Cuidados del pomerania

Cuidados del pomerania

El pomerania es uno de los perros llamados "toy" o miniatura más populares en todo el mundo. Debido a su expresión dulce y apariencia de peluche, muchos son los que acaban prendidos por esta raza y deciden adoptarla para disfrutar de un perro leal, cariñoso e inteligente. Sin embargo, muy pocos saben que el carácter de este can también destaca por ser fuerte, activo y curioso, por lo que también precisa de ejercicio, atención y cuidados especiales.

Para garantizar que tu peludo compañero se encuentra cómodo y feliz, en este artículo de ExpertoAnimal hablaremos sobre los cuidados básicos del pomerania cachorro, adulto y anciano, ¡sigue leyendo!

Cuidados del pelo del pomerania

Sin lugar a dudas, el abundante pelaje, sedoso y largo es el rasgo más característico del pomerania. Sin embargo, su belleza debe trabajarse mediante los cuidados adecuados.

Cuidados del pelo del pomerania cachorro

Entre los cuatro y los ocho meses, el cachorro pomerania experimenta una caída importante de pelaje, perdiendo prácticamente todo su pelo. Este proceso lo lleva a cabo con una clara finalidad: desprenderse de su manto de cachorro para dar paso al pelo de adulto. Se trata de algo natural, de manera que no debemos alarmarnos si vemos que nuestro cachorro pomerania pierde mucho pelo durante este periodo de tiempo. Así mismo, con este mismo proceso, observamos en algunos ejemplares variaciones de color. En general, los canes blancos, negros o fuego, no acostumbran a sentir este cambio de color, sin embargo, los que son más bien crema, anaranjados o rojizos, sí pueden notarlo.

Durante la primera muda del cachorro pomerania, es recomendable iniciar los cepillados diarios tanto para favorecerla como para agilizar el proceso. De esta forma, además, lograremos acostumbrar al animal a este hábito y conseguiremos que se vuelva una actividad agradable para él.

Cuidados del pelo del pomerania adulto

A partir de los ocho meses se considera que el pomerania ya dispone de su manto de adulto, sin embargo, el mismo puede seguir llenándose hasta alcanzar los tres años de edad. El pelo de esta raza de perro consta de dos capas, la externa, con un pelaje largo y liso, y la interna, más densa, corta y lanosa. Así, los cuidados del pelo del pomerania adulto deben ir enfocados a mantener ambas capas, evitando aquellos productos y cepillos que puedan perjudicar alguna de ellas. En este sentido, el cepillo conocido como "furminator", a pesar de sus excelentes resultados con la mayoría de perros, en canes con las características del pomerania puede provocar la ruptura del pelaje. Para ellos, utilizaremos varios cepillos con fines distintos:

  • Carda suave, cepillo de doble capa o cepillo de púas largas para cepillar a diario. Estos utensilios nos permiten mantener el pelaje en perfectas condiciones, cepillando siempre a favor del pelo, por capas y sin dar tirones.
  • Rastrillo o peine metálico para desenredar el pelo. En caso de existir algún nudo, tendremos que eliminarlo con estos utensilios, teniendo mucho cuidado y evitando dañar al animal.

Si no podemos cepillar a nuestro perro todos los días, será fundamental hacerlo un mínimo de dos veces a la semana. Y, durante las épocas de muda del pelo, que tiende a acumular gran cantidad de pelo muerto, sí será imprescindible hacerlo a diario.

Además de los cepillados, es recomendable acudir a la peluquería canina para que recorte el pelo sobrante y el manto se mantenga en su justa medida. En este sentido, cabe destacar que no se recomienda rapar al pomerania, ya que dejaríamos al animal exento de su función principal, proteger su piel, y dañaríamos los folículos pilosos del pelaje.

Cuidados higiénicos

Tras el cepillado, y para continuar con los cuidados básicos del pomerania, procederemos a revisar sus oídos para limpiarlos si es necesario. Así mismo, comprobaremos el estado de sus ojos y retiraremos las legañas acumuladas todos los días, debido a que esta raza canina es propensa a ellas. Por último, comprobaremos la longitud de sus uñas, puesto que como la mayoría de los perros pequeños, acostumbran a crecer con rapidez y, por ende, debemos cortarlas a menudo para evitar que el animal desarrolle problemas de salud o tenga dificultades para caminar. Para ello, recomendamos consultar nuestro artículo sobre "Cómo cortar las uñas de un perro en casa", o acudir a la peluquería canina.

El baño del pomerania

Por supuesto, para mantener la higiene del pomerania en perfectas condiciones es necesario bañarlo con regularidad, o hacerlo cuando esté realmente sucio. En general, se recomienda realizar baños cada mes o dos meses, ya que si llevamos a cabo esta práctica con demasiada frecuencia el pelaje del pomerania podría verse perjudicado.

Si acabas de adoptar un cachorro, es importante resaltar que el primer baño no podrá realizarse hasta que el animal tenga todas sus vacunas puestas y esté correctamente desparasitado. Así mismo, aconsejamos emplear un champú específico para cachorros.

