Dietas para perros con diabetes

La dieta de un perro con diabetes no difiere, en lo esencial, de la de cualquier otro perro, pero sí cuenta con algunas particularidades. Es decir, el componente principal del plato sigue siendo la proteína de origen animal, acompañada de otros ingredientes, como los vegetales o los probióticos, pero va a ser necesario controlar el aporte de hidratos de carbono y de azúcares, ya que la diabetes, como hemos dicho, implica que el animal no produce suficiente insulina como para conseguir que la glucosa llegue hasta las células. Esta imposibilidad hace que se acumule en la sangre, que es lo que desencadena la sintomatología asociada a la diabetes.

Por este motivo, se recomienda que los perros diabéticos consuman durante toda su vida una cantidad reducida de hidratos de carbono y, preferentemente, que estos sean de bajo índice glucémico y, por tanto, de lenta asimilación de la glucosa. De esta forma, se consigue mantener estable la cantidad de glucosa en sangre, en vez de provocar aumentos considerables tras la ingesta (aumentos pospandriales), seguidos de caídas bruscas. En este sentido, el aporte adecuado de fibra también contribuye a mejorar la tolerancia a la glucosa.

Además, las proteínas de alta calidad deben estar presentes en un mayor porcentaje que en las dietas de perros sanos, para sustituir a los hidratos de carbono como fuentes de energía, y las grasas deben controlarse en los ejemplares por encima de su peso ideal, pues la obesidad dificulta el tratamiento de la enfermedad y nos interesa que el perro se mantenga en su peso. Por otra parte, también conviene controlar el aporte de grasas por el riesgo de pancreatitis asociada a la diabetes.

Todos estos aspectos constatan la importancia de recurrir a una dieta específica en cuanto se le diagnostique la diabetes al animal. Básicamente, los alimentos para perros con diabetes deben estar formulados en especial para ellos, pudiendo incluir ingredientes habituales en las dietas caninas, siempre que se sigan las particularidades mencionadas. Un ejemplo de comida para perros diabéticos es el pienso Diabetic de la gama Vet Nature de Lenda por contar con un nivel bajo de azúcares, con fibra equilibrada (clave en esta patología), un nivel adecuado de grasas y un aporte proteico algo superior a la dieta estándar y probióticos. Además, está elaborado con alimentos funcionales y contiene un paquete probióticos que refuerzan el sistema digestivo, inmune y la función gastrointestinal.

Los perros con diabetes deben limitarse a consumir el alimento prescrito por el veterinario, en la cantidad señalada y sin comer absolutamente nada más. Es sobre todo importante no darles ningún alimento con azúcar ni excedernos en aquellos ricos en hidratos de carbono, como el pan o el arroz. En resumen, incluso en alimentos hechos para perros debemos fijarnos en el listado de ingredientes para evitar desencadenar peligrosos picos de glucosa.

Al igual que el resto de los perros, los aquejados de diabetes pueden consumir los siguientes tipos de dietas:

• Pienso.
• Comida húmeda (latas).
• Comida deshidratada.
• Dieta casera.

Cualquier opción tiene sus ventajas y sus inconvenientes, que deberemos valorar para escoger la mejor para nuestro animal, según sus preferencias, situación clínica, etc., además de otros factores como nuestra propia organización o recursos económicos. Por supuesto, insistimos, cualquier dieta por la que nos decantemos tendrá que estar específicamente formulada para perros diabéticos.

Como hemos dicho, los perros con diabetes podrían alimentarse con una dieta casera, es decir, aquella elaborada en casa con ingredientes frescos y aptos para el consumo humano. El problema es que puede ser difícil conseguir un menú equilibrado, lo que, en este caso, podría complicar el manejo de una enfermedad en la que la alimentación es un aspecto clave. De ahí que la opción más extendida sea la comida comercial.

De todas formas, a modo de ejemplo, una buena receta casera para perros con diabetes puede contener:

• Carne magra para aportar proteína animal, por ejemplo, de pollo (sin piel).
• Arroz integral para ofrecer hidratos de carbono de lenta asimilación y fibra.
• Manzana, que también es fuente de fibra, vitaminas y minerales.

Una vez conseguidos los ingredientes, los pasos a seguir para elaborar el menú casero para un perro con diabetes serán los siguientes:

1. Cocer los tres ingredientes sin sal ni ninguna salsa o condimento.
2. Después, solo tendremos que trocearlos y ofrecérselos al perro.
3. Otra opción es cocer el arroz, pero añadir el pollo a la plancha (cocinado con una gota de aceite de oliva) y la manzana cruda rallada.
4. El pollo y la manzana también se podrían preparar en el horno.

Recuerda que este es solo un plato de ejemplo, para que la dieta casera cubra todas las necesidades nutricionales del perro y en las cantidades adecuadas debe estar hecha por un nutricionista canino.

A la venta encontraremos piensos específicamente formulados para perros con diabetes. Lo importante a la hora de decidirnos por uno es asegurarnos este dato, es decir, que sean aptos para los perros con esta enfermedad. Lo normal es que sigan las recomendaciones que hemos explicado sobre la alimentación de estos perros, que son las premisas en las que debemos fijarnos para escoger el mejor.

Así, son piensos que deben aportar proteínas de calidad, fibra y ser bajos en hidratos de carbono y azúcares. Un ejemplo de pienso para perros diabéticos es el ya citado Diabetic de Lenda. Por supuesto, su contenido en carbohidratos y azúcares es reducido para favorecer el control de la glucosa y evitar grandes subidas después de las ingestas. Las proteínas, en un porcentaje algo mayor que en las dietas para perros sanos, son de ave y se acompañan de cebada (que produce una baja respuesta pospandrial) y vegetales, además de un conjunto de ingredientes beneficiosos para el cuidado del sistema inmune, digestivo y articular, como los probióticos. Por otra parte, contiene fibras fermentables que mejoran la tolerancia a la glucosa, reduciendo la velocidad a la que se descomponen los hidratos de carbono en el sistema digestivo.

Es muy importante que los perros con diabetes se mantengan nutridos, siguiendo las cantidades y los horarios que nos paute el veterinario. Pero es probable que muestren inapetencia, sobre todo cuando están sufriendo signos clínicos como la letargia, la deshidratación, los vómitos, etc., o no aceptan el cambio a la nueva alimentación. Para ayudarlos podemos remojar el pienso con agua o caldos (si lo autoriza el veterinario) y calentarla para aumentar su atractivo. También podemos recurrir a sus alimentos favoritos o comida húmeda, pero siempre siguiendo las indicaciones del veterinario; a las dietas caseras, siempre pautadas por un nutricionista; o a probar diferentes marcas hasta encontrar una de su gusto. En este otro post encontrarás más recomendaciones: “Trucos para que mi perro coma pienso”.

Además, el veterinario puede intervenir en los casos más graves, recetándonos medicación o incluso ingresando al animal. Si un perro diabético que está comiendo con normalidad deja de hacerlo, debemos contactar con el veterinario, pues podría estar sufriendo alguna complicación. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que los cambios en la cantidad de comida ingerida afectan también a la dosis de insulina que debe administrarse al perro.

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