
La diabetes mellitus es una de las principales enfermedades endocrinas que afectan a nuestros pequeños felinos y que se caracteriza por unos niveles elevados de glucosa en sangre y su presencia en orina. En los gatos, el tipo más frecuente es la diabetes tipo 2, causada por una resistencia a la insulina favorecida por el sobrepeso, el sedentarismo y unas dietas ricas en hidratos de carbono.
Sin embargo, este no es el único tipo de diabetes en gatos, por lo que tendremos que tener en cuenta diferentes aspectos para entender cómo saber si mi gato es diabético. Si quieres saber más sobre el tema, no te pierdas este artículo de ExpertoAnimal y para averiguar si existen pastillas para la diabetes en gatos.
¿Qué es la diabetes en gatos?
La diabetes en gatos es una enfermedad o trastorno de tipo endocrino y crónico del metabolismo de los hidratos de carbono como consecuencia de una deficiencia relativa o absoluta de insulina, provocando unos niveles elevados de azúcar o glucosa en sangre.
Se trata de una enfermedad frecuente en el gato y de tipo multifactorial, pues se desarrolla especialmente en los pequeños felinos macho, con sobrepeso y una edad superior a seis años. Además, algunas razas se ven más predispuestas como:
- Azul ruso.
- Burmés.
- Bosque de noruega.
- Abisinio.
También parece relacionada con el sedentarismo, la alimentación y la falta de ejercicio físico por parte de nuestros gatos.
Tipos de diabetes en gatos
No todos nuestros gatos diabéticos presentan el mismo tipo, pues podemos encontrar tres tipos de diabetes en gatos diferentes que producen como consecuencia niveles elevados de glucosa. Estos tipos son los siguientes:
- Diabetes mellitus tipo 1 o insulinodependiente: se produce como resultado de una destrucción de tipo inmunomediado e irreversible de las células beta pancreáticas, causando una incapacidad de producir insulina.
- Diabetes mellitus tipo 2: es el tipo más frecuente de diabetes en gatos y se caracteriza por hiperglucemia o niveles elevados de azúcar y por una resistencia a la acción de la insulina haciendo que el organismo felino actúe aumentando la producción de insulina, desestabilizando al metabolismo y causando un nivel alto de azúcar en sangre.
- Diabetes mellitus tipo 3 o secundaria: se desarrolla como consecuencia de enfermedades como el hiperadrenocorticismo o enfermedad de Cushing, la acromegalia o la pancreatitis, así como por el tratamiento con glucocorticoides o progestágenos. Suele ser insulinodependiente y reversible tras la corrección del factor desencadenante.
Ahora bien, ¿cómo saber si mi gato es diabético? ¡Sigue leyendo!

Síntomas de la diabetes en gatos
Responder a la pregunta de: cómo saber si mi gato es diabético, puede ser más compleja de lo que parece. Llegados a este punto, querrás saber cuáles son los síntomas de la diabetes en gatos pero primero, cabe destacar que la diabetes felina se puede dividir en complicada o no complicada según su presentación clínica y su gravedad.
Por ello, los síntomas de la diabetes en gatos los podemos diferenciar de la siguiente manera:
Síntomas de gatos con diabetes no complicada
En este tipo de gatos con diabetes encontramos signos clínicos clásicos como:
- Polifagia o aumento del apetito.
- Pérdida de peso.
- Síndrome de poliuria-polidipsia: que se caracteriza por el aumento de la ingestión de agua y el aumento de la micción.
- Hiperglucemia.
- Glucosuria o excreción de glucosa por la orina.
- Letargo.
- Aumento del tamaño del hígado.
- Neurópata diabética.
En gatos con diabetes mellitus no complicada también pueden aparecer cuerpos cetónicos en orina y en sangre pero no se encuentran descompensados como ocurre en la diabetes mellitus complicada, ya que no se encuentran deshidratados ni con vómitos o diarrea, pudiendo ser tratados en su hogar.
Síntomas de gatos con diabetes complicada
Cuando la diabetes felina se vuelve complicada, el cuadro clínico se agrava y aparecen síntomas más serios, como:
- Deshidratación severa.
- Pérdida extrema de peso.
- Vómitos y diarrea.
- Letargo intenso o debilidad generalizada.
- Dificultad para moverse o caminar debido a la neuropatía diabética avanzada.
- Respiración acelerada o dificultosa.
- Anorexia (falta de apetito).
- Presencia de cuerpos cetónicos en la sangre y la orina (cetoacidosis diabética).

Causas de la diabetes en gatos
Ya hemos comentado que la diabetes en gatos es multifactorial. Aun así, las principales causas de la diabetes en gatos son:
- Resistencia a la insulina: especialmente la más frecuente, la diabetes tipo 2.
- Edad avanzada: ya que suele aparecer en nuestros gatos machos de mediana a avanzada edad, sedentarios, con sobrepeso u obesidad y de determinadas razas como el burmés.
- Pancreatitis crónica recidivante: la diabetes también puede producirse por una destrucción inmunomediada de las células beta pancreáticas, por amiloidosis o de forma secundaria debido a una pancreatitis crónica recidivante, con una pérdida progresiva de células pancreáticas y su sustitución por tejido fibroso.
- Terapia con glucocorticoides o progestágenos: puede ocasionar una diabetes secundaria.
- Depósito de proteína amiloide en los islotes de Langerhans: los gatos con diabetes suelen presentar lesiones degenerativas en los islotes de Langerhans del páncreas, con depósito selectivo de la proteína amiloide en dichos islotes y cambios degenerativos en las células beta pancreáticas. Este amiloide proviene de los polipéptidos asociados a los islotes, que se secretan conjuntamente con la insulina de las células beta pancreáticas. Como nuestros pequeños felinos son incapaces de procesar estos polipéptidos de manera normal, estos se acumulan en exceso y se convierten en amiloide. Este, a su vez, provoca la rotura de las células beta del páncreas, lo que termina causando resistencia a la insulina.
- Aumento del glucagón: además de una deficiencia absoluta o relativa de la acción de la insulina y niveles elevados de glucosa, los gatos con diabetes también pueden presentar un aumento del glucagón, que puede deberse a un incremento de la secreción de glucagón por parte del páncreas, el intestino o ambos. A su vez, los niveles elevados de glucagón parecen contribuir al desarrollo de una hiperglucemia grave, debido a la movilización de la glucosa almacenada en el hígado, además de favorecer la cetoacidosis por el aumento de la oxidación de los ácidos grasos hepáticos.

