Diarrea en gatos mayores - Causas y tratamientos

La diarrea se produce cuando hay un exceso de agua en las heces, lo que puede dar lugar a un aumento de la frecuencia de defecación, fluidez de las heces o volumen de las mismas. En las enfermedades del intestino delgado, la diarrea se produce cuando el contenido intestinal supera la capacidad de absorción del intestino grueso o causa secreción crónica de agua, mientras que la de intestino grueso ocurre cuando no queda ningún segmento del mismo donde se pueda absorber ese agua.

La diarrea de intestino delgado se caracteriza por:

• Heces de gran volumen.
• Frecuencia normal o aumentada.
• Consistencia totalmente perdida.
• Puede aparecer sangre digerida.
• Acompañada de pérdida de peso, vómitos o signos sistémicos.

La diarrea de intestino grueso presenta:

• Frecuencia muy aumentada.
• Heces de volumen normal, aumentado o disminuido.
• Urgencia en defecar.
• Presencia de moco.
• Consistencia perdida o formada.
• Puede aparecer sangre fresca.

Por otro lado, se pueden diferenciar dos tipos de diarrea según su duración en el tiempo:

• Aguda: con duración inferior a dos semanas.
• Crónica: aquella que persiste por encima de las 2-3 semanas.

La diarrea en gatos mayores puede estar causada por múltiples patologías e infecciones. Aunque los gatitos son más propensos a la diarrea infecciosa, en los mayores también puede ocurrir, especialmente con ciertas bacterias, hongos, virus y parásitos. En los gatos hasta los 6 años de edad es más frecuente que presenten diarrea por enfermedad inflamatoria intestinal o reacción adversa al alimento, mientras que en los gatos mayores suele ser más frecuentes los tumores intestinales antes que la enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, estas enfermedades también pueden ocurrir en gatos mayores y deben formar parte del diagnostico diferencial.

En general, las posibles causas de diarrea en gatos mayores son las siguientes:

• Hipertiroidismo.
• Linfosarcoma intestinal.
• Adenocarcinoma intestinal.
• Mastocitoma intestinal.
• Insuficiencia pancreática exocrina.
• Pancreatitis.
• Enfermedad hepatobiliar.
• Enfermedad renal.
• Pólipo colorectal.
• Cuerpo extraño.
• Colitis abrasiva (ingestión de plantas tóxicas o alimentos inapropiados).
• Intususcepción (cuando parte de un asa intestinal se mete en otra o se dobla en sí misma, lo que causa bloqueo u obstrucción del paso).
• Hernia o tumor perianal.
• Enfermedad inflamatoria intestinal (IBD).
• Enteropatía perdedora de proteínas.
• Fármacos: AINEs, antibióticos.
• Reacción adversa al alimento.
• Bacterias: Salmonella, Campylobacter, Clostridium perfringes.
• Virus: Coronavirus felino, leucemia e inmunodeficiencia felina.
• Parásitos: Toxoplasma gondii.
• Hongos: Histoplasma.

Los síntomas que manifieste el gato dependerán de la enfermedad que la causa y del tipo de diarrea que sea (intestino delgado o grueso). En general, un gato mayor con diarrea presentará:

• Pérdida de peso.
• Vómitos en muchos casos.
• Apetito variable, en ocasiones anorexia o polifagia (hipertiroidismo).
• Flatulencia.
• Deshidratación.
• Debilidad.
• Letargo.
• Dorso arqueado (indica dolor abdominal).
• Palidez de las mucosas si hay anemia por pérdida de sangre gastrointestinal.
• Ictericia si hay enfermedad hepática o de las vías biliares.
• Polidipsia (beber más agua) en algunos gatos para compensar las pérdidas o consecuencia de enfermedad renal o hipertiroidismo.
• Poliuria (más orina) en enfermedad renal.

Aquellos gatos con problemas de intestino delgado presentarán grandes volúmenes de diarrea de tipo acuoso que pueden tener sangre, pero en este caso digerida, mientras que si el daño ha ocurrido en el intestino grueso las heces serán de menor tamaño, pero muy frecuentes y con mayor esfuerzo en la defecación de las mismas. En la mayoría de los gatos se produce una combinación de ambas y es difícil su clasificación. En otros casos es prácticamente imposible su determinación por defecar fuera de casa o tener varios gatos en casa que usan el mismo arenero. Aunque si la diarrea es grave, pueden llegar a tener pérdidas en casa o heces blandas bajo la cola indicativas del proceso.

