¿Cómo nacen los caballitos de mar?

Antes de saber cómo nacen los caballitos de mar, debemos preguntarnos qué son exactamente estos animales. Se trata del género Hippocampus, que incluye a 44 especies de peces Actinopterigios. Entre otras cosas, esto quiere decir que tienen espinas en su interior. Sin embargo, estos curiosos peces se han adaptado a una forma de vida muy particular: viven en el fondo del mar, escondidos entre los corales, las rocas y las plantas submarinas.

Su forma y ornamentación les permite camuflarse a la perfección. De esta manera, no solo se protegen de sus depredadores, sino que sorprenden a sus presas. Los hipocampos son carnívoros y unos voraces depredadores. Se alimentan de pequeños animales que viven suspendidos en el agua. Pequeños crustáceos, anélidos, larvas de cnidarios o alevines son algunas de las presas que comen los caballitos de mar.

Pero estos peces no son los únicos que tienen estas características, sino toda su familia. Estamos hablando de los signátidos (Syngnathidae), un grupo que incluye, también, a los peces pipa y a los dragones de mar. Todos ellos comparten una morfología y una forma de vida similar, así como una reproducción muy especial que vamos a ver ahora.

La reproducción de los caballitos de mar comienza con la búsqueda de pareja. Estos peces tienen reproducción sexual y deben buscar a un individuo del sexo opuesto para poder tener descendencia. La mayor parte de los caballitos de mar son monógamos estacionales, es decir, son fieles a una sola pareja a lo largo de toda la temporada reproductiva. Algunos, incluso, son monógamos durante toda su vida. Muy pocas especies son polígamas y tienen varias parejas en la misma estación.

El cortejo de los caballitos de mar se basa en un baile muy elaborado. El macho y la hembra entrelazan sus colas y comienzan a realizar piruetas, como si estuvieran danzando. Algunas especies, incluso, cambian de color mientras bailan. Este cortejo permite a ambos sexos comprobar el estado de salud del otro, así como su capacidad reproductiva y su fidelidad. De esta manera, si ambos consideran al contrario una buena pareja, tendrán descendencia juntos y repetirán este baile cada día para afianzar su relación.

A diferencia de la mayor parte de los peces, los caballitos de mar no presentan fecundación externa, sino que realizan una extraña cópula. La hembra posee un ovipositor muy grande que le sirve para introducir sus óvulos en el marsupio del macho. Se trata de una especie de bolsa abdominal en la que se produce la fecundación y se forman los huevos. Durante su crecimiento y desarrollo, los huevos se incuban dentro del marsupio del macho, quien los protege hasta el nacimiento. Pero ¿cómo nacen los caballitos de mar? ¡Vamos a verlo!

La gestación de los caballitos de mar dura entre dos semanas y un mes, aunque depende de cada especie y de la temperatura del agua. Cuando llega el momento, el orgulloso padre se pone de parto. Suele ocurrir por la noche y puede durar varias horas. El macho se sitúa en un lugar abierto y comienza a empujar, bombeando a su prole hacia el exterior. Así es como nacen los caballitos de mar: salen impulsados desde el marsupio de su padre hacia el agua.

Los juveniles tienen un aspecto muy parecido al de sus padres, aunque miden unos 10 milímetros. A diferencia de los adultos, son muy buenos nadadores. No reciben ningún tipo de cuidado parental, sino que son completamente independientes de sus padres.

¿Cuántas crías tienen los caballitos de mar?

La mayor parte de los machos da a luz a unas 100 o 200 crías, aunque depende de cada especie y de las condiciones ambientales. Algunas especies de pequeño tamaño tienen menos de 10 crías en cada parto. Las más grandes, por su parte, pueden llegar a parir más de 1.500 bebés. A pesar de ello, la mayoría no llegarán a ser adultos, ya que los caballitos recién nacidos son un manjar exquisito para muchos animales marinos.

¿Qué hacen los caballitos de mar recién nacidos?

Los caballitos de mar recién nacidos son planctónicos. Forman parte del componente animal del plancton (zooplancton), es decir, nadan a la deriva en el agua de mar. Allí, se alimentan de otros animales minúsculos que navegan suspendidos en el océano, normalmente crustáceos como el kril y los copépodos. Por tanto, como sus padres, las crías de caballito de mar son carnívoras.

Cuando nacen, presentan un esqueleto blando formado por cartílago, lo que les hace muy vulnerables. Además, el zooplancton del que forman parte es el alimento principal de muchos animales, como los cetáceos. Por este motivo, muy pocas de las crías sobreviven hasta su etapa adulta. Aquellas que sí lo hacen, se dedican a alimentarse y crecer. Poco a poco, el cartílago se transforma en hueso, de manera que, cuando solo tienen un mes de vida, ya cuentan con el característico esqueleto de los adultos, con anillos óseos, espinas y coronas.

Finalmente, cuando los caballitos alcanzan un tamaño adecuado, vuelven al fondo del mar. Para ello, buscan un lugar adecuado en el que camuflarse, alimentarse y, por supuesto, reproducirse.

Los caballitos de mar son unos peces muy especiales. Además de su curioso aspecto, estos animales se reproducen de una manera bastante rara. Sus bebés se forman dentro de la barriga del padre, en una bolsa parecida a la de los canguros. La madre introduce allí los huevos y el macho se encarga de protegerlos, manteniéndolos calentitos hasta el nacimiento.

Cuando los bebés están listos, su papá comienza a expulsarlos hacia el agua. Así es como nacen los caballitos de mar, cientos o miles de pequeños caballitos que comienzan a nadar en el océano. Allí vivirán sus propias aventuras hasta que crezcan y se hagan adultos. Cuando llegue este momento, volverán al fondo del mar, donde buscarán una pareja y tendrán sus propias crías.

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