Desescalada y animales de compañía – Consecuencias y recomendaciones

Desescalada y animales de compañía – Consecuencias y recomendaciones

La cuarentena para evitar la propagación del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, ha hecho que millones de personas se vean confinadas en sus hogares. En muchos de ellos también se encuentran perros y gatos que, como veremos en este artículo de ExpertoAnimal, pueden sufrir problemas cuando debamos separarnos tras el confinamiento.

En España, y otros países, se ha iniciado el proceso de desescalada para dar fin al confinamiento de una forma progresiva y segura. Pero, ¿cómo afecta esto a los animales? ¿Qué debemos tener en cuenta? A continuación, hablamos de las principales consecuencias y compartimos nuestras recomendaciones para conseguir un desconfinamiento con animales sin complicaciones.

Los animales de compañía durante la cuarentena

Han sido numerosos los gobiernos que, desde el mes de enero de 2020, han decretado medidas para contener la expansión del nuevo virus SARS-CoV-2. De entre todas, destaca, por su impacto, el confinamiento. Básicamente supone que las personas deben permanecer en el interior de sus domicilios y solo pueden salir para la realización de trabajos considerados esenciales, para aprovisionarse de alimentos y medicamentos o en caso de urgencias. Por su parte, los perros pueden dar sus paseos habituales, pero con condiciones:

  • El perro tiene que ir atado y no soltarse en ningún momento.
  • El paseo se reduce al tiempo necesario para la evacuación de heces y orina.
  • No se permite entrar en contacto con otros perros o personas.
  • No se puede acudir a parques de perros.
  • Se recomiendan las horas de menor afluencia de gente.
  • Hay que recoger los excrementos y echar agua con jabón sobre la orina.
  • Mejor que salga siempre la misma persona. Si el cuidador habitual del perro da positivo al coronavirus, es aconsejable que se haga cargo una persona sana.

Estas reglas y el propio confinamiento, que hace que los cuidadores estén prácticamente las 24 horas del día junto a sus perros, han conseguido modificar la rutina de un buen número de ejemplares. Es posible que hayamos notado ya que todos estos cambios están alterando la conducta del perro. A su vez, los gatos también han experimentado estos mismos cambios si no estaban acostumbrados a estar acompañados durante tantas horas. Para estos animales, además, la alteración de sus rutinas supone un impacto mucho mayor, ya que son más susceptibles que los perros y tienden a estresarse con muchísima facilidad.

Fases de la desescalada

Iniciado el período de desescalada, de nuevo se avecinan cambios que, sobre todo si son bruscos, pueden resultar problemáticos ahora que el perro o el gato se había acostumbrado a nuestra presencia constante. Los perros que ya sufrían algunos problemas pueden verlos acentuados, pero también pueden presentarse por primera vez en ejemplares hasta el momento equilibrados.

Básicamente, se han establecido cuatro fases para iniciar la desescalada, aunque algunas provincias pueden ver alteradas algunas de ellas:

  • Fase 0: franjas horarias para pasear, se permite la realización de ejercicio al aire libre con restricciones de horario, se pueden realizar velatorios de hasta 10 personas manteniendo la distancia de seguridad, entre otras medidas.
  • Fase 1: reuniones de hasta 10 personas en domicilios, velatorios de hasta 15 personas, circular por la provincia (no en todas), entre otras medidas.
  • Fase 2: reuniones de hasta 15 personas, celebración de bodas con 100 personas como máximo, se permite circular por la provincia, entre otras medidas.
  • Fase 3: contacto social entre personas no vulnerables, entre otras medidas.

En lo referente a los animales, como los paseos de los perros, se podrán ampliar paulatinamente, aunque todavía estamos a la espera de más detalles. El contacto social con otros canes será permitido en la fase 3.

¿Qué problemas pueden presentar los animales relacionados con la separación tras el confinamiento?

Los cambios acaban con la previsibilidad y el control del entorno que necesitan los perros y los gatos. Provocan estrés y este se manifiesta en el desarrollo de conductas que dificultan la convivencia. No se trata de un capricho del animal. No quiere molestarnos. Es su forma de expresar el estrés que siente, su forma de pedir ayuda.

