Distiquiasis en perros - Causas y tratamiento

Distiquiasis en perros - Causas y tratamiento

La distiquiasis es una de las alteraciones congénitas de los párpados más frecuentes en la especie canina. Consiste en el crecimiento anormal de pestañas desde la glándulas de Meibomio, las cuales pueden dirigirse hacia la córnea y producir lesiones oculares con sintomatología asociada.

Si quieres conocer más acerca de la distiquiasis en perros, acompáñanos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal, en el que explicaremos cuáles son los síntomas, tratamiento y causas de esta alteración ocular.

¿Qué es la distiquiasis en perros?

La distiquiasis consiste en el crecimiento anormal de pelos o pestañas desde las glándulas tarsales o de Meibomio. Las glándulas de Meibomio son glándulas sebáceas situadas en los párpados superior e inferior, que producen una secreción grasa la cual entra a formar parte de la lágrima y previene la evaporación de la misma.

La distiquisis no se caracteriza por la aparición de pelos en el lagrimal del ojo, sino por la presencia de pelos en el párpado del perro, concretamente en el borde libre del párpado. La distiquiasis se diferencia de los cilios ectópicos en que, en la distiquiasis, los pelos emergen del borde libre del párpado, mientras que los cilios ectópicos surgen desde la cara interna del párpado.

Los pelos o cilios asociados a la distiquiasis pueden aparecer de forma aislada o en grupo, pudiendo estar presentes en el párpado superior, el inferior o ambos. Además, puede afectar a uno o a los dos ojos, es decir, podemos encontrar distiquiasis unilateral o distiquiasis bilateral en perros.

La distiquiasis se trata de una alteración congénita (es decir, que está presente desde el nacimiento) que, además, tiene carácter hereditario. Dentro de la especie canina, existen ciertas razas especialmente predispuestas a presentar esta anomalía, como son:

  • El cocker spaniel.
  • El yorkshire terrier.
  • El shih-tzu.
  • El bulldog inglés.
  • El bóxer.
  • El pekinés.

Imagen: hospitalveterinariolaarboleda.com

Síntomas de distiquiasis en perros

Los síntomas asociados a la distiquiasis son muy variables y dependen del número de cilios que existan, de su rigidez y su orientación. En muchas ocasiones, las distiquiasis cursan de forma asintomática (sin síntomas) y no son más que un hallazgo casual que se detecta al realizar una exploración oftalmológica por otro motivo. Esto suele ocurrir cuando existen pocos cilios, no son muy rígidos y están orientados hacia el exterior del ojo (como las pestañas habituales). En estos casos, los perros no desarrollan sintomatología, o como mucho presentan un ligero lagrimeo (epífora).

Sin embargo, cuando los cilios son muy rígidos o están orientados hacia la córnea, lo normal es que produzcan lesiones oculares que dan lugar a una sintomatología asociada. En estos casos, es habitual observar:

  • Lagrimeo marcado (epífora).
  • Ojo cerrado por dolor (blefarospasmo).
  • Conjuntivitis crónica.
  • Lesiones corneales: queratitis, úlceras y pigmentación corneal.

 

Causas de la distiquiasis canina

Como ya hemos adelantado, la distiquiasis canina es un trastorno hereditario congénito. Es decir, se trata de una alteración de origen genético.

El modo de herencia y los genes implicados no se han estudiado de forma exhaustiva y, por ello, no se conocen con detalle. En cualquier caso, el hecho de que sea un trastorno hereditario es algo que se debe tener muy en cuenta en la cría de perros, especialmente cuando se trata de razas predispuesta. Recuerda que uno de los principios de la cría responsable es garantizar un estado de salud óptimo de los reproductores/as, especialmente en lo que a enfermedades hereditarias se refiere. De todas formas, teniendo en cuenta la cantidad de canes que se encuentran en protectoras y refugios esperando una segunda oportunidad, resulta importante valorar la esterilización y adoptar con responsabilidad.

