Cómo reconocer un huevo fértil

Cómo reconocer un huevo fértil

Si tienes aves o un reptil como mascota, seguramente, te hayas informado sobre todos los aspectos de sus cuidados tanto generales como más específicos de su especie. Un aspecto muy relevante en la vida de estos animales es la reproducción y, como bien es sabido, no todos los huevos están siempre fecundados. Esto dependerá principalmente de si se han juntado macho y hembra o no, pero aún así puede haber otros motivos para que un huevo no resulte fecundado.

Si te interesa saber cómo reconocer un huevo fértil, continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal y descubre cómo hacerlo de forma muy sencilla, con la técnica del trasluz.

Antes de realizar la prueba del trasluz

Es muy importante reconocer y retirar los huevos que no sean fértiles, pues con el paso de los días se irán pudriendo hasta estallar y contaminar el nido, o la incubadora, y a los otros huevos con bacterias, además de producir un olor muy desagradable. Para ello, primero, deberemos cerciorarnos de sí hay algún macho conviviendo con la hembra y de si tienen acceso el uno al otro fácilmente. En caso afirmativo, es posible que los huevos que la hembra ponga sean fértiles, aunque puede ser que no lo sean todos.

Antes de hacer la prueba deberemos esperar unos días a que los huevos hayan sido incubados un poco. Por ejemplo, en el caso de las gallinas, hay que esperar unos siete días. Si hacemos la prueba antes de haber dejado unos días de incubación, no podremos saber con certeza el resultado. Si observamos que la hembra no incuba los huevos ya podemos descartarlos, pues lo más probable es que no sean fecundos y en caso de que lo sean, si no se incuban desde el principio, no saldrán adelante.

Es realmente vital para el desarrollo de los embriones no hacer la prueba cada día, ni muy seguido. Debemos realizarla al principio (entre los cuatro y los siete días en el caso de las gallinas), y al cabo de una semana (en el caso de las gallinas en el día 14 sería adecuado) realizaremos la prueba una vez más, por si queremos estar más seguros y revisar el desarrollo de los embriones. Tras esta última revisión no deberemos mover más los huevos, pues es muy importante que los días previos a la eclosión del huevo este no se mueva ni esté cambiando de temperatura. Por lo tanto, no es necesario que lo hagamos más veces. Si lo estuviéramos haciendo de forma más constante, provocaríamos problemas en el desarrollo, pues estaríamos cambiando la temperatura del huevo demasiadas veces y este sufriría daños e incluso dejaría de desarrollarse.

Por último, antes de realizar la prueba al trasluz, debemos reunir el material necesario. Podemos hacer el test con una simple linterna, podemos construir un ovoscopio casero con una caja y una bombilla o linterna, o podemos adquirir un ovoscopio, que es sencillamente una máquina con una luz potente y muy focalizada con la forma adaptada para usarla en huevos. La linterna debe ser del mismo diámetro o más pequeño que los huevos, si es más grande tendremos dificultades para hacer la prueba correctamente. Una vez tengamos la linterna o el ovoscopio ya podremos empezar la prueba para ver si los huevos son fértiles o no.

Cómo realizar la prueba al trasluz para verificar la fertilidad de un huevo

La prueba del trasluz implica iluminar el huevo con una luz potente de forma que toda la luz pase a través de él, pudiendo ver así qué hay dentro del cascarón y poder verificar su estado. Para realizar la prueba del trasluz y conocer la fertilidad de los huevos, deberemos poder estar en un sitio completamente oscuro. Para ello deberemos apagar todas las luces e incluso cerciorarnos de que no entra luz por las ventanas.

Si utilizamos un ovoscopio solo tendremos que colocarlo adecuadamente en la superficie del huevo. Pero si lo hacemos con una linterna, al no tener esta una forma adecuada para la superficie del huevo, deberemos rodear con nuestros dedos la linterna y el huevo evitando que la luz escape entre nuestros dedos y se centre toda a través del huevo. En el caso de los huevos de ave podemos enfocar la luz desde el punto que queramos del huevo. Podemos ir girándolo para encontrar el ángulo en el que mejor se ilumine su interior.

