Depresión en perros - Síntomas, causas y tratamiento

Depresión en perros - Síntomas, causas y tratamiento

¿Puede tener un perro depresión? Lo cierto es que sí, y en este artículo de ExpertoAnimal hablaremos de los síntomas, las causas y, por supuesto, del tratamiento de la depresión en los perros. Si notamos cambios en el comportamiento de nuestro compañero y nos parece que se encuentra triste, podría estar sufriendo una depresión. Siempre debemos acudir al veterinario porque los signos que apreciamos son inespecíficos, es decir, pueden corresponderse tanto a una depresión como a una enfermedad física. Debemos saber que ambas situaciones son tratables.

¿Cómo detectar la depresión en perros?

Aunque los síntomas de depresión en perros pueden variar de un can a otro, los siguientes son los que con mayor frecuencia podremos detectar:

  • Reducción de su actividad.
  • Disminución de las interacciones con otros perros y con personas.
  • Pérdida de interés por el entorno.
  • Alteraciones en la alimentación, algunos dejan de comer mientras que otros comen compulsivamente.
  • Postración, letargo y apatía.
  • Incremento en las horas de sueño, aunque algunos perros pueden dormir menos.
  • Gemidos, lloros o aullidos sin que sepamos qué los ha originado.
  • Búsqueda de lugares tranquilos donde esconderse.
  • Disminución de la afectividad.
  • Modificaciones en el comportamiento.
  • Ausencia de comportamientos de juego.
  • Movimientos lentos.
  • Posible incontinencia.
  • Estereotipias, es decir, repetición del mismo comportamiento de manera compulsiva, como lamerse o mordisquearse las patas.
  • Algunos perros se muestran ansiosos y/o agresivos.

Además, la depresión se clasifica en endógena y exógena, según si la causa es interna o externa. Aunque se hable de depresión en perros chihuahua, pug, poodle o husky, no hay una predisposición genética de estas razas concretas a la depresión, es decir, la depresión endógena o con base biológica podría darse en cualquier raza o cruce de perro. Es más habitual la exógena, consecuencia del entorno y con causas diversas.

Depresión en perros mayores

La sintomatología depresiva en perros ancianos puede relacionarse con el denominado síndrome de disfunción cognitiva. Se trata de un proceso de envejecimiento a nivel cerebral que podríamos relacionar con el Alzheimer que padecen los humanos. El perro mostrará deterioro de sus facultades mentales con síntomas como la desorientación, la eliminación en el interior del hogar, conductas repetitivas, disminución de la relación con los otros miembros de la casa, etc.

Este cuadro podría también corresponderse con algunas patologías como la enfermedad renal, por lo que siempre debemos llevar al perro al veterinario para realizarle las pruebas pertinentes que nos permitan descartar un trastorno físico. La edad del perro no debe ser un impedimento para iniciar un tratamiento.

Si se confirma la disfunción cognitiva, podemos implantar medidas para la modificación de la conducta, de ser el caso, y del ambiente, siempre de acuerdo con profesionales en comportamiento canino. También puede recurrirse a la medicación.

Causas de depresión en perros

Hay diferentes situaciones que pueden estar detrás de la depresión en perros, como las siguientes:

  • Depresión en perros por separación: es una circunstancia habitual en la que el perro va a desarrollar comportamientos depresivos, disruptivos y destructivos cuando se encuentra solo en el hogar.
  • Depresión en perros por muerte de otro perro: al igual que las personas, los perros pueden experimentar el duelo tras la muerte de un compañero canino pero, también, de otra especie, pues lo que sienten es la pérdida del vínculo.
  • Depresión en perros por mudanza de domicilio o de familia: el cambio brusco en su rutina puede traer consecuencias negativas para el perro, que necesitará un período de adaptación y estímulos adecuados para restablecer el apego. En este punto puede incluirse la llegada de nuevos miembros a la familia, ya sean humanos o animales.
  • Depresión en perros por situaciones graves de estrés: conflictos en el hogar, peleas con otros animales o enfermedades pueden desembocar en una depresión que habrá que atajar en función del desencadenante.
  • Depresión en perros por socialización deficiente: aquellos perros separados tempranamente de sus madres y hermanos, o los que han sufrido maltrato, pueden presentar problemas de comportamiento entre los que se incluye la depresión. Consulta el siguiente artículo para saber "¿A qué edad se pueden separar los cachorros de su madre?".
  • Depresión en perras por pseudogestación o falso embarazo: en perras no esterilizadas, tras el celo, es posible que se desencadene una cascada hormonal como si la perra estuviese en estado, aunque no haya habido fecundación. Desarrollará instinto maternal y cambios en su comportamiento, entre los que se incluye la depresión. Al contrario, no hay depresión posparto en perras y si, después del parto, observamos a nuestra perra deprimida debemos consultarlo con el veterinario, ya que podría estar enferma.

¿Cómo tratar la depresión en perros?

Como hemos dicho, cualquier signo de los mencionados es motivo de consulta veterinaria porque, en primer lugar, hay que descartar que el perro padezca alguna patología física. Si el diagnóstico es de depresión, es importante descubrir cuál ha sido el desencadenante y, en función de él, implantar medidas para mejorar el estado de ánimo de nuestro perro. Las veremos en el siguiente apartado.

Profesionales como los etólogos o veterinarios especializados en comportamiento pueden ayudarnos a modificar conductas y entorno, de ser el caso. En aquellos perros en situaciones más graves el veterinario puede prescribir medicación.

¿Cómo animar a un perro deprimido?

Sea cual sea la causa de la depresión de nuestro perro, podemos seguir una serie de medidas para ayudarlo a recuperar el ánimo:

  • Lo más importante es que dediquemos todos los días tiempo para pasar en exclusiva con él. Los perros son animales de manada, familiares, que necesitan sentirse integrados en el grupo.
  • El ejercicio adecuado a su edad, los paseos, que no se pueden limitar a la evacuación, juegos y, en definitiva, diferentes actividades, ayudan a mantener al perro entretenido, lo mismo que la educación en obediencia.
  • En algunos casos podemos valorar la incorporación de un nuevo perro a la familia, lo que puede funcionar como elemento de activación para el perro deprimido. Eso sí, esta es una decisión que no puede tomarse a la ligera, de manera que recomendamos consultarla con un profesional, como puede ser un etólogo o veterinario, ya que recordemos que en algunas situaciones la llegada de un nuevo miembro puede empeorar el estado de depresión.
  • No dejar al perro solo muchas horas.
  • Evitar situaciones estresantes que puedan agravar o perpetuar el cuadro.
  • Seguir pautas de adaptación, según consejo profesional.
  • Aunque no han demostrado más que efecto placebo, pueden utilizarse flores de Bach o productos con feromonas.
  • Por ultimo, la pseudogestación en perras se controla con la esterilización.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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