Diagnóstico de la distiquiasis en perros

El diagnóstico de la distiquisis es sencillo. Una simple exploración oftalmológica será suficiente para identificar la presencia de estos cilios anormales. No obstante, en ocasiones puede ser necesario emplear un medio de aumento para poder detectarlos, especialmente cuando son muy pequeños.

 

Tratamiento de la distiquiasis en perros

El tratamiento de la distiquiasis canina depende de la sintomatología que ocasione:

  • Cuando los perros con pestañas anormales no presentan ninguna sintomatología asociada, no es necesario instaurar ningún tratamiento específico.
  • Sin embargo, cuando los cilios ocasionan lesiones oculares, es imprescindible extirparlos para evitar complicaciones. El tratamiento más económico y simple consiste en la depilación manual, pero el porcentaje de reaparición o recidiva con esta técnica es muy elevado. Además, en caso de reaparición, los nuevos pelos suelen crecer más cortos y ser menos flexibles, por lo que suelen ocasionar una distiquiasis más grave. Por ello, esta técnica únicamente se recomienda en casos leves, o bien como técnica diagnóstica para confirmar o descartar que los pelos son la verdadera causa del problema ocular del paciente. En el resto de casos, se debe recurrir a otras técnicas más eficaces, que explicamos en profundidad en el siguiente apartado.

 

Cirugía para la distiquiasis en perros

En el pasado, se desarrollaron una serie de técnicas quirúrgicas destinadas a eliminar los folículos desde los que se originan los cilios de la distiquiasis. Estas técnicas incluían la escisión palpebral, la ablación tarsal parcial o plastias encaminadas a modificar la dirección de los cilios. Sin embargo, estos métodos producían una gran alteración anatómica y funcional del párpado, lo que hizo que se fuesen abandonando y se empezaran a sustituir por nuevas técnicas terapéuticas.

En la actualidad, las técnicas más utilizadas para el tratamiento de la distiquiasis en perros son:

  • Criodepilación: es una de las técnicas más extendidas. Consiste en la aplicación de óxido nitroso o de nitrógeno líquido sobre la zona en la que se sospecha que está el folículo del pelo ectópico. El porcentaje de reaparición o recidiva con esta técnica no es muy elevado y si aparecen nuevos pelos, suelen ser más finos y menos problemáticos. No obstante, se debe tener en cuenta que este tratamiento ocasiona una inflamación de los párpados, lo que obliga a instaurar un tratamiento con antiinflamatorios, tanto a nivel sistémico como a nivel local.
  • Electrodepilación: en este caso la depilación se realiza utilizando una corriente continua (la utilización de corriente alterna no está recomendada, ya que puede producir necrosis y reacciones cicatriciales graves). La técnica consiste en introducir el electrodo cátodo en forma de aguja en el párpado y administrar una corriente de 2-5 mA hasta que el pelo se suelta. Con este método las recidivas son frecuentes, por lo que suele ser necesario repetir la intervención.
  • Fotodepilación: consiste en la aplicación de un haz de luz monocromática que interacciona con el pelo y produce la destrucción del bulbo piloso. Generalmente, suelen ser necesarias varias sesiones para que resulte efectiva. El principal problema asociado es la variabilidad de su eficacia en función de la pigmentación de los cilios, puesto que como el láser actúa únicamente en zonas ricas en melanina, no suele resultar eficaz en pelos muy claros.
  • Electrolisis: se trata de una técnica ampliamente utilizada en medicina humana, pero novedosa en medicina veterinaria. Consiste en la aplicación de una corriente continua a través de una aguja de acupuntura insertada en cada bulbo piloso que provoca una reacción electroquímica en el folículo, facilitando su degeneración y, posteriormente, su reabsorción.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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  • Rico, S.; Jaenes, J. C.; Cartagena, J. C. (2020) Enfermedades palpebrales en el perro y el gato. Argos, 221:38-43