Problemas en perros

Las conductas más comunes que podremos observar tras el confinamiento son las siguientes:

  • Destrozos: de cualquier objeto que se deje a su alcance, desde muebles a prendas de ropa pasando por zapatos o alfombras.
  • Micción o defecación en el interior del hogar: aunque evacúe con normalidad en el exterior.
  • Ladridos y, en general, vocalizaciones excesivas: aullidos, gimoteos, llanto..., cualquier sonido que sea emitido sin parar.
  • Agresividad hacia otros perros durante el paseo: no hace falta que sea en forma de ataques, sirve enseñar los dientes, gruñir o ladrar con insistencia.
  • Agresividad hacia personas: esta conducta es la más delicada, ya que supone un riesgo, sobre todo si en casa hay menores que además van a estar las 24 horas del día. Si nunca hay que dejar solos a los niños con los animales, menos si hemos apreciado reacciones agresivas. En este caso, hay que contactar sí o sí con un profesional.

Los destrozos, la eliminación inadecuada y las vocalizaciones son signos que a veces aparecen juntos en el trastorno conocido como ansiedad por separación, que puede ocasionar también conductas repetitivas o estereotipias, por ejemplo, el lamido repetido de alguna parte del cuerpo, que puede llegar a la automutilación. Su denominación hace referencia a que se presenta cuando el perro está solo, separado de su familia. Se relaciona con la sensación de inseguridad que siente cuando se ve solo, sin sus referentes. No hay que olvidar que el perro es un animal social, de manada. Tras el confinamiento puede aparecer exacerbada en ejemplares que ya presentaban algún signo compatible con ansiedad anteriormente, pero también se puede detectar en perros que hasta el momento no habían mostrado esta conducta.

Problemas en gatos

Por su parte, los gatos probablemente desarrollaron ciertos problemas durante el inicio del confinamiento debido a que vieron totalmente comprometida su privacidad y su rutina actual. En estos casos, no es de extrañar que mostraran lo siguientes comportamientos como consecuencia del estrés:

  • Micción fuera del arenero: esta es una de las principales señales de estrés en los gatos. No es que al animal ya no le guste su arenero, sino que siente la necesidad de marcar porque considera que ha perdido el control de su entorno y quiere recuperarlo.
  • Arañazos verticales en mobiliario y/o paredes: como sucede con el punto anterior, es una forma de marcaje para liberar el estrés.
  • Agresividad: un gato estresado puede mostrarse agresivo en mayor o menor grado.
  • Dejar de comer o comer más: tanto la falta de apetito como el hecho de comer compulsivamente se asocian con el estrés.

Ahora bien, una vez iniciada la desescalada, estos animales tienen más probabilidades que los perros de acostumbrarse con rapidez a la “nueva normalidad”. Aunque no es lo habitual, algunos ejemplares es posible que desarrollen ansiedad por separación, pero como decimos, no es lo más común.

¿Qué pasa con los cachorros?

Los primeros meses de vida del cachorro no solo son importantes por el rápido crecimiento físico que se produce, sino que resultan fundamentales a nivel psicológico. Es la etapa en la que se produce la socialización, proceso fundamental para la construcción de un carácter equilibrado en el futuro. Esta se basa en exponer al perro a numerosos estímulos, lo que se va a ver influido por el confinamiento. Por eso, cuando este termine y el perro vuelva a la calle con mayor bullicio y estímulos puede mostrar conductas indeseadas como miedo, agresividad o ladridos excesivos, además de comportamientos como los que hemos referido en el interior del hogar.

¿Cómo solucionar los problemas en los perros relacionados con la separación tras el confinamiento?

En primer lugar, debemos asumir que estamos ante un problema. No es normal que un perro presente conductas como las mencionadas. Es signo de estrés y tenemos que ponerle remedio. Es normal que los cuidadores en estas situaciones se encuentren confusos. Cuando detectan una herida o vómitos saben que tienen que ir al veterinario. Pero hacer pis en casa, atacar a otros perros o pasarse horas ladrando, en numerosas ocasiones se asume como mal menor. Ni siquiera se sabe a quién dirigirse. Si es tu caso, el primer paso es que el veterinario revise al perro por si la conducta conflictiva tuviese una base física. Por ejemplo, un perro puede orinar en casa por una infección de orina o un problema renal. Si está sano es cuando se barajará un problema de comportamiento. En este caso, los veterinarios especializados en conducta canina, los educadores o los etólogos serán los profesionales indicados para resolverlo. Nos darán las pautas necesarias para abordar el problema. En algunos casos incluso será necesario apoyarse en fármacos que tendrá que recetar el veterinario.

