Cuidados del galgo español

El galgo español es un perro grande, aunque muy ligero de peso. Tienen el cuerpo muy musculoso, a la vez que muy estilizado. Sus patas son muy largas y finas, pero muy eficientes. Lo cual les permite desarrollar velocidades tremendas que superan los 60 km/hora. Está considerado el segundo perro más veloz del planeta, después del galgo inglés.

Si deseamos realizar ejercicio con el galgo español, y especialmente si es adoptado, será muy importante no dejarle desatado en lugares abiertos como bosques o zonas no delimitadas. Es algo muy habitual que el galgo corra sin acudir a la llamada. Buscaremos un pipi-can o zona controlada para ello.

No obstante, y aunque pueda parecer que requiere altas dosis de ejercicio, lo cierto es que el galgo español es un perro muy tranquilo que no requiere más de 3 paseos diarios, como cualquier perro en su rutina habitual. Los ejemplares más jóvenes sí pueden desarrollar un comportamiento más activo pero suelen disminuir esta energía al madurar.

El collar de paseo debe ser específico para el galgo español, ya que su cabeza tiene casi el mismo diámetro que su cuello. Un collar normal se escurriría con mucha facilidad del cuello del galgo español. La herramienta apropiada para esta raza es un tipo llamado Martingale, que se trata de un collar anti-escape de doble anilla (no debe confundirse con el collar de ahorque o semiahorque metálico o de púas). No obstante, siempre es recomendable utilizar un arnés de seguridad anti-escape, mucho más cómodo para el perro.

El manto del galgo español habitualmente consiste en un pelo fino muy corto, denso y liso. Aunque existen ejemplares fuera de la península, cuyo pelo es áspero, de una longitud media y homogéneo por todo el cuerpo, con barbas y cejas peludas. Su pelaje puede ser prácticamente de cualquier color, siendo los de tonos oscuros y el manto atigrado uno de los tipos favoritos.

Dadas las características de su pelaje, un breve cepillado cada 2 o 3 días es suficiente para mantener libre de pelo muerto al can y de suciedad. Elige un cepillo para perros de pelo corto para no dañar su dermis. Los más populares suelen ser de goma.

Sobre la cuestión del baño, cabe señalar que al estar exentos de grasa, el olor de los galgos españoles no es tan pronunciado como sucede con otras razas. Lo cual se traduce en que esta raza precisa muchos menos baños que otras. Es recomendable por tanto, realizar un baño cuando realmente esté sucio.

Entre los cuidados del galgo español también será muy importante destacar que se trata de un perro que sufre con las temperaturas extremas. Por esa razón, es muy importante que destaquemos algunos aspectos a tener en cuenta en verano y en invierno:

- Verano

El galgo español es propenso a los golpes de calor. Por dicho motivo, cuidarás de que jamás se quede sin agua en el bebedero. Puedes ayudarle a refrescarse con una botella de agua en spray o con una pequeña piscina en tu terraza. Durante el estío debes cuidar que tu galgo español no sufra los rigores de la canícula, evitando su paseo en las horas de más calor. Tampoco le forzaremos a ejercitarse y en nuestas visitas a la playa no debemos olvidar en ningún caso una sombrilla para minimizar el efecto del sol.

- Invierno

En invierno procederás completamente al contrario; cuidarás de tu galgo exponiéndole lo menos posible a los gélidos elementos invernales, y durante la estación invernal paséalo bien abrigado con un abrigo súper-chulo. Se trata de una raza muy friolera que sufre muchísimo con la caída de las temperaturas. No es extraño durante el invierno verlos pasear abrigados. También deberás protegerle de la lluvia con un chubasquero apropiado.

Debemos proporcionarles camas gruesas y mullidas, para que sus huesos no sufran un exceso de dureza que puedan provocarle lesiones óseas al galgo. Es ideal que añadas una manta o edredón que el perro pueda mover a su gusto. A los galgos les encanta dormir en lugares mullidos y acolchados.

Debemos saber además que el galgo español es sin duda un perro muy dormilón. Suele descansar hasta 18 horas diarias. Quizás por esta razón, el galgo español es un perro de talla grande que puede vivir perfectamente en un piso, ya que su carácter sosegado y bonachón propicia que se encuentre cómodo en un piso.

Imagen de SOSgalgos.com

El galgo español es una raza muy sana, cuyos cuidados específicos se tratan básicamente de adaptaciones de elementos relacionados con su peculiar anatomía. Su esperanza de vida oscila entre los 10 a 14 años.

A diferencia de otras razas de perros de tamaño grande, el galgo no es susceptible a sufrir displasia, una dolencia frecuente. Sin embargo sí puede desarrollar algunos problemas de salud que deberás conocer para poder prevenirlos a tiempo: fracturas y lesiones, muy habituales en perros que antes competían en las carreras.

La alimentación debe basarse en pienso seco de la máxima calidad, ya que la dieta de los galgos debe ser frugal, aunque suficiente. Los galgos españoles no deben engordar, puesto que sus huesos no están formados para soportar sobrepeso. Cosulta siempre el envase del pienso seco que le ofreces para conocer la cantidad exacta de alimento que necesita.

Un detalle particular es tener en cuenta que el comedero y bebedero deben colocarse a media altura, ya que debe evitarse que el galgo se agache en exceso al comer y beber. De esta forma evitaremos que el galgo se lesione las cervicales y sufra de torsiones estomacales.

El resto de cuidados veterinarios serán los básicos para cualquier perro, indiferentemente de su raza: le llevaremos al veterinario cada 6 meses y nos aseguraremos de cumplir con su calendario de vacunación de forma estricta. También debemos desparasitarlo de forma externa una vez al mes y de forma interna una vez cada tres meses. Todos estos detalles debes consultarlos con tu veterinario de confianza.

No olvides poner chip a tu mejor amigo, recuerda que los galgos son susceptibles de perderse pues cuando empiezan a correr no dejan de hacerlo hasta que se sienten seguros o perdidos. Esta debe ser una de tus prioridades en los cuidados del galgo español.

El galgo español apenas ladra. Es un perro muy familiar que disfruta con la compañía de las personas y otras mascotas. Es muy paciente con los niños. Al tratarse de un perro muy sensible y con grandes necesidades de afecto, puede ocurrir que si pasa mucho tiempo solo el galgo sufra ansiedad por separación. Este problema debe tratarse cuanto antes y con la ayuda de un especialista si fuera necesario.

Y es que, el galgo español es un animal muy sociable, cuyo temperamento está exento de cualquier instinto territorial. Esto lo hace muy compatible con otras mascotas (gatos y perros pequeños), aunque es arriesgado juntarlo con conejos.

Sería ideal que nuestro galgo disfrutara de la compañía de otro miembro de su especie, particularmente si le dejamos solo algunas horas al día. En general los galgos están acostumbrados a convivir con otros galgos por lo que es muy recomendable adoptar a un par de compañeros en lugar de a uno solo.

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