Cuidados para un perro sin bazo

Cuidados para un perro sin bazo

El bazo es un órgano que cumple un importante papel como reservorio de sangre, filtro de sustancias de desecho y defensa del organismo ante los más variados patógenos. Pero, en ocasiones, el bazo puede inflamarse, lo que se conoce con el nombre de esplenomegalia. Esta inflamación puede hacer recomendable la extirpación de este órgano, procedimiento que se denomina esplenectomía. En este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar cuáles son los cuidados para un perro sin bazo.

La esplenomegalia y la esplenectomía

Como acabamos de exponer en la introducción, diferentes causas pueden llevar a un aumento de tamaño del bazo (esplenomegalia), órgano que se sitúa junto al estómago y se encarga de la defensa del organismo, así como de filtrar sustancias que deben ser eliminadas o servir de reserva de glóbulos rojos y plaquetas. Entre los factores que explican su aumento encontramos los siguientes:

  • Tumores, tanto benignos como malignos.
  • Traumatismos fuertes como caídas desde gran altura, patadas o atropellos.
  • Enfermedades infecciosas, metabólicas o autoinmunes, como podría ser la hepatitis.
  • Torsión esplénica, fenómeno que se produce dentro de la patología conocida como torsión/dilatación de estómago.

A veces, la mejor solución es la extirpación del bazo, según criterio veterinario. Esta intervención, conocida como esplenectomía, puede ser total o parcial, según se retire todo el bazo o solo la parte afectada y su perímetro. Sin bazo, otros órganos asumirán sus funciones y, aunque es cierto que se trata de una víscera prescindible, su falta también tiene consecuencias. Por lo tanto, veremos ahora los cuidados para un perro sin bazo.

El pre y el posoperatorio

Si la esplenectomía no debe realizarse de urgencia, sino que es posible programarla (por ejemplo, en los casos de tumores), conviene que el perro esté lo más fuerte posible, fundamentalmente de cara a evitar enfermedades. Consultaremos con nuestro veterinario sobre la posibilidad de desparasitarlo y revacunarlo. En cualquier caso, el animal debe estar estabilizado antes de entrar en quirófano, excepto si esa estabilización depende de la extirpación del bazo, por ejemplo, si este se encuentra sangrando profusamente. Además, se pautará un tratamiento antibiótico con el objetivo de evitar infecciones. La cirugía comporta riesgos como:

  • Los derivados de la anestesia, que tiene que ser general.
  • Infecciones, tanto internas como en la herida de la incisión.
  • Daños a órganos adyacentes, en ocasiones se pueden lesionar órganos cercanos al bazo durante su extracción.
  • Hemorragia, ya que puede producirse un sangrado durante o después de la cirugía, y aparición de coágulos, que se ve favorecida tras una intervención quirúrgica. Estos coágulos, también conocidos como "trombos" tendrán consecuencias más o menos graves según el lugar donde se depositen.
  • Reacciones medicamentosas, si nuestro perro es alérgico a alguno de los fármacos administrados.
  • Irregularidades del ritmo cardiaco.

Como en cualquier otra cirugía, hay que evitar que el perro se arranque los puntos o las grapas, bien vigilándolo, bien poniéndole un collar isabelino. De la misma manera, hay que seguir el tratamiento recomendado, que suele consistir en antibiótico, como hemos dicho, para prevenir infecciones, y analgésicos para que el animal no sienta dolor, sobre todo los primeros días. Aproximadamente a la semana de la cirugía, el veterinario le sacará los puntos o las grapas de la herida y comprobará que todo esté correcto. Por supuesto, si antes observamos cualquier signo preocupante como dolor, mal olor en la herida o supuración, debemos acudir inmediatamente a la clínica.

Si queremos establecer con eficacia los cuidados para un perro sin bazo, debemos tener en cuenta estos riesgos a los que nuestro compañero estará expuesto, entre los que destaca la mayor predisposición a contraer infecciones. En el siguiente apartado vamos a ver una serie de recomendaciones dirigidas a mantener la calidad de vida de nuestro perro el mayor tiempo posible.

Recomendaciones para cuidar a un perro sin bazo

En primer lugar, debemos saber que nuestro perro, aunque sin bazo, va a poder llevar una vida normal, con algunas precauciones. Entre los cuidados para un perro sin bazo destacamos las siguientes recomendaciones que básicamente se dirigen a conseguir calidad de vida, ya que será la base de un sistema inmunitario fuerte:

  • Lo primero es ofrecerle a nuestro perro un entorno tranquilo y seguro.
  • Otro punto importante es una alimentación de calidad, una alta gama siguiendo la recomendación de nuestro veterinario.
  • Seguir escrupulosamente el calendario de vacunaciones y desparasitaciones con el objetivo de minimizar los riesgos de contraer enfermedades.
  • Al hilo del punto anterior, conviene evitar el contacto con perros enfermos y desconocidos de los que ignoramos su estado de salud, vacunaciones y desparasitaciones.
  • Hacer una revisión completa, incluyendo analítica y ecografía, al menos una vez al año, para intentar detectar y tratar cualquier trastorno incipiente antes de que se agrave.
  • Y, aunque todas estas medidas van a ayudar a mantener la calidad de vida de nuestro perro, evitando estresar su sistema inmunitario, en ocasiones puede ser necesario prescribir productos estimuladores de las defensas. En este caso seguiremos las recomendaciones de nuestro veterinario.
  • Por último, se puede valorar la necesidad de utilizar vitaminas para completar una alimentación equilibrada. Como siempre, siguiendo el consejo de nuestro veterinario.

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