En VETFORMACIÓN, además, te formamos en etología canina a través de nuestro Curso de etología canina, con el que podrás aprender a manejar tú mismo/a este tipo de situaciones, ayudar a otros canes con estos problemas y hacer de tu pasión tu profesión.

Recomendaciones para evitar problemas en perros durante el desconfinamiento

Los perros son los animales más tendentes a desarrollar ansiedad por separación una vez iniciada la desescalada. Por ello, a modo de prevención, puedes poner en práctica desde ya medidas como las siguientes con el objetivo de adaptar al perro a la nueva rutina que va a suponer la desescalada:

Juega con él

Sobre todo para los cachorros, el juego es una actividad esencial. Es buena idea disponer de un fondo de reserva de juguetes tanto comprados como caseros. Así, todos los días podremos retirarle algunos y ofrecerle nuevos para mantener su interés. Hay que jugar con él, pero también darle herramientas para que se divierta solo. En este sentido, los juguetes dispensadores de comida son una excelente opción, ya que permiten que el perro se entretenga sin nosotros. Además, estos mismos juguetes podremos utilizarlos cuando el animal empiece a quedarse solo de nuevo.

Fomenta la exploración

Es una forma más elaborada de juego para fomentar que mantenga parcelas de independencia. En casa puede hacerse a través del rastreo, actividad para la que el perro debe emplear su olfato. Solo hay que esconder algún objeto, como su juguete preferido, o un premio y animarlo a que lo busque. Es una actividad positiva que podrá hacer también en ausencia del cuidador si le proporcionamos un Kong del que salga comida, escondemos bolitas de pienso por la estancia o le dejamos cualquier juguete de inteligencia. Más actividad suele ser sinónimo de menos problemas.

Descubre más beneficios del Kong para la ansiedad por separación.

No olvides el paseo

Salir a pasear es básico para los perros. Según la desescalada avance es previsible que puedan aumentar su tiempo en la calle. Esta actividad no solo les ofrece ejercicio físico, sino que supone un estímulo a nivel mental, además de socialización. Por estos motivos, realizar paseos largos, ejercitarlos y permitir que exploren tranquilamente es fundamental para mejorar su bienestar.

Si tu can es un cachorro, aprovecha para exponerlo al máximo de situaciones y felicítalo cuando reaccione con tranquilidad para fomentar esa actitud.

Mantén la rutina

Las costumbres del perro deben intentar mantenerse al máximo. Esto cobra especial importancia en los ejemplares de más edad, que se ven más perturbados con los cambios y es más habitual que se desorienten. Rutina supone previsibilidad y, en cierta medida, control, con lo que contribuye a disminuir el estrés. No hace falta que todas las tareas sean exactamente a la misma hora, pero sí es bueno mantener un mismo orden. Mejor si es el previo al confinamiento o el que adoptaremos durante la desescalada. De lo contrario, el perro puede sentirse perdido al no saber cuándo va a comer o a pasear, generándole frustración.

Si debemos incorporarnos al trabajo fuera del hogar, lo ideal sería ir poco a poco modificando el horario del perro hasta encajarlo con nuestra nueva rutina.

Proporciónale una zona segura

Asígnale una zona de la casa donde se pueda sentir seguro para que acepte pasar ratos en ella. En ese lugar no se le podrá molestar. Añade actividades con las que consiga entretenerse solo. También se le puede dar en esa estancia el alimento para que establezca una asociación positiva con el lugar. Si cuando se encuentra en ella se premia o felicita, se refuerza la conducta.

Es buena idea que pueda protegerse del ruido exterior, ya que los sonidos desconocidos que percibe el perro constituyen un factor de estrés. En este sentido, podemos dejarle una suave música de fondo o incluso la televisión o la radio.

Respeta sus momentos de tranquilidad

Es muy importante respetar el espacio de nuestro perro, sus horarios y ritmos. Por ello, cuando esté tranquilo, en reposo y calmado, no es aconsejable molestarlo. Para poder fomentar un ambiente positivo que nos ayude a, poco a poco, volver a rutina y salidas habituales, debemos tener muy en cuenta esta recomendación. Esto es especialmente relevante en aquellos hogares en los que hay niños.

