Criptococosis en gatos - Síntomas y tratamiento

La criptococosis felina es una enfermedad infecciosa que afecta a los gatos y es causada por hongos, en concreto el agente fúngico más frecuentemente aislado es Cryptococcus neoformans, siendo una enfermedad asociada a hábitats donde hay aves, especialmente palomas, por encontrarse en sus heces. También puede ser causada por Cryptococcus gattii, generalmente en zonas de clima tropical o subtropical, y la fuente de infección son la materia vegetal de ciertos árboles.

Se trata de una levadura de pequeño tamaño y de distribución por todo el mundo. Posee una cápsula, que además de protegerlo de la desecación, dificulta que el sistema inmune del gato lo reconozca y desencadene la respuesta inmunitaria necesaria para su eliminación. No obstante, es una enfermedad con baja incidencia.

En los gatos, un factor de riesgo para el desarrollo de la criptococosis por C. neoformans es la presencia de enfermedades inmunosupresoras como la leucemia felina o la inmunodeficiencia felina. Sin embargo, la infección por C. gattii puede darse en individuos sin afección del sistema inmune. No obstante, en los individuos inmunocomprometidos la infección suele ser más grave, mientras que los que tienen un sistema inmune fuerte la infección suele localizarse en la zona nasal, sin diseminarse.

¿Cómo es la patogenia de la criptococosis?

La fuente de infección principal es la inhalación de las levaduras, depositándose en el aparato respiratorio superior donde producen granulomas nasales. Si llegan a las vías pulmonares bajas, causan granulomas en el pulmón.

El hongo se puede diseminar a otros lugares, como el sistema nervioso central por vía sanguínea, linfática o por invasión local a través de la lámina cribosa del hueso etmoides que comunica cerebro con cavidad nasal. También pueden llegar a otras localizaciones, como los ojos, la cara y la piel. Si se produce una forma sistémica grave de la enfermedad, la levadura se puede diseminar a órganos como el bazo, el corazón, los riñones, los órganos digestivos, el músculo o los nódulos linfáticos.

El diagnóstico se realiza, además de por los signos clínicos y por la historia clínica del animal, por pruebas de laboratorio y complementarias, entre ellas el aislamiento y la identificación del microorganismo mediante citología y cultivo, así como la determinación del antígeno de la cápsula de la levadura. Detallamos dichas pruebas:

• La citología se realiza mediante la punción de zonas afectadas, como los nódulos linfáticos, masas de la zona nasal o piel. Posteriormente, se observa al microscopio con una tinción, como Gram, azul de metileno, Wright y tinta china, para visualizar el microorganismo. Se trata de un organismo fácil de detectar debido a su característica cápsula de polisacáridos.
• El cultivo se realiza a partir de muestras de líquido cefalorraquídeo o exudados. Deben incubarse las muestras en medio agar Sabouraud o agar sangre, a una temperatura entre 25 y 35 ºC. Tras 36-72 horas, en el caso de ser positivo, aparecerán colonias brillantes de color blanco crema. Las colonias de C. neoformans son menos mucosas que las de C. gattii. Para detectar la levadura se debe visualizar la cápsula y confirmar sus características bioquímicas como la capacidad de reducción de nitratos a nitritos y la de hidrolización de la urea.
• Para detectar el antígeno de la cápsula, se realiza la prueba de aglutinación en látex o ELISA, con muestras de suero sanguíneo, líquido cefalorraquídeo u orina. Esta prueba tiene una elevada sensibilidad y especificidad en el gato.

La radiografía de tórax puede ser útil en el caso la criptococosis pulmonar para visualizar alteraciones pulmonares y bronquiales.

El protocolo terapéutico de la criptococosis incluye el tratamiento con antifúngicos para acabar con la levadura y la resección quirúrgica de los granulomas. La resección quirúrgica se realiza en gatos con granulomas en cavidad nasal como complemento del tratamiento médico con antifúngicos.

Los antifúngicos más empleados para el tratamiento de la criptococosis felina son:

• Fluconazol: es el antibiótico de elección a día de hoy por ser el más efectivo y seguro. Se usa una dosis de 50 mg/12 horas por vía oral. También es efectivo en caso de infecciones nerviosas por atravesar la barrera hematoencefálica.
• Itraconazol: también es efectivo como el fluconazol, pero puede ser tóxico para el hígado.
• Ketoconazol: es eficaz, pero no es útil en la criptococosis nerviosa y puede dar lugar a efectos secundarios como vómitos e inapetencia en los gatos.
• Anfotericina B con 5-fluorocitosina es un tratamiento muy útil cuando hay signos nerviosos. Se usaba más hace unos años.

En cualquier caso, es importante acudir a la clínica veterinaria para que sea un profesional quien confirme al enfermedad y establezca el mejor tratamiento. Jamás se debe automedicar a un gato.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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