Una vez alcanzada la edad adulta, emplearemos champú y acondicionador para mantener su pelaje correctamente hidratado. A la hora de seleccionar los productos recomendamos optar por aquellos de calidad, diseñados especialmente para el pelo largo y, si se desea, para ofrecer más volumen al manto. Antes de proceder a bañar al pomerania, cepillaremos su pelaje y lo desenredaremos con cuidado. Hecho esto, mojaremos todo el pelo y aplicaremos el champú por todo el cuerpo, ejerciendo un suave masaje sobre la piel y evitando la zona de los ojos, los oídos y la boca. Luego, aclararemos con abundante agua tibia y volveremos a repetir el proceso. Por último, administraremos un poco de acondicionador, dejaremos actuar durante cinco minutos y aclararemos.

Tras el baño, es necesario secar el pelo del pomerania para evitar que se resfríe. Para ello, podemos utilizar el secador y situarlo a 30 cm de distancia como mínimo, vigilando la temperatura para evitar que se queme o se sienta incómodo. Como truco para dar volumen al pelo del perro, empieza secando a contrapelo y, luego, a favor del pelo. Si quieres, puedes ayudarte de uno de los cepillos destinados a peinar, y no desenredar.

Cuidado de los dientes

El pomerania es un perro con tendencia a la formación excesiva de sarro, así como al desarrollo de problemas dentales. Por ello, mantener la higiene de sus dientes en perfectas condiciones es fundamental si queremos evitar que pierda su dentadura en un futuro. Para garantizarla, es necesario acostumbrar al animal desde cachorro a limpiar sus dientes con frecuencia y, si es necesario, realizarle higienes dentales en la clínica veterinaria.

Por otro lado, durante la etapa de cachorro, y debido al crecimiento de sus dientes, podemos observar como el animal intenta morderlo absolutamente todo. En estos momentos, es preciso enseñar al pomerania tanto a inhibir sus mordida como a emplear los objetos adecuados proporcionándole juguetes para este fin.

Vaciado de las glándulas anales

Como ocurre con todos los canes, las glándulas anales del pomerania almacenan una sustancia lubricante que, si no se vacía, puede llegar a generar infecciones de carácter grave. En general, se recomienda hacerlo una vez al mes, a cargo del veterinario, el peluquero canino, o tú mismo si sabes cómo hacerlo. Si prefieres la última opción, recomendamos consultar nuestro artículo primero: "Todo lo que debes saber sobre las glándulas anales".

Paseos, ejercicio y diversión

A pesar de su adorable aspecto, el pomerania es un perro activo e inteligente, que precisa de paseos, ejercicio y muchos juegos para mantenerse bien estimulado. De esta forma, se recomienda realizar de dos a tres paseos diarios, ocupando un total de 45-90 minutos al día en el caso de los perros adultos.

Ejercicio del cachorro

Durante la etapa de cachorro es importante no forzar al animal a realizar ejercicio muy intenso o por un tiempo muy prolongado, puesto que podríamos perjudicar el desarrollo de sus articulaciones. Así pues, llevaremos a cabo paseos más cortos con la finalidad de iniciar sus socialización y acostumbrarlo a su nuevo entorno, a la presencia de otras personas, animales, objetos, paisajes y ruidos. De no hacerlo, el pomerania podría tornarse desconfiado, miedoso y ladrador como consecuencia.

Si todavía no dispone de las vacunas obligatorias, podemos sacarlo a la calle pero con más cautela. Esto quiere decir que podemos llevarlo al exterior en brazos para que empiece a familiarizarse con él, o dejarlo caminar en lugar que sepamos que son seguros, sin otros animales ni riesgos para el pequeño.

Ejercicio del pomerania adulto

Una vez alcanzada la edad adulta, tendremos que garantizar el tiempo diario mencionado e intercalarlo con juegos en casa. Para ello, podemos hacer uso de los juegos de inteligencia, que mantendrán su mente estimulada, como de los juguetes adaptados a su mandíbula. En este sentido, los juguetes dispensadores de comida como el kong son perfectos, puesto que garantizar que el animal está entretenido, asocia la actividad con un estímulo positivo y lo mantiene activo. Incluso podemos emplearlo si nos disponemos a salir de casa durante algunas horas.

Cuidados veterinarios

Debido al cruce excesivo entre miembros de la misma familia para llegar a la raza que conocemos hoy en día, el pomerania tiende a padecer problemas genéticos, luxación, enfermedades oculares y, como ya hemos comentado, problemas dentales. Para prevenirlos y detectarlos a tiempo, es fundamental acudir a las visitas periódicas con el veterinario, así como mantener al día el calendario de vacunación y desparasitación.

Especialmente se acabamos de adoptar un cachorro, debemos garantizar una correcta desparasitación para evitar la llegada de pulgas y garrapatas, así como vacunarlo para evitar el contagio de enfermedades que atacan principalmente durante esta etapa, como el parvovirus canino.

Atención, cariño y amor, pero sin agobios

El pomerania es un perro cariñoso que precisa mucha atención por parte de sus compañeros humanos. Sin embargo, esto no significa que guste de estar siempre en brazos, puesto que no es así. A pesar de ser una animal que demanda mucho amor, también prefiere que respeten su espacio y no sentirse agobiado, de manera que la forma más adecuada de cubrir sus necesidades emocionales es mediante las caricias, buenas palabras y, sobre todo, el refuerzo positivo.

Especialmente cuando el pomerania es anciano, resulta fundamental ofrecerle toda la atención y cariño que el animal demande.

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