Comportamiento de las ninfas

Comportamiento de las ninfas

Las ninfas son, sin duda, una de las especies de loros más queridos y populares. Estas aves son excelentes mascotas por muchas razones, su carácter afectuoso, elegancia e inteligencia. No es extraño, por lo tanto, que se hayan ganado el corazón de aquellos propietarios que han decidido acoger esta ave en sus hogares.

Ahora bien, convivir con una ninfa implica conocer muy bien cuáles son sus cuidados y naturaleza. Por este motivo, si tienes o has tomado la elección de acoger una de estas aves en casa, sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal en el que te explicamos el comportamiento de las ninfas para que puedas entender y ofrecerle todo lo que necesita tu pequeña amiga.

Características de las ninfas

Las ninfas, también llamadas carolinas, son unas aves pertenecientes a la familia de las cacatúas provenientes de Australia. Estas aves tienen una esperanza de vida de entre 15, e incluso, 18 años si se cuidan como es debido y se caracterizan por tener un tamaño aproximado de entre 25 y 33 cm de longitud (incluyendo su larga y delgada cola), poseer una llamativa cresta, alas largas y puntiagudas, además de un pico en forma de gancho el cual utiliza para escalar en superficies verticales, como troncos o los barrotes de su jaula.

Las ninfas suelen ser conocidas por tener el plumaje amarillo y gris, a veces con las mejillas anaranjadas, y presentan patrones distintos en función de si el individuo es hembra o macho, fenómeno conocido como dimorfismo sexual, siendo normalmente los machos más vistosos que sus compañeras. Además, a través de la cría de esta especie ahora hay ninfas con patrones de color variados, ya sea amarillas del todo, manchadas, e incluso, blancas.

¿Cómo son las ninfas? - Carácter

Estas aves pueden llegar a ser mascotas de lo más cariñosas si son cuidadas con mimo y acorde a sus necesidades. Pues las ninfas son animales muy sociables e inteligentes y, por esta razón, necesitan que se les preste atención y sentirse acompañadas por su tutor humano. Definitivamente, no están hechas para estar tristes, solas y encerradas en una jaula todo el día.

Estos animales crean un vínculo de apego muy fuerte entre ellos, por este motivo se recomienda tenerlas en pareja. Aún así, este apego lo forman con su propietario, pues representa su figura de confort y seguridad, sobretodo si ha sido criada desde pequeña dándole papilla. Por lo tanto, no es extraño que tu carolina se muestre afectuosa contigo y te siga a todas partes. Del mismo modo, si esta se altera por alguna razón, como un ruido fuerte, se tranquilizará fácilmente si estás a su lado y le hablas con calma.

Por último, las ninfas también son muy curiosas con su entorno y juguetonas, les encanta interactuar con toda clase de elementos y juguetes que le ofrezcamos, además de encantarles jugar con el agua. Por todo ello, las ninfas están consideradas una de las mejores aves para tener en casa.

¿Cómo se comunican las ninfas?

Cuando tu ninfa quiera mostrar sus emociones, lo harán de la siguiente manera:

  • Alegría: cuando una ninfa se encuentra feliz, mantiene su cresta elevada y, seguramente, empezará a aletear sus alas, a menudo aferrada a alguna percha o barrote, agitándolas alocadamente como si se preparase para despegar. Este comportamiento suelen realizarlo también para realizar ejercicio y como parte del ritual de cortejo en machos.
  • Enfado: si al acariciar a tu ninfa esta empieza a realizar mordisquitos (los cuales, no son dolorosos), seguramente te esté diciendo que se encuentra molesta porque no le ha gustado donde la has tocado o prefiere estar tranquila en ese momento.
  • Tranquilidad: cuando esté relajada, verás cómo tiene su cresta caída hacia atrás. Puede también realizar estiramientos con sus alas (verás que las abre y las mantiene completamente extendidas) e, incluso, puede que deje caer sus párpados. Si además inclina y mete la cabeza dentro de su plumaje, seguramente empiece a dormirse.
  • Atenta: cuando tu ninfa esté pendiente de algo, como de un sonido o de que le des una golosina, mantendrá su vista expectante ante ese elemento y elevará su cresta.
  • Alterada/asustada: cuando una carolina se siente amenazada, esta empieza a revolotear tratando de huir y empieza a chillar.
  • Busca tus caricias: es común ver cómo las ninfas que han sido criadas desde pequeñas y están acostumbradas al contacto humano, bajan y apoyan su cabeza en la mano de su cuidador, pidiendo caricias.
  • Quiere que le des de comer: si tu ninfa aún es joven y quiere pedirte comida, empezará a balancear su cabeza arriba y a bajo, a la vez que emite un sonido largo como demanda.

Lenguaje de las ninfas

Las ninfas, al ser loros, basan gran parte de su comunicación en el lenguaje sonoro. Estos sonidos tienen múltiples finalidades y en gran parte son producto del aprendizaje, sobretodo si han sido criadas desde pequeñas. Por lo tanto, lo sonidos que emiten se adaptan a distintas situaciones, ya sea para llamar a su cuidador, pedirle comida, porque se siente amenazada… También, como veremos más adelante, los sonidos repetitivos y constantes pueden ser también fruto del estrés. Existe, por lo tanto, un amplio rango de sonidos que estas aves pueden emitir, como:

  • Gritos.
  • Silbidos.
  • Charlar.
  • Gruñidos.

