerse. Se trata de una urgencia veterinaria.

Generalmente, los cuidadores quieren saber cómo medir la temperatura a un gato para poder detectar cuándo tiene fiebre. La temperatura elevada o hipertermia puede aparecer en un listado amplísimo de enfermedades y, en buena parte de los casos, se acompañará de otros síntomas que son los que van a orientar el diagnóstico. Un gato con hipertermia debe ser visto por un veterinario. Si nos preguntamos qué temperatura en gatos es fiebre, podemos considerar que aquella que supere los 39,2 ºC.

Para más información sobre las causas, no te pierdas este otro artículo: "Fiebre en gatos".

La única forma de conocerla es utilizando un termómetro. Por lo tanto, es falso que por las orejas pueda determinarse la temperatura de un gato. La nariz tampoco es un indicador fiable. Por ello, es importante que aprendamos cómo medir la temperatura a un gato con un termómetro como el que se utiliza para las personas.

La forma más segura es rodear al gato con un brazo contra nuestro pecho y, con la mano, mantener elevada la cola y el cuerpo para impedir que se siente. Mientras, con la otra mano, introducimos el termómetro en el ano lo suficiente para cubrir la punta. Podemos lubricarlo antes con vaselina.

Esta sería una situación idílica, pero en la realidad es probable que el gato presente resistencia. En ese caso, puede ayudarnos otra persona o podemos probar a envolver al gato en una toalla, descubriendo solo la región anal. Si sigue resultando imposible, tendrá que hacerlo el veterinario. Forzar puede terminar ocasionando daños.

Con el termómetro introducido solo tendremos que esperar a que se muestre la temperatura. Lo retiraremos y lo desinfectaremos antes de guardarlo. En función de la temperatura registrada, tendremos que acudir o no al veterinario.

A continuación, compartimos un vídeo del canal ExpertoAnimal en el que mostramos de una forma más visual cómo tomar la temperatura a un gato:

Una vez visto cómo medir la temperatura a un gato y cuál es la temperatura corporal de un gato dentro de sus parámetros normales, nos detenemos en el sphynx o gato esfinge, una raza sin pelo o, mejor dicho, con un pelo corto y fino. Estos animales van a necesitar más energía para mantener su temperatura corporal, que incluso puede ser algo superior a la de las razas con pelo. Para ello, es importante que les ofrezcamos buenos cuidados basados siendo un pilar fundamental la alimentación de calidad que pueda cubrir todas sus necesidades.

Además, es importante que vigilemos las temperaturas extremas, ya que son sensibles a los cambios. Con el calor directo incluso podrían llegar a sufrir quemaduras, de ahí la recomendación de que sea una raza que se mantenga exclusivamente en el interior.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Cómo medir la temperatura a un gato?, te recomendamos que entres en nuestra sección de Cuidados básicos.

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