Cuidados para un pájaro que se ha caido del nido

Cuidados para un pájaro que se ha caido del nido

Rescatar un ave en ocasiones puede ser más complicado que adoptar un perro o un gato callejero, pues los pájaros suelen ser desconfiados con las personas, no aceptan ayuda fácilmente y requieren cuidados mucho más específicos y delicados para que sobrevivan. Además, si se trata de un polluelo, es posible que sea contraproducente que trates de ayudarlo, pues usualmente la madre se encuentra cerca y llevarlo contigo lo aleja más de su nido y propicia el rechazo de la madre.

Sin embargo, si no observas a su madre cerca o ya tienes el ave en casa y no sabes cómo ayudarlo, ExpertoAnimal te presenta este artículo sobre cuidados para un pájaro que se ha caído del nido.

¿Cuándo recoger al pájaro?

Si te encuentras un ave que parece haber caído del nido y por una u otra razón parece incapacitada para volar (es un polluelo o está herido) tu reacción instintiva será recogerlo y llevarlo a casa. Sin embargo, en ocasiones esto puede ser contraproducente.

Por lo general, la mayoría de las aves perciben a los humanos como seres peligrosos, posibles depredadores, así que no te extrañe que el pájaro se ponga nervioso cuando te vea cerca de él. Si observas que se encuentra lastimado, ya sea herido en sus patas, alas o algún otro sitio, incapaz de volar o saltar, entonces deberás llevarlo a casa para curarlo, aunque si se trata de una ave protegida lo recomendable es llamar a los agentes forestales para que ellos mismos se encarguen de rehabilitarla. Si se trata de una paloma o un gorrión común, probablemente los agentes forestales no actúen y entonces sí podemos rescatarlo y llevarle ante la consulta de un veterinario de exóticos.

Por el contrario, si el ave se encuentra sana se presentan diversas variables. Si se trata de un polluelo, es posible que su nido esté cerca y que incluso los padres observen al bebé desde donde están. Lo mejor es tratar de localizar el nido y devolver el ave a su nido. No temas tomarlo con tus manos, pues la creencia de que los padres lo rechazarán por tu olor humano es tan solo un mito. Eso sí, intenta ser muy cuidadoso.

Si no localizas el nido, puedes colocar al polluelo en una caja y colgarla de un árbol, de modo que sus padres logren encontrarlo. Al mismo tiempo, lo estarás protegiendo de posibles depredadores, como perros y gatos. Si pasadas unas horas nadie se ocupa del pequeño, tendrás que llevarlo contigo. Recuerda que esta debería ser la única opción, principalmente cuando el ave es incapaz de valerse por sí misma y no tiene otros de su especie que lo socorra, pues suele ser difícil que vivan en libertad luego de ser criadas por humanos.

Preparación del nido

Si el ave debe permanecer contigo mientras sana su herida o aprende a defenderse, es necesario que acondiciones un espacio adecuado.

En el caso de los polluelos, preparar un nido es lo más recomendable. A esa edad necesitan mucho calor, así que una caja de cartón con agujeros para que pueda respirar o una canastilla estarán bien. Coloca papel absorbente en el fondo para que sea fácil de limpiar y ubica la caja en un rincón. Puedes añadir un nido artificial (que puedes comprar en cualquier comercio para animales) o elaborarlo tu mismo con pelo de coco o similar.

Lleva el nido a un espacio seguro del hogar, lejos de perros y gatos y de corrientes de aire. Tampoco debe darle el sol directo, aunque un poco de luz indirecta es requerida para que se desarrolle el plumaje de algunas especies.

La temperatura del nido es importante por lo que deberás disponer de una malla eléctrica (en invierno) para que no pase frío. Si tu polluelo tiembla necesitará más calor, y si por el contrario jadea y parece cansado o ahogado, le estás dando demasiado calor y puede morir rápido si no bajas la temperatura. Estar atentos es fundamental.

Si se trata de un ave adulta que has rescatado por estar lastimada, una jaula será perfecta para ella, si es grande mejor para que puede volar. Coloca periódicos en el fondo para retirar los desperdicios, mantén un comedero, un bebedero y un recipiente con agua para que pueda asearse. Lo mejor en este caso es que la jaula pueda estar en el jardín o cerca de alguna ventana, para que el pájaro no pierda el contacto con el mundo exterior. Esto, por supuesto, sin que por ello lo expongas a fuertes corrientes o sol directo.