Haz un cambio paulatino

Si tienes que volver a tu trabajo, lo ideal sería que pudieses ir dejando solo al perro de forma progresiva. Es decir, después de estar 24 horas juntos, si de repente se queda solo ocho horas o más, es más fácil que surjan problemas. En lo posible, planifica la incorporación a la actividad laboral. Aprovecha las salidas permitidas para ir dejando al perro solo cada vez más minutos, pero yendo paulatinamente de menos a más tiempo. Al llegar a casa, si te saluda nervioso ignóralo para no reforzar esa conducta inquieta. Acarícialo solo cuando esté tranquilo. Así estarás reforzando el comportamiento adecuado.

Durante esas primeras salidas, es fundamental que dejes algún juguete como el Kong para que el perro las relacione con estímulos positivos. Si, por el contrario, relaciona tus salidas con estímulos negativos, como si fuese un castigo, el trabajo realizado no servirá porque el animal se estresará, desarrollará ansiedad, etc.

Por otro lado, es mejor que no concentremos en las horas en las que vamos a estar fuera las actividades con el perro, para que vaya adaptándose a la tranquilidad en esos momentos. Mientras estamos teletrabajando podemos cerrarnos en una habitación, lo que servirá de separación con el perro para que vaya deshabituándose a nuestra presencia.

Utiliza feromonas

Puedes adquirir diferentes productos que funcionan a través del olfato en un intento de apaciguar al perro. Pueden utilizarse en difusor, aunque son sustancias que también se incluyen como ingredientes de premios o de pienso. Hay que empezar a utilizar las feromonas 1-2 semanas antes de la separación. No necesitan receta veterinaria, al contrario que los fármacos que, por supuesto, solo se pueden administrar bajo prescripción.

Evita el castigo

Siempre recomendamos optar por el refuerzo positivo para educar y adiestrar a los perros, pero en estos momentos es todavía más importante. El castigo solo conseguirá que el animal se estrese, se sienta inseguro e incluso reaccione de forma agresiva, estados de ánimo y situaciones que queremos evitar a toda costa.

Premia las conductas deseadas, presta a tu perro la atención que merece, ten paciencia y sigue todos los consejos anteriores para llevar a cabo una desescalada lo más positiva posible.

Recomendaciones para gatos durante la desescalada

Los gatos son animales que adoran disponer de su propio espacio y de su privacidad. Al verse esto comprometido durante el confinamiento, no es de extrañar que sientan cierto alivio una vez iniciada la desescalada. No obstante, esto no quiere decir que algunos gatos no puedan sufrir estrés de nuevo o ansiedad, ya que volver a la rutina anterior implica un nuevo cambio sobre la rutina actual que tanto les habrá costado interiorizar. Por ello, en estos momentos es importante llevar a cabo una serie de medidas y recomendaciones:

  • Respeta su espacio: mantén el espacio habilitado para él durante el confinamiento para que pueda acudir allí siempre que lo necesite, estés tú en casa o no.
  • Garantiza que dispone de lugares altos: estos animales buscan descansar en zonas más elevadas para controlar mejor su entorno y evitar ser molestados. Por ello, colocar baldas o adquirir rascadores de varios pisos está más que recomendado durante el confinamiento y, por supuesto, tras él.
  • Utiliza feromonas: las feromonas sintéticas son efectivas con los perros, pero con los gatos son todavía más eficaces. Estas sustancias proporcionan a estos animales un ambienten totalmente relajado, que es justamente lo que necesitan.
  • Dale juguetes que lo mantengan entretenido: si tu gato es de los que puede llegar a desarrollar ansiedad por separación porque durante el confinamiento se ha unido mucho a ti, deberás llevar a cabo las recomendaciones ofrecidas para los canes, tales como el uso de juguetes de inteligencia o dispensadores de comida.

Tanto en gatos como en perros es fundamental la previsión y aprender a cubrir sus necesidades.

¿Y los demás animales de compañía?

Otros animales domésticos como los conejos o las cobayas han podido también sufrir estrés o ansiedad tras haber visto modificada su rutina una vez iniciado el confinamiento. Durante la desescalada, al ser animales menos dependientes emocionalmente que los canes, por ejemplo, se recomienda llevar a cabo las medidas mencionadas en los gatos, es decir, cubrir todas sus necesidades, ofrecerles un espacio o cobijo al que puedan acudir para estar solos y relajados, disponer de juguetes y respetar su ritmo de adaptación.

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Bibliografía
  • Fatjó, Jaume. 2020. Perros y gatos en confinamiento. Problemas de conducta y cómo volver a la normalidad. Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud.