Conejo gigante continental

Los conejos gigante continentales son descendientes de los famosos conejos gigantes de Flandes. Al igual que los gigantes flamencos, los conejos gigantes continentales son una de las razas más antiguas de conejo doméstico que se tienen registradas. En concreto, se estima que estos conejos hicieron su aparición allá por el remoto siglo XVI. Sin embargo, los primeros estándares oficiales no se elaboraron hasta finales del siglo XIX, pues fue en 1893 cuando se creó el primero de ellos.

Más o menos por la misma época en que se registraron los primeros estándares, estos conejos pisaron por primera vez territorio estadounidense, convirtiéndose en una raza muy popular en Norteamérica. Aunque cabe reseñar que la raza no ha sido a día de hoy reconocida aún por la Asociación Americana de Criadores de Conejos, sí que se encuentra reconocida por el British Rabbit Council, que distingue entre los de color y los blancos, aunque se registran diversos colores, como te contaremos a continuación.

Que el conejo gigante continental sea considerado como el conejo más grande del mundo no es casualidad, pues este lagomoformo, que normalmente suele rondar los 6 kilogramos, puede llegar hasta los 10 kilos sin ningún problema. La esperanza de vida de este conejo es bastante corta en relación a otras razas, pues oscila entre los 5 y los 7 años.

Tienen un gran cuerpo, de musculatura fuertemente desarrollada, patas traseras más largas que las delanteras y espalda semiarqueada. La cabeza es grande, siendo más grande y ancha en los machos. En el caso de las hembras, suele aparecer una especie de papada bastante notoria. Sus orejas son gruesas, erguidas, largas y acabadas en unas puntas redondas. Los ojos tienen forma redonda y cuentan con una expresiva y brillante mirada.

El manto de los conejos gigantes continentales está conformado por un pelo corto, denso, grueso y muy brillante. Tienen una subcapa compuesta por un pelaje más suave y lanoso que sirve de aislamiento frente al frío y la humedad.

Colores del conejo gigante continental

El conejo gigante continental puede presentar los siguientes colores:

• Negro.
• Blanco.
• Gris, tanto claro como acero.
• Arena.
• Beige.
• Cervato.

El conejo gigante continental tiene una bien merecida fama de ser uno de los conejos más sociables y amistosos de todos. Son pacientes, extrovertidos, afectuosos y muy mansos, dejándose tocar e incluso coger con mucha facilidad.

Se llevan muy bien con los niños, a los que suele encantarles llevarlos de un sitio para otro cargados en brazos, algo que al gigante continental le gusta mucho, pues adoran todos los tipos y formas de muestras de afecto.

Son unos conejo muy sociables, esto también hace que necesiten contacto continuo para estar bien anímicamente. Es decir, no son conejos que lleven bien la soledad, ni prolongada ni pasajera, pues necesitan afecto y compañía casi constantes.

Aunque su gran tamaño puede hacer pensar que necesitan muchísimo espacio, esto no es así, pues son muy tranquilos, no siendo tendentes a correr continuamente ni son nada inquietos. Por ello, bastará con un espacio en el que puedan moverse con libertad y tengan sus objetos, comedero, bebedero y juguetes disponibles.

Para disfrutar del tiempo compartido con tu conejo gigante continental, puedes echarle un vistazo a este otro artículo de ExpertoAnimal sobre ¿Cómo jugar con un conejo?

El cuidado por excelencia del conejo gigante continental es, sin duda, darles atención y cariño, proporcionándoles simplemente nuestra compañía, pues como hemos dicho, es algo vital para ellos.

Aunque no necesitan demasiado espacio, sí suele ser recomendables que, de ser posible, les dejemos acceso a áreas al aire libre, ya sea un jardín, una terraza o similar, donde puedan esparcirse, tomar el sol y oxigenarse.

En cuanto a la alimentación, esta no ha de ser diferente a la de cualquier otro conejo, aunque puede que varíe la cantidad de comida que consumen. Esto es, su dieta ha de basarse en el consumo de heno, junto con vegetales frescos, frutas ocasionales y pienso específico para conejos. Una alimentación adecuada hace que su dentadura, siempre en crecimiento, se desgaste adecuadamente, evitando dolores, malformaciones y demás. Para saber qué puedes darles de comer a tu conejo, puedes consultar este otro artículo de ExpertoAnimal sobre Frutas y verduras recomendadas para conejos.

El conejo gigante continental puede sufrir algunos padecimientos a consecuencia de su gran tamaño. Uno de los más frecuentes y preocupantes son aquellos referentes a sus articulaciones. Estos problemas suelen estar ligados al padecimiento de sobrepeso u obesidad. Por este motivo, es muy importante que la dieta de nuestra mascota sea equilibrada, ni escasa ni excesiva.

Para evitar problemas dentales, se aconseja vigilar el desgaste de los dientes, acudiendo al veterinario si se observan signos alarmantes, así como si nuestro conejo presenta signos de dolor o enfermedad. Alguno de estos síntomas son la apatía, la agresividad, el aletargamiento o la desgana por comer y/o beber.

También es importante acudir a hacer chequeos veterinarios regulares, así como vacunar a nuestro conejo de enfermedades tan peligrosas como la mixomatosis o la enfermedad hemorrágica vírica, ambas mortales para ellos.

Si queremos compartir nuestro hogar con un conejo gigante continental, es muy importante que antes de nada valoremos sus necesidades y exigencias, siendo autocríticos y juzgando si seremos capaces de cumplirlas todas.

También cabe reseñar que, aunque mucha gente piense que los conejos tienen una vida corta, como hemos visto, un gigante continental puede llegar a vivir 7 años, por lo que adoptarlo supone un compromiso a largo plazo que estaremos aceptando al acogerlo en nuestra familia.

Si tras considerar todas sus características y necesidades estás seguro de la adopción, recomendamos acudir a asociaciones de animales, protectoras o similares de nuestra zona, para así informarnos de si tienen un conejo gigante continental en adopción. De no ser así, podemos esperar a que entre alguno, pues adoptando ayudamos a evitar el abandono animal, dándoles a esos animales una oportunidad de salir de la calle y formar parte de una familia.