Es conocido, además, que las ninfas, como muchos loros, pueden llegar a imitarnos, aprendiendo palabras si se les enseña, así como decir frases enteras o cantar canciones. Si por ejemplo cuando le das de comer le dices “comida”, esta podría entender a qué se refiere esta palabra y decirla cada vez que tenga hambre. Ahora bien, muchas veces pueden sorprendernos aprendiendo palabras que nunca esperaríamos.

Comportamiento diario de las ninfas

Si tienes una ninfa, es probable que cada día veas este tipo de comportamientos en ella:

  • Acicalamiento: la higiene es un hábito muy importante para muchas aves, por esta razón verás cómo tu ninfa se limpiará y peinará las plumas con su pico a menudo. Además, el acicalamiento también es un comportamiento social, en el cual estos pájaros se limpian mutuamente en las zonas donde no llegan por sí solos, como por ejemplo debajo del pico o detrás de la cabeza.
  • Golpear objetos: cuando tu ninfa quiere que le hagas caso, esta trata de llamar tu atención golpeando objetos con su pico. Además, también suelen realizar este comportamiento algunos machos con la intención de enseñar cuál es su territorio.
  • Lanzar objetos: a menudo, si tu ninfa se encuentra frustrada y aburrida de estar encerrada en su jaula, empezará a coger y lanzar objetos contra los barrotes.
  • Colgarse boca abajo: esta sorprendente conducta, en la cual parecerá que tu ninfa quiera imitar a un murciélago colgándose boca a bajo, suelen realizarla comúnmente los machos con la intención de defender su territorio.
  • Jugar: como hemos comentado, las ninfas son aves a las cuales les encanta interactuar y curiosear con toda clase de elementos, por esta razón les encanta jugar con los juguetes que le ofrezcas, con el agua… ¡No esperes, por lo tanto, que tu ninfa se quede todo el día sentada en su jaula sin hacer nada!
  • Elevar una pata: normalmente verás que tu ninfa eleva una pata y la esconde en el plumaje, manteniéndose elevada encima de una única pata. Este comportamiento es completamente natural, y suelen realizarlo para mantener mejor el calor de su cuerpos.

¿Quieres saber más sobre el cuidado de las ninfas? Descubre este otro artículo de ExpertoAnimal sobre ¿Cómo cuidar una cacatúa ninfa o carolina?

Comportamiento de las ninfas - machos y hembras

Como hemos comentado, las ninfas presentan variaciones de color en función del sexo, siendo las hembras menos llamativas que los machos. Pero también es común distinguirlas por su carácter habitual, pues los machos suelen emitir más a menudo sonidos como silbido o cantos, este hecho también hace más propensos a aprender palabras que las hembras.

No solo eso, sino que los machos suelen realizar comportamientos propios del cortejo cuando están con una hembra en época de celo (influenciado por la temperatura, pues el frío repercute negativamente). El ritual de apareamiento suele iniciarlo él, tratando de exhibirse efusivamente para que la hembra le haga caso. Este suele sacar pecho mostrando su llamativo plumaje y bailando para impresionarla; entreabriendo sus alas y la cola, estirando el cuello y dando saltitos. Además, el macho suele emitir cantos melodiosos, los cuales si son lo suficientemente bellos, pueden finalmente hacer que la hembra muestre interés en él.

Finalmente, en caso de que la hembra haya aceptado el macho, este se asegurará de que el nido sea lo suficientemente confortable, lo preparará concienzudamente y llamará a la hembra para el apareamiento.

Comportamiento anormal de las ninfas

Nos referimos a comportamiento anormal como aquellas conductas que reflejen estrés y dolor y que, por lo tanto, no deberían ser normales en la cotidianidad de tu ninfa, pues significaría que, o no está recibiendo los cuidados necesarios, o está enferma y habría que llevarla rápidamente al veterinario.

Por lo general, si has observado un cambio brusco en el comportamiento habitual de tu ninfa, como inactividad, dejar de comer, alejarse de ti, dejar de lavarse, temblores frecuentes… Esta clase de conductas son señales claras de que algo no anda bien.

Síntomas de estrés en ninfas

También hay diversos comportamientos que indican que tu pequeño amigo se encuentra estresado. Comúnmente, este estado de malestar suele manifestarse en forma de estereotipias, las cuales son conductas repetitivas y sin función aparente que realizan muchos animales cuando se encuentran cautivos y en un ambiente poco estimulante. Es decir, suele darse en ninfas las cuales no poseen un enriquecimiento ambiental adecuado y se sienten solas (ya sea porque no conviven con otra ninfa o porque no se le presta atención suficiente) y, por lo tanto, no pueden interactuar con distintos elementos en su día a día en su entorno. Algunos ejemplos de esta clase de comportamiento sería:

  • Picaje: la ninfa podría empezar a arrancarse las plumas, llegando en casos extremos a hacerse heridas graves.
  • Gritos: la ninfa empieza a gritar de forma repetitiva y constante sin causa aparente.
  • Vagar sin rumbo: es decir, puede empezar a recorrer un camino, yendo y volviendo repetitivamente sin una finalidad concreta.

Por último, a parte de observar esta clase de conductas cuando esta ave no se encuentra bien, también veremos un claro cambio en su estado de ánimo, mostrándose excesivamente miedosa y agresiva, hecho que limita la interacción con ella, debido al pánico que puede experimentar cuando se acerca su cuidador, y morder si se encuentra acorralada.

Para tener bien cuidada a tu ninfa, te recomendamos leer este otro artículo de ExpertoAnimal sobre Enfermedades de la ninfa carolina.

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Bibliografía
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