En ambos casos es recomendable evitar tocarles en la medida de lo posible y forzar una interacción con los humanos. Si lo hacemos, en un futuro en libertad, se acercará a extraños y desconocidos que puedan hacerle daño. Es imprescindible que siga teniendo miedo de las personas para poder sobrevivir.

Alimentación

La alimentación dependerá de la especie y de la edad del ave, por esa razón es fundamental investigar la especie a la que nos disponemos a alimentar. En general, los polluelos necesitarán alimentos blandos, como la pasta de cría, que encontraremos en cualquier comercio para animales o centro veterinario de exóticos.

Humedécela con agua tibia para que se ablande y logres una pasta no demasiado espesa. Luego, toma unas pequeñas pinzas o una jeringa sin punta y acércala al pico del polluelo, tocando un lado. Por instinto, abrirá para ser alimentado pero si no lo hace puedes simular un silbido para que abra el pico. Coloca una pequeña porción y permítele tragar antes de ofrecerle más.

Los polluelos tienen que comer un poco cada hora, desde el amanecer hasta un poco antes del anochecer. Durante la noche duermen, así que no debes molestarlo. Antes de alimentarlo, revisa su temperatura corporal: si el ave se siente muy fría, no le des de comer, ofrécele calor y espera que se estabilice antes de alimentarlo.

Sabrás que le has ofrecido suficiente comida cuando el buche del pájaro esté lleno. Recuerda que el buche es una pequeña "bolsa" que tienen los pájaros a un lado del cuello y que es especialmente visible en los polluelos. A medida que le ofrezcas alimento, el buche irá creciendo.

Con los pájaros adultos tienes varias opciones, de acuerdo a la especie, pero en principio la comida puede estar conformada por insectos de tamaño pequeño (o pasta insectívora, de venta en cualquier veterinario de exóticos) y semillas en caso de los pájaros granívoros. Informarnos acerca de la especie será otra vez fundamental para saber qué ofrecerle como alimento.

El alimento se coloca en el comedero para que el ave pueda alimentarse sola; si se niega a hacerlo, se puede acercar al pico para estimularlo, pero nunca tratar de forzarla a que coma. Un recipiente con agua limpia y fresca no puede faltar. La comida se ofrece entre dos o tres veces al día. Puedes combinar estos alimentos con frutas y verduras frescas, así como plantas endémicas de la zona de las que se alimente.

Consejos generales

  • Si has rescatado un polluelo, a medida que crezca debes variar su alimentación para que consuma alimentos para adultos parecidos a los que comería en estado salvaje.
  • Evita tocar o alzar al polluelo más de lo necesario, pues podría considerar que eres su madre y de esa forma nunca será posible liberarlo.
  • La jaula o la caja deben limpiarse todos los días para eliminar desperdicios y desechos.
  • Asea tus manos después de tocar al ave, para evitar contagios de enfermedades o infecciones.
  • Nunca trates de alimentarlos a la fuerza. Si el pájaro no quiere comer, tal vez no le estás ofreciendo el menú adecuado. Asesórate con un especialista.
  • Si se trata de un insectívoro, puedes dejar la jaula cerca de un tu jardín para que coma los insectos que trae el viento. Coloca una luz cerca para que los atraiga.
  • Al alimentar al polluelo con la papilla, evita ensuciar las plumas, pues las plumas se pegan y la limpieza puede volverse complicada; de igual forma, cuida no llenar de comida las fosas nasales ni los ojos.
  • Si observas empobrecimiento del color de las plumas, apatía o los ojos entrecerrados probablemente algún problema de salud está afectando a tu pájaro, revisa su plumaje para detectar posibles parásitos y de ser así desparasítalo externa e internamente para mejorar su estado de salud.
  • Consulta con un especialista siempre que te sea posible, recuerda que los pájaros son muy delicados.

Liberación

Cuando tu polluelo haya crecido o se recupere la herida del ave que rescataste, es el momento de liberarla nuevamente en su hábitat natural. Lo mejor es escoger el mismo sitio donde la encontraste para hacerlo, pues es probable que otras de su misma especie vivan en las cercanías.

No es correcto forzar al pajarito a salir de la jaula, pues no se sentirá seguro. Lo ideal es abrir la jaula y permitir que él mismo salga y pueda explorar lo que le rodea, hasta que se sienta lo suficientemente seguro para volar.

Cuando se haya decidido a salir y tomar vuelo, puedes permanecer durante un rato observando que no regrese a la jaula. Tu trabajo habrá terminado.

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