Tal y como hemos comentado, la diarrea en gatos mayores puede ser causada por diferentes problemas y enfermedades, de manera que se debe realizar un diagnóstico diferencial de todas con una buena historia clínica y anamnesis, así como la realización de pruebas como:

• Análisis de sangre y bioquímica sanguínea.
• Determinación de T4 total y palpación de la zona del cuello para descartar un hipertiroidismo.
• Determinación de lipasa pancreática felina para descartar pancreatitis.
• Test de leucemia e inmunodeficiencia felina.
• Niveles bajos de folato para determinar fallos en la absorción en el intestino proximal y vitamina B12 para valorar la absorción en el intestino distal (íleon). Sirven para determinar el lugar del daño. Además, en la enfermedad pancreática o hepática crónica se observan niveles bajos de vitamina B12.
• Análisis coprológico seriado por flotación y sedimentación en tres días diferentes para la detección de parásitos.
• Citología rectal mediante la introducción de un bastoncillo en el recto humedecido con suero fisiológico, realizar la citología en un porta y ver al microscopio tras teñirlas con Diff Quick para valorar la presencia de infección bacteriana (Clostridium, Salmonella, Campylobacter), debiéndose conformar con cultivo de heces y PCR de Clostridium perfringens, Salmonella y coronavirus.
• Biopsia intestinal para diferenciar enfermedad inflamatoria intestinal o neoplasia.

El análisis de sangre y la bioquímica se llevan a cabo para valorar:

• Anemia por enfermedad inflamatoria o por pérdida de sangre vía gastrointestinal, unida a hipoproteinemia, trombocitosis y aumento de urea.
• Leucocitosis si hay inflamación.
• Eosinofilia si hay parásitos o sensibilidad al alimento.
• Deshidratación si hay aumento del hematocrito y proteínas totales del suero.
• Aumento de las enzimas hepáticas puede ser indicativo de insuficiencia hepática o pancreatitis.
• Incremento de creatinina y urea en enfermedad renal.

Hay que tener en cuenta que los gatos mayores pueden presentar varias enfermedades que causan diarrea conjuntamente, por lo que el abordaje del caso será diferente según cada gato y sus diagnósticos.

Se deben de tratar todas las enfermedades que tenga el gato, de manera que se pueden utilizar:

• Inmunosupresores en enfermedad inflamatoria intestinal.
• Quimioterapia si se diagnostican tumores intestinales.
• Tratamiento de la enfermedad renal.
• Tratamiento de la enfermedad hepática.
• Tratamiento del hipertiroidismo.
• Suplemento de vitamina B12 cuando haya deficiencia.
• Fluidoterapia para reponer fluidos y electrolitos si hay deshidratación por la diarrea y vómitos en algunos casos.
• Si presenta una histoplasmosis gastrointestinal tratamiento antifúngico con itraconazol.
• Si está infectado de toxoplasmosis se usa clindamicina, trimetroprim/sulfonamida o azitromicina.
• Prebióticos y probióticos para modular los desequilibrios de la flora intestinal, al menos durante 4 semanas, aunque en ocasiones se debe prolongar el tratamiento para lograr ventajas en la inmunidad del gato.
• Enzimas pancreáticas en caso de insuficiencia pancreática exocrina.
• Analgésicos como la buprenorfina en caso de pancreatitis.
• Dieta de eliminación, hidrolizada o hipoalergénica si se sospecha de reacción adversa al alimento.

Debido a que pueden ser varias las causas de la diarrea, es muy importante acudir al veterinario si tu gato tiene diarrea y el ano irritado, heces blandas persistentes y otros síntomas como los descritos.

Pronóstico

Los gatos mayores están más predispuestos al desarrollo de numerosas enfermedades, muchas de ellas pueden dar lugar a diarrea, así como otros signos clínicos graves y en ocasiones devastadores. Los gatos son especialistas en ocultarnos sus dolencias y en ocasiones cuando se hace evidente puede ser muy tarde. Debido a esto, hay que estar muy pendiente de cualquier cambio en la conducta, hábitos y estado del gato, ya que pueden ser una señal de alerta de alguna enfermedad.

Una vez que cumplen los 7-8 años de edad, comienza el riesgo de aparición de numerosos procesos graves y debilitantes, siendo especialmente imprescindibles los chequeos veterinarios frecuentes en gatos senior (a partir de 11 años) o geriátricos (a partir de 14 años), tengan o no signos clínicos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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