Complicaciones de la diabetes en gatos
En la diabetes mellitus en gatos pueden surgir complicaciones. Antes ya hemos adelantado algunos de los síntomas, pero vamos a ver ahora más detenidamente cuáles son las complicaciones de la diabetes en gatos, producidas por una descompensación:
- Anorexia y/o poco apetito.
- Deshidratación.
- Vómitos.
- Cetosis y cetonuria a nivel moderado o grave: esto indica que se ha producido una cetoacidosis diabética. Esta condición debe ser tratada siempre en el centro veterinario con un tratamiento urgente basado en fluidoterapia, insulina regular y reposición de electrolitos.
Para que puedas entenderlo más, la cetoacidosis diabética se produce como consecuencia de la utilización de ácidos grasos libres como fuente de energía por parte de las células, pues no pueden acceder a la glucosa debido a la falta de insulina. Cuando hay niveles elevados de glucagón, estos ácidos grasos libres se descomponen en cetoácidos, que se acumulan junto con la glucosa en la sangre, induciendo trastornos metabólicos que pueden ser mortales.
Estos trastornos incluyen:
- Hipovolemia.
- Deshidratación.
- Aumento de las enzimas hepáticas.
- Azotemia.
- Trastornos electrolíticos.
- Acidosis metabólica.
- Vómitos.
- Hiperlactemia.
- Anorexia.
En la diabetes complicada también podemos encontrar un estado hiperglucémico hiperosmolar, que consiste en una hiperglucemia muy alta, con una glucosa sérica de más de 600 mg/dL e hiperosmolaridad de más de 320 mOsm/kg, sin cetonemia o cetonuria y con un pH normal.

Diagnóstico de la diabetes en gatos
La diabetes en gatos se diagnostica mediante un hemograma y una analítica de orina, en los que se debe evidenciar una hiperglucemia y una glucosuria persistente en ayunas, junto con los signos clásicos de diabetes, como son poliuria, polidipsia, pérdida de peso y polifagia.
En ocasiones, el diagnóstico se puede complicar en aquellos gatos que presentan hiperglucemia por estrés, por lo que, si se evidencia hiperglucemia en un gato que no tiene signos clásicos de diabetes, lo mejor es la determinación de la fructosamina sérica y un seguimiento de la sintomatología del gato.
Si los niveles de fructosamina se encuentran elevados, el gato presenta diabetes, mientras que, si se encuentran normales, la hiperglucemia es debida al estrés.
¿Se cura la diabetes en gatos? - Tratamiento
El tratamiento para la diabetes en gatos depende del tipo de diabetes que presente el pequeño felino. En algunos casos de diabetes tipo 2 o tipo 3, sí es posible la remisión o incluso la curación si se elimina la causa. Pero en la mayoría de los casos, es para siempre.
Vamos a ver el tipo de tratamiento de la diabetes felina según el grado:
- Diabetes tipo 1: no tiene cura. Los gatos con este tipo de diabetes necesitan insulina de por vida porque su páncreas no produce suficiente.
- Diabetes tipo 2: puede remitir en algunos casos, especialmente si se detecta a tiempo y se hacen cambios en la dieta y estilo de vida. Hasta un 30-50% de los gatos con diabetes tipo 2 pueden entrar en remisión y no necesitar insulina, aunque siempre requerirán un control estricto.
- Diabetes tipo 3: suele ser reversible si se trata la causa subyacente (por ejemplo, una enfermedad hormonal o pancreática que esté afectando la producción de insulina).
Esperanza de vida de un gato diabético
Es muy habitual que los cuidadores de gatos a los que recientemente se les ha diagnosticado diabetes mellitus se pregunten cuál es su esperanza de vida o cuántos años pueden vivir con esta enfermedad. La respuesta es variable, pues depende mucho de:
- La gravedad de la diabetes.
- El tipo de diabetes.
- La constancia del cuidador en la administración de la medicación.
- Los hábitos de vida que se deben cambiar en el gato.
- Llevar un buen control veterinario.
Es verdad que un gato diabético suele presentar una menor esperanza de vida que la de un gato sano, pero si se le diagnostica de forma temprana y es tratada y controlada adecuadamente, el pequeño felino afectado podrá vivir muchos años, incluso la misma que cualquier otro gato sin diabetes.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Aybar, V., Casamián, D., Cerón, J. J., Clemente, F., Fatjó, J., Lloret, A., Luján, A., Novellas, R., Pérez, D.,Silva, S., Smith, K., Tegles, F., Vega, J., Zanna, G. (2018). Manual Clínico de Medicina Felina. Ed.SM Publishing LTD. Sheffield, UK.