Cuando tengamos iluminado adecuadamente el huevo podremos observar muchas cosas: si es fértil o no, si presenta grietas que pongan en riesgo el desarrollo del embrión, etc. Para saber si es un huevo fecundo o no, deberemos fijarnos en si se aprecia un punto oscuro del cual salen venas pequeñas en forma de telaraña, eso son el centro del embrión y los vasos sanguíneos en desarrollo. Esto nos indica que el huevo está efectivamente fecundado y se está desarrollando un embrión dentro del cascarón. Si no lo vemos muy claro, podemos dejar que se siga incubando el huevo y esperar a la siguiente prueba al cabo de una semana para acabar de confirmar o descartar la fertilidad.

Otras señales que podremos apreciar serán la ausencia de manchas y vasos sanguíneos, por lo tanto se ve uniforme, en este caso el huevo es infértil. Si es la primera prueba que le hacemos a un huevo que se ve así, podemos igualmente dejarlo y esperar a la siguiente para comprobar que no ha habido ningún desarrollo tardío.

En la segunda prueba que realicemos podremos observar que quizá algún huevo que estaba desarrollándose la primera vez que lo examinamos ha dejado de hacerlo. Esto es debido a diversos motivos, como problemas genéticos, cambios de temperatura, humedad inadecuada o infección por bacterias que hayan podido acceder al interior del huevo a través de grietas. Por esto último, en la primera prueba que realicemos deberemos anotar si visualizamos alguna grieta en el cascarón del huevo por pequeña que sea.

Puede que en este segundo reconocimiento veamos que ha aparecido un anillo de sangre que observaremos como un círculo rojo bien marcado. Esto es un indicador muy fiable de que el huevo ha dejado de desarrollarse. Otra forma que indica que el embrión ya no sigue su desarrollo es visualizar diversas manchas de sangre, aunque a veces cuesta diferenciarlo de un embrión en sus primeras etapas, por lo que en este caso podemos dejar que se siga incubando.

Será bueno que enumeremos los huevos y tomemos notas de lo que hemos visto en cada uno, para poder comparar los resultados en el próximo test que hagamos y así poder comprobar su desarrollo. Podemos tener los huevos fuera del nido o de la incubadora como máximo durante 20 o 30 minutos para estar seguros de que no se ha visto afectado al desarrollo de los embriones. Las aves muchas veces abandonan el nido durante unos breves minutos, pero debemos ser muy cuidadosos con no excedernos para evitar que dejen de incubarlos.

Diferencias en el caso de huevos de réptil

El período de gestación de los reptiles es generalmente más largo que el de las aves. Por eso, para realizar la primera prueba deberemos esperar entre 15 y 21 días.

Otra diferencia muy importante es que los reptiles son mucho más sensibles a la temperatura durante la incubación. Por lo tanto, deberemos vigilar muy bien el tiempo y procurar que el ambiente del lugar de la prueba sea de una temperatura similar a la que puedan tener en el nido o incubadora. Es posible que según el tamaño del nido y la cantidad de huevos que haya la temperatura pueda variar unos pocos grados de una parte a otra y por esto los huevos tendrán distintas temperaturas, por ejemplo, si están más en la superficie o en el fondo. Además, esta pequeña diferencia de temperatura es uno de los factores que condiciona el sexo del embrión.

Es vital para el desarrollo del embrión de un reptil, que el huevo esté siempre en la misma posición. Por lo tanto, cuando lo manejemos deberemos procurar mantenerlo en la misma dirección que lo encontramos, vertical u horizontal, y no darle nunca la vuelta. Para estar seguros podemos hacer una marca en la superficie del huevo que esté mirando hacia arriba, con un rotulador o marcador especial. Por lo tanto, haremos la prueba del trasluz con el huevo en esa posición y volveremos a depositarlo en el mismo lugar exacto del nido o la incubadora y en la misma posición. Si no lo hacemos así y volteamos el huevo, el embrión puede sufrir daños diversos e incluso morir, por lo que realmente vale la pena que nos tomemos nuestro tiempo y lo hagamos sin prisas y bien.

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