Cuterebra en gatos - Qué es, síntomas y tratamiento

Cuterebra en gatos - Qué es, síntomas y tratamiento

Cuterebra es una mosca que en su ciclo de vida requiere de pequeños animales de sangre caliente como los roedores y los conejos. Sin embargo, nuestros gatos pueden accidentalmente ser parasitados por las larvas de estas moscas cuando inspeccionan o intentan cazar alguno de estos animales, entrando por orificios naturales de los gatos y llegando hasta estructuras internas como el aparato respiratorio, los ojos y el cerebro en el peor de los casos, cursando con sintomatología variada y pudiendo ser mortal si no se detecta a tiempo.

Continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal para conocer más sobre la cuterebra en gatos, cómo se parasitan estos animales, qué síntomas produce, cómo se diagnostica y cómo se trata esta parasitación.

¿Qué es la cuterebra?

Cuterebra es un parásito externo, en concreto unas moscas típicas de Estados Unidos, México y Canadá, aunque en otros países, incluido España, se pueden ver casos de parasitaciones con las larvas de estas moscas. Se trata de un parásito obligado de roedores y de conejos, aunque también puede atacar de forma accidental a los gatos, los perros y los hurones cuando estos cazan cerca de madrigueras de estos animales. Los casos aparecen a finales de verano y principios de otoño.

Estas moscas pueden poner los huevos sobre superficies dañadas o erosionadas del animal, donde eclosionarán y las larvas realizarán su potencial de acción. También pueden ponerlos en el suelo o en la vegetación y, una vez eclosionados, serán las larvas las que entrarán por aberturas naturales de estos animales, como la boca, los ojos o las fosas nasales, donde penetrarán a capas más profundas por su acción mecánico-irritativa perforadora, entrando por la piel y creando protuberancias. Por ello, si vemos como una especie de gusano en la nariz del gato, puede tratarse de este parásito.

Generalmente, estas larvas migran a regiones alrededor de la cabeza o el cuello, aunque también pueden afectar a otras partes del cuerpo de los gatos. Pasados unos 30 días tras la entrada, el parásito sale del interior del gato para pupar en el exterior y dar lugar a una mosca adulta, que se reproducirá y pondrá huevos que parasitarán a otro animal susceptible.

En los gatos, la cuterebra puede producir la encefalopatía isquémica felina cuando las larvas entran por la nariz del felino y llegan al cerebro, produciendo signos neurológicos derivados de la afectación de la arteria cerebral media y por la degeneración y la producción de hemorragias en otras zonas del cerebro.

Síntomas de cuterebra en gatos

Los síntomas que tenga un gato con cuterebra van a depender de las zonas afectadas. Por ejemplo, si se limita a la piel, los gatos tendrán protuberancias o quistes con larvas en su interior, que suele estar acompañado de cambios en el comportamiento y estado anímico del gato, mostrándose más deprimido y letárgico.

Si las larvas de cuterebra se han dirigido al aparato respiratorio, los gatos mostrarán signos como respiración dificultosa, secreción nasal, tos y estornudos. Si las larvas se han dirigido a los ojos, los pequeños felinos tendrán signos clínicos como uveítis, quemosis, blefaroespasmo, secreción ocular e incluso ceguera. Si ha llegado también al sistema nervioso, el gato tendrá la cabeza inclinada, puede presentar convulsiones, movimientos en círculo, epilepsia o déficits cognitivos que pueden conducir a la muerte del gato. Que aparezcan los signos neurológicos indica la gravedad de la infección por el desarrollo de la encefalopatía isquémica felina y suelen aparecer pocas semanas después de los signos respiratorios.

¿Cómo parasita la larva cuterebra a los gatos?

Un gato puede parasitarse por la larva cuterebra de forma accidental, ya que naturalmente el parásito tiene predilección por los roedores y los lagomorfos. Los gatos solamente se pueden parasitar si salen al exterior y se encuentran en zonas con estos parásitos y con el hábitat natural de estos pequeños animales, de manera que la principal causa de parasitación es el explorar e intentar cazar algún conejo de sus madrigueras o algún roedor de sus zonas habituales, donde las larvas o los huevos a punto de eclosionar penetran a través de orificios naturales del pequeño felino como son las fosas nasales o la boca, pudiendo llegar a los ojos y el cerebro en el peor y más avanzado de los casos.

Otra posibilidad de entrada del parásito en el gato es tras la caza de algún lagomorfo o roedor infestado recientemente por las larvas, entrando directamente las larvas vivas en su boca o sus orificios nasales y desarrollando su ciclo de vida en el gato.

Diagnóstico de cuterebra en gatos

Podemos sospechar que nuestro gato está parasitado por las larvas de esta mosca cuando inspeccionándole vemos algún bulto, quiste o protuberancia en su cara o cuello. Además, una vez detectado el bulto será necesario observarlo profundamente en busca de un pequeño agujero que hacen las larvas dentro del mismo para poder respirar, el cual suele estar más o menos centrado en el bulto. De esta forma, si ves un agujero en el cuello del gato que, además, está sobre un bulto más o menos notable, acude al centro veterinario cuanto antes.

Si por el contrario las larvas ya han podido migrar a tejidos más profundos del gato, solamente se podrán diagnosticar mediante una tomografía computarizada o resonancia magnética apoyadas con otras técnicas diagnósticas como análisis de orina o de líquido cefalorraquídeo. Sin duda, la mejor prueba de detección de esta enfermedad es la resonancia magnética que puede detectar la presencia de las larvas y hasta la pérdida de materia del cerebro producida por la encefalopatía isquémica felina tras dos o tres semanas del comienzo de los signos clínicos y diferenciar de otros procesos como tumores, traumatismos externos o enfermedades infecciosas.

Tratamiento de la cuterebra en gatos

El tratamiento de esta parasitación dependerá del momento de la misma y de la llegada de las larvas o no a órganos internos del gato, como el cerebro. Si las larvas aún se encuentran visibles en bultos en la piel de tu gato, es posible su extracción manual por parte del veterinario/a, nunca lo intentes tú solo/a en casa, ya que puede requerir anestesia o sedación para permitir su extracción sin que el gato tenga dolor ni se encuentre estresado por la situación.

Las larvas se deben extraer mediante pinzas esterilizadas y es preferible hacerlo después de haber administrado algún antiparasitario al animal para que estén muertas y no se muevan, corriendo menos riesgo de rotura de la larva por la mitad, que puede producir reacciones alérgicas e infecciones graves. Tras la extracción, se queda el quiste abierto en la piel, que el profesional deberá limpiar con antiséptico como clorhexidina y suero fisiológico, dejando sanar la herida al aire una vez limpia, pero en los casos de heridas más profundas se deberá suturar o vendar.

No se ha establecido la eliminación quirúrgica del parásito en el cerebro, pero se puede tratar la sintomatología con fármacos antiepilépticos, antiparasitarios y tratamiento de soporte con fluidoterapia para que se mantengan bien hidratados y nutridos.

Como ves, esta es una parasitación grave que requiere la intervención de un profesional. Por ello, si encuentras bultos o directamente ves las larvas en tu gato, acude lo antes posible al centro veterinario. Además, en este otro artículo te informamos de otros parásitos en gatos que son bastante más habituales.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • D. D. Bowman. (2004). Georgis Parasitología Para Veterinarios, Octava Edición. Elsevier España, S.A.